Amna Ahmed Al-Mallahi con su hija de dos años en el patio de su casa. |
La vida en Gaza se lleva a cabo bajo las cada vez más difíciles condiciones impuestas por el bloqueo israelí. Un servicio esencial, el agua, se ha convertido en un recurso escaso, contaminado con sal y residuos de alcantarillado.
La mayor parte de la población de la franja de Gaza debe recurrir a la compra de agua desalinizada, que es comprada a empresas privadas y cuyo costo alcanza los 13 dólares por metro cúbico.
Ese precio le hace inaccesible para las familias con menores recursos.
Ellas sólo pueden adquirir agua desde fuentes municipales (contaminadas) o desde pozos agrícolas privados.
El uso de estas aguas impacta la salud de la población y en particular de los niños.
La contaminación del agua causa problemas de hígado, renales, de presión, diarre, hepatitis e incluso cáncer.
Al-Malalha es un pueblo localizado en la parte sur de la ciudad de Gaza.
Los pobladores del lugar viven bajo la línea de la pobreza, en condiciones insalubres y sin empleo.
Ahí no existe acceso a los servicios más básicos: agua, comida y salud.
El agua municipal se encuentra contaminada con agua de alcantarillado.
La mujer de la foto es Amna Ahmed Al-Mallahi, de 39 años, madre de 5 niñas y 3 niños, quién ha vivido durante 25 años en el lugar.
Compra, cuando puede hacerlo, agua a su vecino.
La escasez de agua es tal, que sus hijos sólo pueden bañarse 2 o 4 veces al mes.
Cuando disponen de agua limpia, pueden lavar sus dientes, sus cuerpos o simplemente refrescarse.
Recientemente una organización de caridad ha empezado a llevar una cantidad limitada de agua desalinizada para que la familia de Amna al menos pueda cocinar y beber agua limpia.
Acerca del autor: Samah Habeeb es un estudiante palestino que ha enfocado su activismo hacia la crisis de agua y salubridad que afecta los palestinos en Gaza y los territorios ocupados.
Samah Habeeb para Mondoweiis.net - Traducción: palestinalibre.org