Fuente: Encuesta Unimer para La Nación 1/12/2013 |
La miseria de gráfico que ilustra este post fue creado en 47 segundos en Google Drive, tomando los valores máximos para cada candidato según la encuesta de Unimer para la Nación publicada hoy, en la cual -lamentablemente- el medio caracterizado por un exquisito diseño omitió los tradicionales gráficos ordenados y en su lugar presentó la noticia casi encriptada.
El otro dato que se omitió fue en el título, que no destaca ni menciona que José María Villalta del Frente Amplio es el nuevo favorito, lo cual es una gran sorpresa, inédita, solo igualada por el espectacular desplome del candidato Johnny Araya, del oficialista Liberación Nacional.
Desde el 2006 todas las encuestas han sido dominadas por el PLN y, desde que quien redacta tiene memoria, solo ha alternado ese espacio con el PUSC, agrupación venida a menos desde el 2006 y que en este proceso agarró a patadas la oportunidad de recuperarse.
El PLN nunca ha estado tan débil y en un escenario de segunda ronda su candidato se está dando de codazos con Otto Guevara, quien inició este proceso con tan poca fe que se lanzó simultáneamente para diputado para garantizarse ganar algo.
Dentro del concierto de respuestas políticas hoy toman fuerza tres acciones.
La primera que Villalta tendrá que ser reprogramado, hipnotizado o clonado por otro más aventajado, ya que las cámaras y micrófonos lo tendrán en la lupa y, por razones inentendibles, su equipo no ha logrado construir y entrenarlo en respuestas coherentes a las lógicas y esperables preguntas sobre su ideología socialista.
El segundo punto tiene mucha relación con el primero: ahora Villalta es el hombre a vencer y, aprovechando sus patinadas como vocero, el PLN y ML tienen que desatar la más costosa campaña del miedo que nuestro país ha visto. Y posiblemente surjan ataques anónimos contra el Frente Amplio que desaten el basurero de campaña sucia nunca antes visto en nuestro país aprovechando, obviamente, internet.
El tercer punto, relacionado con el uno y dos, es que los inversionistas electorales (gente con harina de verdad y asustada ante la incapacidad de Villalta de demostrar que no es el Huguito Chávez centroamericano) tienen que definir a cuál caballo le apuestan, porque la democracia es asunto de capital. Johnny es la estable continuidad pero no hay plata que le dé para los debates lo que natura no le proveyó y Otto tiene la inestable volatilidad de patinar en diciembre y enero explicando la contabilidad de su partido, carece de organización territorial y la doble postulación, correctamente explotada, será un lastre.
Si Luis Guillermo Solís acepta que sólo tiene dos meses para hacer campaña y deja de actuar como si fuera un año, puede tratar de posicionarse como la alternativa, como una propuesta sobria sin los extremos ideológicos chavistas o pinochetistas, así como una renovación moral ante la indiscutible corrupción de la continuidad.
Saliendo del tema, dentro del mismo tema, está el transporte del día de las elecciones. Ahí nadie supera al PLN y eso tiene un espectacular peso sobre la urna, esa ventaja no la pierde Johnny ni yendo a debates. El reto para Villalta es atraer el misticismo que tuvo el PAC para que sus partidarios organizaran el transporte por meros ideales, no por plata como ocurre en los demás partidos.
Felicidades a Unimer por colocar en el tapete una encuesta digna de ser medida por la escala de Richter, aunque lamentablemente el cliente, La Nación, hizo malabares ajustando el epicentro para reacomodar los daños.
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Encuesta Unimer: La guerra entre Villalta y Guevara apenas comienza - vía CarepichaBlog.