En una clase de estudios sociales, cuando estaba en el colegio, un compañero tan despistado como yo, clamaba por una respuesta militar ante no me acuerdo qué problema con Nicaragua.
El profesor le insistía en los valores nacionales, normas jurídicas (como la Constitución) y los grandes logros que hemos tenido gracias a no tener ejército (ya que es un gasto enorme en el presupuesto público, que aquí se invierte en educación).
Pero el amigo no entendía.
Pero el amigo no entendía.
Entonces un compañero que había estado de intercambio, con mayor visión de mundo, lo noqueó en público "lo que pasa es que usted cree que la guerra es como las películas de Rambo, donde usted mata a todos y ninguno lo mata a usted, si acaso un rasguño al final de la película para que la machota guapa lo cure después de la batalla, y después se revuelcan apasionadamente".
El guerrerista calló porque se sintió desenmascarado.
Los ticos de hoy no sabemos lo que es una guerra; pérdida de derechos y garantías, destrucción de hogares, gente humilde sacrificada en el frente de batalla, corrupción rampante en el gasto militar, enfermedad y ruina.
Los ticos de hoy no sabemos lo que es una guerra; pérdida de derechos y garantías, destrucción de hogares, gente humilde sacrificada en el frente de batalla, corrupción rampante en el gasto militar, enfermedad y ruina.
Pregúntenle a los nicas cómo entre Somoza, Ortega y Pastora desbarataron todo su país.
Si usted quiere guerra vaya a pelearla. Diríjase a los buses Caribeños y compre un boleto a Puerto Viejo de Sarapiquí, cuando llegue se va para el muelle y espera la lancha que va para el San Juan, estando allá puede intimidar con un grito guerrero, sacar el machete, la flecha y el armamento, tomar las dragas, someter a los militares, hacerlos prisioneros de guerra, recuperar la isla, levantar la bandera nacional y volver a San José para que las nenas se derritan por su hazaña.
No se vale pedir que manden policías o que vayan otros. Tampoco esperar el permiso de nadie, usted es muy libre para llenarse de gloria por la Patria.
Pero la verdad es que el Rambo criollo tal vez no supere la picadura masiva de mosquitos, los oscurísimos ruidos de la noche, no tener señal en el celular, sin dejar de lado el combate militar contra un ejército profesional.
Si usted quiere guerra vaya a pelearla. Diríjase a los buses Caribeños y compre un boleto a Puerto Viejo de Sarapiquí, cuando llegue se va para el muelle y espera la lancha que va para el San Juan, estando allá puede intimidar con un grito guerrero, sacar el machete, la flecha y el armamento, tomar las dragas, someter a los militares, hacerlos prisioneros de guerra, recuperar la isla, levantar la bandera nacional y volver a San José para que las nenas se derritan por su hazaña.
No se vale pedir que manden policías o que vayan otros. Tampoco esperar el permiso de nadie, usted es muy libre para llenarse de gloria por la Patria.
Pero la verdad es que el Rambo criollo tal vez no supere la picadura masiva de mosquitos, los oscurísimos ruidos de la noche, no tener señal en el celular, sin dejar de lado el combate militar contra un ejército profesional.
No es lo mismo verla venir que tenerla adentro.
Tampoco es válido invocar la historia para vivir engañado. Cuando Juanito Mora dirigió a Costa Rica contra los filibusteros el país tenía cuatro años profesionalizando el que llegó a ser el ejército más preparado de Centroamérica, en 1854 el 25% del presupuesto nacional se gastó en armamento comprado a Inglaterra, se contrataron ingenieros militares europeos para entrenar con nuevas técnicas de combate, superando el esquema español y, para 1856, el 9 % de la población estaba enlistada.
Tampoco es válido invocar la historia para vivir engañado. Cuando Juanito Mora dirigió a Costa Rica contra los filibusteros el país tenía cuatro años profesionalizando el que llegó a ser el ejército más preparado de Centroamérica, en 1854 el 25% del presupuesto nacional se gastó en armamento comprado a Inglaterra, se contrataron ingenieros militares europeos para entrenar con nuevas técnicas de combate, superando el esquema español y, para 1856, el 9 % de la población estaba enlistada.
No fue ningún rejuntado místico de campesinos ni una tea piromaniaca lo que venció a Walker.
Con el pasar de los años el ejército vino a menos, sufriendo una brutal derrota -que no se celebra ni la enseñan en la escuela- contra Panamá en 1921 y perdiendo el golpe de Estado en 1948, luego de eso fue abolido constitucionalmente (para nuestro bien, nuestro orgullo y nuestra seguridad).
A un ejército profesional no se le enfrenta con policías ni civiles.
Con el pasar de los años el ejército vino a menos, sufriendo una brutal derrota -que no se celebra ni la enseñan en la escuela- contra Panamá en 1921 y perdiendo el golpe de Estado en 1948, luego de eso fue abolido constitucionalmente (para nuestro bien, nuestro orgullo y nuestra seguridad).
A un ejército profesional no se le enfrenta con policías ni civiles.
Un país como el nuestro busca la presión diplomática y el Derecho Internacional.
Se comprende que el tema es la cortina de humo perfecta para ambos gobiernos, pero deberían ser prudentes, que no se vayan a pasear en los dos pueblos.
El que quiera pelear que vaya a Siria, ahí en cualquier bando lo aceptan.
El que quiera pelear que vaya a Siria, ahí en cualquier bando lo aceptan.
http://www.ficcionblog.com/2013/09/costa-rica-nicaragua-conflicto-frontera.html