Israel ha mantenido una serie de reuniones con figuras prominentes de varios Estados del Golfo y otros países árabes en las últimas semanas en un intento de crear una nueva alianza contra el programa nuclear de Irán.
Según informó este miércoles el Canal 2 israelí, citado por medios locales, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha estado supervisando una serie de "intensas reuniones" con los representantes de esos países.
Además, un "alto funcionario" incluso llegó en una visita secreta a Israel.
Según el informe, los países involucrados en esas conversaciones no tienen relaciones diplomáticas con Israel.
Lo que sí comparten con el Estado hebreo es la preocupación de que el nuevo alcance diplomático del presidente Hasán Rohaní podría resultar en un acuerdo entre EE.UU. e Irán que supondría algo "menos que el desmantelamiento del programa nuclear iraní".
Israel da la bienvenida a la participación de todo el mundo árabe
Por su parte, el embajador israelí ante la ONU, Ron Prosor, declaró al Canal 2 que "hay un profundo sentido de la ansiedad acerca de lo que está pasando en Irán", pero no quiso comentar cualquier contacto directo entre Israel y los Estados del Golfo, diciendo solo que había mensajes "de toda la región", que se transmiten a los rangos más altos del Gobierno de EE.UU.
Los medios israelíes hacen hincapié en que el informe se produce un día después de que Netanyahu, en su discurso ante la Asamblea General de la ONU, señalara que las preocupaciones comunes sobre el programa nuclear de Irán "han llevado a muchos de nuestros vecinos árabes a reconocer [...] que Israel no es su enemigo" y crearon la oportunidad de "construir nuevas relaciones, nuevas amistades, nuevas esperanzas".
"Israel da la bienvenida a la participación de todo el mundo árabe. Esperamos que nuestros intereses comunes y desafíos comunes ayudarán a forjar un futuro más pacífico", agregó.
En los últimos años Irán está siendo sometido a una creciente presión internacional por su polémico programa nuclear. EE.UU., Israel y sus aliados sospechan que Irán está utilizando el programa como cobertura para fabricar armas nucleares en secreto. Por su parte, la República Islámica de Irán rechaza las acusaciones y defiende los fines pacíficos de su programa, considerando las sanciones occidentales como "ilegales e infundadas".