Las calles turcas han vivido más de 90 marchas contra la represión y en apoyo a los manifestantes de la plaza Taksim de Estambul.
El ministro del Interior turco, Muammer Güler, ha informado de que se han efectuado 939 detenciones en las más de 90 manifestaciones que se han celebrado este sábado en Turquía para protestar contra la represión de los manifestantes de la plaza Taksim de Estambul.
Varias ciudades de Turquía, sobre todo Estambul y Ankara, han vivido violentas manifestaciones con decenas de miles de personas protestando contra el Gobierno.
La tensión ha llegado a niveles tan altos que la policía ha decidido retirarse de algunas de las plazas.
Mientras que en Estambul las manifestaciones tuvieron lugar en la céntrica plaza de Taksim y el adyacente parque Gezi, en Ankara miles de estudiantes ocuparon la también céntrica plaza de Kizilay, donde decenas de personas han resultado heridas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
En Estambul el objetivo de las protestas era salvar uno de los pocos espacios verdes del centro de la ciudad de la especulación urbanística, pero su desalojo en la madrugada del viernes desencadenó una batalla campal con la policía que duró sin interrupción hasta la media tarde local del sábado.
Barricadas levantadas en las arterias comerciales de la ciudad y el lanzamiento de adoquines, repelidos por chorros de agua a presión y grandes dosis de gases lacrimógenos, mantuvieron en vilo a la población durante toda la noche, bajo el compás de las caceroladas en numerosos barrios.
Aunque el motivo inicial fue salvar el parque, ahora los manifestantes piden la dimisión del Gobierno, al que consideran dictatorial por recurrir a la violencia policial.
"No sé si salvaremos el parque, pero ya se trata de que nos salvemos nosotros", opinó una funcionaria que considera estas protestas "las mayores que se han dado en Estambul", al menos desde la llegada al poder de Erdogan, en 2003.
Mientras que en Estambul las manifestaciones tuvieron lugar en la céntrica plaza de Taksim y el adyacente parque Gezi, en Ankara miles de estudiantes ocuparon la también céntrica plaza de Kizilay, donde decenas de personas han resultado heridas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
En Estambul el objetivo de las protestas era salvar uno de los pocos espacios verdes del centro de la ciudad de la especulación urbanística, pero su desalojo en la madrugada del viernes desencadenó una batalla campal con la policía que duró sin interrupción hasta la media tarde local del sábado.
Barricadas levantadas en las arterias comerciales de la ciudad y el lanzamiento de adoquines, repelidos por chorros de agua a presión y grandes dosis de gases lacrimógenos, mantuvieron en vilo a la población durante toda la noche, bajo el compás de las caceroladas en numerosos barrios.
Aunque el motivo inicial fue salvar el parque, ahora los manifestantes piden la dimisión del Gobierno, al que consideran dictatorial por recurrir a la violencia policial.
"No sé si salvaremos el parque, pero ya se trata de que nos salvemos nosotros", opinó una funcionaria que considera estas protestas "las mayores que se han dado en Estambul", al menos desde la llegada al poder de Erdogan, en 2003.