El militar estadounidense John Russell, acusado de haber asesinado en mayo de 2009 a cinco de sus compañeros en Irak, se declaró culpable el lunes en una corte marcial.
En una corte militar del estado de Washington (noroeste), el sargento John Russell reconoció por primera vez que “había matado a esas personas”; una aceptación en el marco de un acuerdo para evitar la pena capital.
Russell, en principio negó ser el autor de la muerte de tres soldados y dos médicos, en un incidente que ocurrió en una clínica especializada en enfermos mentales de la base Camp Liberty (la base estadounidense más grande en el territorio iraquí) en Bagdad, capital de Irak.
“Estaba furioso, no recuerdo haber sido presa de la cólera, pero sé que todas las personas que me vieron desde el exterior dijeron que yo estaba furioso”, admitió el acusado ante los jueces, además de recordar que había estado cien por ciento decidido a suicidase.
Por su parte las autoridades militares indicaron que la pena máxima a la que podía ser sentenciado Russell es la cadena perpetua sin posibilidad de liberación anticipada, ya que, justificaron, el incidente podría ser resultado del estrés originado en el campo de batalla.
En la última década ha aumentado el número de militares norteamericanos con problemas psicológicos tras la implicación de este país en dos guerras, Afganistán e Irak. Así mismo, se ha registrado un creciente incremento en la tasa de suicidios entre estos soldados.
En una corte militar del estado de Washington (noroeste), el sargento John Russell reconoció por primera vez que “había matado a esas personas”; una aceptación en el marco de un acuerdo para evitar la pena capital.
Russell, en principio negó ser el autor de la muerte de tres soldados y dos médicos, en un incidente que ocurrió en una clínica especializada en enfermos mentales de la base Camp Liberty (la base estadounidense más grande en el territorio iraquí) en Bagdad, capital de Irak.
“Estaba furioso, no recuerdo haber sido presa de la cólera, pero sé que todas las personas que me vieron desde el exterior dijeron que yo estaba furioso”, admitió el acusado ante los jueces, además de recordar que había estado cien por ciento decidido a suicidase.
Por su parte las autoridades militares indicaron que la pena máxima a la que podía ser sentenciado Russell es la cadena perpetua sin posibilidad de liberación anticipada, ya que, justificaron, el incidente podría ser resultado del estrés originado en el campo de batalla.
En la última década ha aumentado el número de militares norteamericanos con problemas psicológicos tras la implicación de este país en dos guerras, Afganistán e Irak. Así mismo, se ha registrado un creciente incremento en la tasa de suicidios entre estos soldados.
