Estados Unidos acusa a China de “robo” en el ciberespacio, y ha subrayado que un ataque cibernético contra el país norteamericano podría dar lugar a una respuesta militar en el mundo real.
“El nicho particular de China en el ciberespacio se considera el robo de la propiedad intelectual”, señaló el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Martin Dempsey.
El general estadounidense hizo hincapié en que cualquier ataque cibernético contra Estados Unidos no provocaría necesariamente una respuesta en el ciberespacio y Washington puede recurrir a un contraataque militar en el aire, el mar, el espacio o la tierra.
En abril el Pentágono acusó directamente a China y su Ejército de hackear los sistemas informáticos del Gobierno estadounidense, mientras que Pekín niega enérgicamente las acusaciones.
La acusación y la amenaza se producen en medio del escándalo existente en Estados Unidos sobre las recientes revelaciones del ex asistente técnico de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) Edward Snowden, acerca de los programas de espionaje de Washington en todo el mundo.
Snowden filtró el 6 de junio una serie de documentos que revelaban que un programa electrónico de vigilancia del Gobierno de EE.UU., conocido como PRISM, permite a la NSA acceder a conversaciones privadas mantenidas en Facebook, Google, Skype y otros servicios online.
El ex asistente técnico de la CIA declaró, también, que las agencias de espionaje de EE.UU., espían los mensajes de texto de los clientes de los operadores de telecomunicaciones chinos.
ash/kt/msf
“El nicho particular de China en el ciberespacio se considera el robo de la propiedad intelectual”, señaló el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Martin Dempsey.
El general estadounidense hizo hincapié en que cualquier ataque cibernético contra Estados Unidos no provocaría necesariamente una respuesta en el ciberespacio y Washington puede recurrir a un contraataque militar en el aire, el mar, el espacio o la tierra.
En abril el Pentágono acusó directamente a China y su Ejército de hackear los sistemas informáticos del Gobierno estadounidense, mientras que Pekín niega enérgicamente las acusaciones.
La acusación y la amenaza se producen en medio del escándalo existente en Estados Unidos sobre las recientes revelaciones del ex asistente técnico de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) Edward Snowden, acerca de los programas de espionaje de Washington en todo el mundo.
Snowden filtró el 6 de junio una serie de documentos que revelaban que un programa electrónico de vigilancia del Gobierno de EE.UU., conocido como PRISM, permite a la NSA acceder a conversaciones privadas mantenidas en Facebook, Google, Skype y otros servicios online.
El ex asistente técnico de la CIA declaró, también, que las agencias de espionaje de EE.UU., espían los mensajes de texto de los clientes de los operadores de telecomunicaciones chinos.
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