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La Euromaidan agoniza entre la suciedad y los malos olores


Algo huele ya mal en la Euromaidan. Incluso los opositores ucranianos confiesan que su levantamiento fracasó, debido a que no contaron con un líder único, y lo principal, un motivo más o menos legítimo para exigir un cambio del poder.

Se esfumó la masividad y la inspiración, y quedó tan solo la basura, el hedor de unos cuantos cientos de cesantes, estudiantes y vagabundos. Resulta difícil dispersarlos, pues la comida gratis y las tiendas abrigadoras han estrechado en torno a la plaza Maidan a todos los vagabundos de Kiev y otras regiones.

La suciedad y las condiciones antihigiénicas catastróficas son los resultados evidentes que trajeron al centro de Kiev “los combatientes por los valores europeos”. Decir que la Euromaidan tiene extenuados a los capitalinos de a pie no es decir nada. El barrio en que está enclavado simplemente es peligroso y, con frecuencia creciente figura en la crónica policial. 
 
Para nadie es un secreto que, entre los inquilinos de la villa de tiendas abundan aquellos que tienen en su haber órdenes de búsqueda y captura por distintos crímenes perpetrados. Sabido es también que en la Maidan murió de tuberculosis un delincuente convicto que durante los días que estuvo viviendo entre los mitingueros. Las personas en la Maidan llevan su vida en una suerte de portal provisional, y hay que subrayar que bastante marginal desde el punto de vista de la higiene.
 
 Los habitantes de Kiev señalan con dolor y vergüenza que, quien ha estado por estos días en el centro de esa capital, el olor de la Maidan lo perseguirá largo tiempo. Los habitantes de las tiendas de campaña duermen donde comen y comen donde duermen, y así hace ya unas cuantas semanas.
 
 La plaza Maidan es hoy día un antro de fanáticos hostiles, desagradables y agresivos que atacan a quien sea. Sin embargo, los opositores, a pesar de todo, van a continuar empleando la denominada Euromaidan como palanca de presión contra la autoridad política, estima Igor Shishkin, subdirector del Instituto de países de la CEI:

–Ellos logran esto de momento con la ayuda de las provocaciones. Cónstese que, contra la asamblea popular o narodny veche que se convoca los domingos se arman provocaciones y se derrama sangre, es verdad que sin desenlaces mortales. 
 
De esa manera, mantienen los opositores la orientación en la Maidan. Y la oposición no ha ocultado nunca sus planes de derrocar el gobierno, impedir la aprobación de la ley de presupuestos y convocar elecciones anticipadas parlamentarias y presidenciales. En el plano jurídico todo ello es imposible. 
 
Pero, la Euromaidansigue siendo hasta ahora un instrumento de la desestabilización en Kiev. De ahí que, hasta dónde sea posible se empeñarán la oposición, y sus patrocinadores principales en retener la plaza Maidan en sus manos.

Las acciones de la oposición, conocidas con el nombre de Euromaidan se realizan en el centro de Kiev desde fines de noviembre, cuando Ucrania se negó a firmar un acuerdo de asociación con la UE. La oposición se afana hoy día en transformarla en plataforma de partida de su campaña electoral.
 
 Y aprovechar una vez más, como capital político, la desaforada energía de los “combatientes por los valores europeos”, indica Leonid Gusiev, del Instituto de Moscú de Relaciones Internacionales de la Cancillería:

–Para las elecciones falta un año y la oposición va a aprovechar toda posibilidad para de alguna manera sacar brillo a sus candidatos y ponerlos en primer plano. De ahí que pienso que van a retener la Maidan, donde a un paso se encuentran todas las sedes del gobierno. Ello imprime fuerzas a la oposición.

Sin embargo, ya es evidente que entre los ucranianos decrece a diario la confianza en la sinceridad de los oposicionistas. En las últimas dos semanas, en la Euromaidan no han tenido lugar actividades opositoras de envergadura. Y no obstante algunos destellos, cuando varias decenas de activistas han armado piquetes en coches frente a la sede del ministro del Interior, ello es incomparable con lo que sucedía en Kiev aunque fuera dos semanas antes del Año Nuevo. 
 
Lo más probable es que la Euromaidan, como auguraban muchos expertos, se marchitó en el plano de ideas de desarrollo y agoniza. Además, a juzgar por el número de manifestantes que decrece, es evidente que las acciones de protesta no son respaldadas por la mayoría de los habitantes de Kiev.

sb/sk/er



Lada Korotún
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