Pablo Gonzalez

¿Timoshenko cautiva o Ucrania prometida por la fuerza?


Bienvenidos, señores y señoras espectadoras, al Mundo al revés.

 Ése que soñaba el niño de la canción infantil, pero en feo. 

Es feo que Merkelandia y su brujo cabalista Hollande se ensañen con un presidente electo. 

Se callen como setos mientras cunde la caza de brujas contra población civil reacia a participar en el suicidio colectivo europeísta. 

Y en fin respalden las nuevas “iniciativas” jurídicas y “ciudadanas” en pro de mandar al patíbulo a Yanukovich por haber cumplido escrupulosamente con la Constitución, carta que insta a proteger, incluso con la fuerza, aquella aritmética de fuerzas políticas votadas (igual que la constitución francesa o alemana). 

Todo ello es… cómo se dice aquí en Hipocrilandia… “de escaso talante democrático”.

O sea, que ¡vive la démocratie!, mientras gane quienes ellos quieren. 

De lo contrario, ¡pinochetazo contemporáneo!, en la RD del Congo o en Ucrania. 

El país tiene que caer fagocitado en la barrigota de Merkel si no por las buenas por cojones.

 Este caso ucraniano se distingue del sirio, en que ahora no le ha hecho falta al demo-imperialismo repartir mucho más que algunos bazookas y granadas de mano, unido a las metralletas que ya guardaban los neonazis, a las barras metálicas, a botes de gas pimienta y a las escopetas de caza y de campo empuñadas por los “espontáneos”.

 El Hegemonismo y sus coletillos habían ya pactado a priori con el ejército su inmovilidad.

En el nuevo rancho europeo neoyorkino, el Mundo al revés: al Presidente protector de la “queridísima” democracia de ellos, ellos le quieren prender. 

Mientras se excarcela a una corrupta condenada exactamente como aquí “la calle occidental” pide a los jueces que enchironen a políticos sucios y a manos-largas. 

A Timoshenko los cineastas la han puesto a andar con aires de princesa cautiva, pero, más allá de interpretaciones, es “La princesa prometida”. Pensemos con quién.

Hoy el embajador israelí campa a sus anchas por los reconfigurados pasillos (voz inglesa lobbies) de Kiev. 

Ayer habían montado unos mundiales futbolísticos allí: caballo de Troya por donde entraron espías, instructores, ingenieros sociales y asesores en la sombra.

 ¿Conspiranoia?. El tiempo lo mostrará.

El expresidente se ha exiliado a “la parte rusa de Ucrania”.

 Cuando los medios empiezan con esas etiquetas, malo. 

Pero no solamente él.

 También están emigrando miles de ciudadanos ucranianos rusos oriundos de “la parte no rusa” (sí: sé que el artificio del etnicismo es un lío padre). 

Por no decir que están siendo desplazados, víctimas de presiones y escarnios.

Las nuevas autoridades van a prohibir el ruso en las escuelas. 

También se clausuran los centros educativos rusos. 

Hasta hay pendiente de aprobarse la retirada de la ciudadanía a los “ucranio-rusos”.

Se persigue a socialistas, a comunistas…

 ¿La venganza irracional del neonazi loco?: en absoluto. Plan Racional Demo-imperialista. 

En todos los lugares se hace igual: partir territorio, segregar población, re-agitar viejos prejuicios… Cada oveja a su corral. Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio. 

Cada uno en su casa y los monopolios financieros en la de todos.

Kiev significa a oídos rusos “la ciudad” por antonomasia, apodada “la madre de todas las ciudades rusas”. Ucrania significa “frontera” (tierra de frontera, Marca). 

Más allá de ideologías identitarias y contra ellas, lo único cierto en el sentido material es el hecho físico de que rusos, ucranianos y bielorrusos son la misma gente: consanguineidad, apellidos, topónimos, parentesco idiomático, escritura, etc. 

Los periodistas asesinos nos hablan de la Ucrania-Ucrania, de la Ucrania-rusa… Tal y como esos criminales de la cámara y la tinta nos hablaron, hace casi 25 años, de los bosnios-bosnios, de los servo-bosnios, etc. 

Se les ve el pelo. Están ya preparando el terreno. 

Si llega a hacerles falta, los imperialistas nos montarán otra Yugoslavia. Y todo será mágica “culpa del odio interétnico”. 

Así, sin más. El buen intelectual “de izquierdas” calla ante el proceso, ocupado en menesteres mayores. 

Los llamados “antifas”, sorprendente, no se agitan por estos hechos ni los denuncian de momento. Y las calles del Kiev movilizado han mostrado banderas israelíes junto a banderas del viejo protectorado francés en Siria y banderas neonazis locales.

Varios miles de millones de euros suma el plan de “ayuda financiera” UE a “la nueva Ucrania”, como llaman textualmente al país los criminales en sus columnas de prensa.

 “¿Al rescate de Ucrania?”.¡Meeeec!: FALLO. 

La rescatada de sus maltrechas cuentas va a ser la UE a costa de Ucrania. El dinero no lo regalan, ni van los duros a cuatro pesetas, sino a diez.

 “Occidente” va a cobrarse sus “ayudas” en moneda y en especie. Ucrania fue una de las dinamos industriales de la URSS. Algo les queda todavía. 

Con sus centrales, también es gran productora eléctrica autosuficiente.

 Y fue nada menos que el granero de Rusia. Los trigales siguen ahí. A la agroindustria y a los especuladores alimentarios se les agua la boca.

Fría es Ucrania. Este invierno tardará varios meses en abandonarla, para regresar en octubre. Cuando las facturas del gas empiecen a serles cobradas por democráticos monopolios euro-sionistas, a los ucranianos les va a dar el frío.

http://www.diario-octubre.com/2014/02/25/tamer-sarkis-timoshenko-cautiva-o-ucrania-prometida-por-la-fuerza/

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