Pablo Gonzalez

México: Así es como los “Templarios” imponen su ley


México – Un hombre de traje y corbata se presentó ante la puerta de madera que separa la sesión de cabildo de la oficina del presidente municipal de Coalcomán, en la Tierra Caliente michoacana, y con buenos modales resumió el motivo de su visita: representaba al cártel de los Caballeros Templarios y quería el 10% de la nómina del ayuntamiento.

El cómo había llegado hasta ahí era lo de menos, explicó, lo importante era que en el patio principal secundaba su misión una cuadrilla de gatilleros, por si acaso el alcalde se negaba a “colaborar” con el cobro avalado por “los de arriba”, o sea, funcionarios del gobierno del estado.

“No tenía opción y tuve que darles cada mes alrededor de 5,000 dólares durante año y medio hasta que las autodefensas aparecieron y los malandros se echaron para el cerro”, recordó en entrevista telefónica Rafael García. 

“Los auditores del estado (de Michoacán) nunca dijeron nada”.

El gobierno federal dio fe de las extorsiones a los concejales hasta meses después, cuando la Policía Federal y el Ejército documentaron todo tipo de impuestos clandestinos.

Por permitir el desarrollo de obras públicas como alumbrado, alcantarillado, construcción de carreteras cobraban hasta 100,000 dólares.

Cuotas variadas a compañías de la construcción como ICA, a famosas distribuidoras de alimentos como Sabritas, a ejidatarios y empresarios mineros, a gasolineras, bares, restaurantes, peluquerías, prostíbulos, tiendas de abarrotes (a las que obligaban a colocar máquinas tragamonedas), tortillerías y casas particulares por número de metros cuadrados, autos, motocicletas o estudiantes.

Pero la joya de la corona ha sido, sin duda, el puerto de Lázaro Cárdenas, cuya capacidad de movilización de mercancías compite con su par de Los Ángeles, California.

Según los cálculos oficiales, los cobros por dejar operar “sin incidentes” a buques, contratistas, importadores y exportadores dejaban a la organización criminal encabezada por Servando Gómez “La Tuta” millones de dólares.

El cobro de piso se volvió un asunto tan redituable como el tráfico y distribución de droga además de que servía de locomoción mecanismo para otros negocios ilícitos como la venta y exportación clandestina de hierro hacia China.

eldiariony.com

Related Posts

Subscribe Our Newsletter