El predominio de EE.UU. en la esfera de ciencia y tecnología decae frente a un auge cada vez mayor de los países asiáticos, según un informe oficial.
Un informe del Consejo Nacional de Ciencia (NSB por sus siglas en inglés) publicado este mes señala que el 40 por ciento del volumen de la producción en EE.UU. se invierte en las industrias de alta tecnología, en productos intensivos de tecnología, energía y farmacología. Sin embargo, pese al volumen de inversión, los expertos detectan síntomas que indican que el predominio estadounidense en esta sector empieza a decaer.
El declive se explicaría no solo por el desarrollo de las economías competitivas, sino por la reducción de inversiones por parte del Estado.
"El mundo experimenta importantes cambios en el campo científico global", asegura Dan E. Arvizu, el jefe ejecutivo del Laboratorio Nacional de Energía Renovable y presidente del Consejo Nacional de Ciencia. Según él, las economías emergentes son conscientes de la importancia de la ciencia y las innovaciones en el mercado internacional, por lo que dan prioridad a su desarrollo.
Además, el informe de NSB constata un desarrollo intensivo de las naciones industrializadas de Asia, en comparación con la situación en Estados Unidos, que podría ser caracterizada como de estancamiento o declive.
Sin embargo, EE.UU. sigue siendo el mayor inversor, como reflejan las estadísticos: 429.000 millones de dólares por año, en comparación con los 208.000 millones y los 147.000 millones que China y Japón destinan, respectivamente.
Los gastos en investigaciones globales en EE.UU. cayeron en 2011 desde el 37 al 30 por ciento, mientras en Europa lo hacían desde el 26 al 22 por ciento, mientras que en los países asiáticos la porción de investigaciones realizadas crecieron del 25 a 34 por ciento. Solo en China aumentaron del 2 al 15 por ciento en el año 2000.
En consecuencia, las economías de Asia demuestran un mayor nivel de inversiones en investigaciones globales y desarrollo que EE.UU.
En el mismo informe se mencionan varios sectores del mercado en los que EE.UU. poco a poco se va quedando atrás, como, por ejemplo, el de las energías renovables.
En 2012 las economías emergentes invirtieron 100.000 millones de dólares, de los que 60.000 corresponden a China. EE.UU. invirtió solo 29.000 millones de dólares.
"Estados Unidos sigue siendo el líder en el campo de ciencia y tecnología, pero muchos indicadores evidencian que el mundo es muy dinámico y que otras naciones rivalizan con nosotros.
Dado que muchos países se centran en incrementar sus innovaciones existe la posibilidad de que nos quedemos estancados", advierte Ray M. Bowen, miembro del Consejo Nacional de Ciencia.