PL – El veredicto de la Corte Suprema de Justicia de Argentina que declaró hoy constitucional la Ley de Medios generó gran júbilo popular y fue ponderado por investigadores, periodistas, escritores y líderes sociales y gremiales.
Miembros de organizaciones populares, políticas, sindicales y de medios marchan esta tarde hacia la Plaza de los Dos Congresos para celebrar la declaración de constitucionalidad de la ley de Comunicación Audiovisual, luego de cuatro años de espera debido a trabas cautelares y dilatorias interpuestas por el poderoso Grupo Clarín.
Tan pronto se divulgó la noticia, activistas y militantes de esas agrupaciones comenzaron a convocar a través de las redes sociales a una concentración a partir de las 19:00 hora local frente al Congreso de la Nación, donde se sancionó la norma hace cuatro años.
La Ley de Medios fue aprobada por el Congreso y promulgada por el Ejecutivo en diciembre de 2009, pero inmediatamente el consorcio mediático Clarín la objetó y puso trabas legales a su aplicación, en particular a las cláusulas que prohíben la concentración monopólica de medios en manos de una empresa.
En sus objeciones justificaba su oposición a esa medida como un desacato a la libertad de prensa, cuando en realidad la monopolización mediática coarta ese derecho, y la norma fue diseñada para, esencialmente, garantizar la libre expresión y operación periodística.
“La resolución de la Corte es también la derrota de los que pretendieron ponerle límites al avance de la democracia. A partir de hoy tenemos más resguardo para el pluralismo y para el derecho ciudadano a la información”, declaró la Confederación de Trabajadores de Argentina en un comunicado.
Luego de dilatado análisis no exento de una fuerte carga política e ideológica, el tribunal supremo consideró constitucionales todos los artículos de la iniciativa y resolvió que, precisamente, la concentración de medios por parte de un consorcio es un atentado contra la libertad de prensa, opinión y expresión.
En su fallo, la Corte también aclaró que la aplicación de ley “no afecta la sustentabilidad del Grupo Clarín”, y consideró razonable que el consorcio sea recompensado por los medios de los que deberá desprenderse.
“La declaración de la Corte Suprema profundiza la democracia y los derechos de todos los argentinos,” valoró Martín Sabella, director de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), quien recordó que esta ley sustituye una implantada durante la última dictadura militar y que benefició en específico al Grupo Clarín.
El Premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, expresó desde su cuenta en Twitter que “esta no es una ley del Kirchenrismo; es una Ley de todos los argentinos. Aquí no hay libertad de prensa, hay libertad de empresa”, tuiteó Pérez Esquivel.
“A partir de ahora seremos un país mejor. Esto nos hace mejor. Faltará conocer los detalles pero sin dudas es un día histórico”, manifestó, por su parte, el prestigioso conductor radial y televisivo Víctor Hugo Morales, tras difundir la noticia en su programa de la emisora Continental.
Morales fue llevado a juicio por el director ejecutivo del Grupo Clarín, Héctor Magneto, como acción intimidatoria y de castigo, por difundir verdades sobre ese consorcio hegemónico, proceso que aún está abierto.
Miembros de organizaciones populares, políticas, sindicales y de medios marchan esta tarde hacia la Plaza de los Dos Congresos para celebrar la declaración de constitucionalidad de la ley de Comunicación Audiovisual, luego de cuatro años de espera debido a trabas cautelares y dilatorias interpuestas por el poderoso Grupo Clarín.
Tan pronto se divulgó la noticia, activistas y militantes de esas agrupaciones comenzaron a convocar a través de las redes sociales a una concentración a partir de las 19:00 hora local frente al Congreso de la Nación, donde se sancionó la norma hace cuatro años.
La Ley de Medios fue aprobada por el Congreso y promulgada por el Ejecutivo en diciembre de 2009, pero inmediatamente el consorcio mediático Clarín la objetó y puso trabas legales a su aplicación, en particular a las cláusulas que prohíben la concentración monopólica de medios en manos de una empresa.
En sus objeciones justificaba su oposición a esa medida como un desacato a la libertad de prensa, cuando en realidad la monopolización mediática coarta ese derecho, y la norma fue diseñada para, esencialmente, garantizar la libre expresión y operación periodística.
“La resolución de la Corte es también la derrota de los que pretendieron ponerle límites al avance de la democracia. A partir de hoy tenemos más resguardo para el pluralismo y para el derecho ciudadano a la información”, declaró la Confederación de Trabajadores de Argentina en un comunicado.
Luego de dilatado análisis no exento de una fuerte carga política e ideológica, el tribunal supremo consideró constitucionales todos los artículos de la iniciativa y resolvió que, precisamente, la concentración de medios por parte de un consorcio es un atentado contra la libertad de prensa, opinión y expresión.
En su fallo, la Corte también aclaró que la aplicación de ley “no afecta la sustentabilidad del Grupo Clarín”, y consideró razonable que el consorcio sea recompensado por los medios de los que deberá desprenderse.
“La declaración de la Corte Suprema profundiza la democracia y los derechos de todos los argentinos,” valoró Martín Sabella, director de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), quien recordó que esta ley sustituye una implantada durante la última dictadura militar y que benefició en específico al Grupo Clarín.
El Premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, expresó desde su cuenta en Twitter que “esta no es una ley del Kirchenrismo; es una Ley de todos los argentinos. Aquí no hay libertad de prensa, hay libertad de empresa”, tuiteó Pérez Esquivel.
“A partir de ahora seremos un país mejor. Esto nos hace mejor. Faltará conocer los detalles pero sin dudas es un día histórico”, manifestó, por su parte, el prestigioso conductor radial y televisivo Víctor Hugo Morales, tras difundir la noticia en su programa de la emisora Continental.
Morales fue llevado a juicio por el director ejecutivo del Grupo Clarín, Héctor Magneto, como acción intimidatoria y de castigo, por difundir verdades sobre ese consorcio hegemónico, proceso que aún está abierto.