A mediados de marzo, El Nuevo Diario publicó la información sobre decenas de nicaragüenses que eran llevados a Costa Rica con la promesa de obtener un buen ingreso por la recolección de naranjas, pero que ya en el lugar, les pagaban una cantidad ínfima y tenían incluso que comprar la comida
Monseñor Leopoldo Brenes Solórzano, Arzobispo de Managua, reprochó con severidad el maltrato al que algunos finqueros costarricenses someten a los nicaragüenses que llegan a ese país en busca de un empleo.
“Los nicaragüenses no llegan a robar, llegan a trabajar, a dar su sudor para el bienestar económico de ese pueblo (Costa Rica)”, dijo monseñor Brenes en declaraciones a los periodistas.
A mediados de marzo, El Nuevo Diario publicó la información sobre decenas de nicaragüenses que eran llevados a Costa Rica con la promesa de obtener un buen ingreso por la recolección de naranjas, pero que ya en el lugar, les pagaban una cantidad ínfima y tenían incluso que comprar la comida.
Con base en esta información, autoridades del Ministerio del Trabajo de Costa Rica recorrieron varias fincas, y el viernes pasado aseguraron que encontraron a 600 nicas, en algunas de ellas en condiciones infrahumanas, con salarios por debajo del mínimo, y algunos comiendo solo una vez al día.
Monseñor Brenes calificó como una “lástima” que productores del vecino país del sur exploten de manera laboral a quienes llegan a contribuir con el bienestar del pueblo costarricense.
Los nicaragüenses mencionados, además de recibir una paga inferior al salario mínimo establecido en ese país, también están hacinados y consumen sus alimentos en un ambiente antihigiénico, perjudicial para la salud.
Demandan castigo
El coordinador de la Red Para Migrantes, Jorge Estrada, consultado vía telefónica por El Nuevo Diario, demandó que las autoridades castiguen con severidad a quienes desde el territorio nicaragüense participan en la contratación de mano de obra para ser explotada en Costa Rica.
“Eso (explotar a trabajadores) es trata de mano de obra en la modalidad de explotación, y debe ser castigada con la cárcel por nuestras autoridades”, insistió Estrada al ser consultado vía telefónica.
Los obreros nicas explotados por finqueros costarricenses son contactados en Nicaragua por intermediarios o subcontratistas, quienes pagan anuncios en radios locales ofreciéndoles buen salario y buenas condiciones de trabajo, denunciaron las autoridades laborales de la nación vecina.
El promotor de los derechos de los migrantes señaló que situaciones dolorosas como la vivida por los compatriotas podría ser superada con la creación de más empleos en el país, pero también con salarios dignos.
Estrada dijo que independientemente de la ilegalidad migratoria en que se encuentran los trabajadores nicas en Costa Rica, las autoridades de la embajada nicaragüense a través del consulado en esa nación, están en la obligación de asistirlos para que se les respeten sus derechos laborales.
Obispo pendiente
Monseñor Leopoldo Brenes reveló a los periodistas que él se mantiene en comunicación con sus colegas de Costa Rica sobre este tema, es decir, sobre la situación de los nicaragüenses que laboran en aquel país.
El Arzobispo capitalino aseguró que cuando tengan una nueva oportunidad volverá a hablar con los obispos costarricenses para que estos exhorten a quienes cometen abuso laboral contra los nicaragüenses, a que desistan de esa práctica anticristiana.
Trata de mano de obra
Explotar a trabajadores es trata de mano de obra en la modalidad de explotación, y debe ser castigada con la cárcel, dijo Jorge Estrada, de la Red para Migrantes.
Monseñor Leopoldo Brenes Solórzano, Arzobispo de Managua, reprochó con severidad el maltrato al que algunos finqueros costarricenses someten a los nicaragüenses que llegan a ese país en busca de un empleo.
“Los nicaragüenses no llegan a robar, llegan a trabajar, a dar su sudor para el bienestar económico de ese pueblo (Costa Rica)”, dijo monseñor Brenes en declaraciones a los periodistas.
A mediados de marzo, El Nuevo Diario publicó la información sobre decenas de nicaragüenses que eran llevados a Costa Rica con la promesa de obtener un buen ingreso por la recolección de naranjas, pero que ya en el lugar, les pagaban una cantidad ínfima y tenían incluso que comprar la comida.
Con base en esta información, autoridades del Ministerio del Trabajo de Costa Rica recorrieron varias fincas, y el viernes pasado aseguraron que encontraron a 600 nicas, en algunas de ellas en condiciones infrahumanas, con salarios por debajo del mínimo, y algunos comiendo solo una vez al día.
Monseñor Brenes calificó como una “lástima” que productores del vecino país del sur exploten de manera laboral a quienes llegan a contribuir con el bienestar del pueblo costarricense.
Los nicaragüenses mencionados, además de recibir una paga inferior al salario mínimo establecido en ese país, también están hacinados y consumen sus alimentos en un ambiente antihigiénico, perjudicial para la salud.
Demandan castigo
El coordinador de la Red Para Migrantes, Jorge Estrada, consultado vía telefónica por El Nuevo Diario, demandó que las autoridades castiguen con severidad a quienes desde el territorio nicaragüense participan en la contratación de mano de obra para ser explotada en Costa Rica.
“Eso (explotar a trabajadores) es trata de mano de obra en la modalidad de explotación, y debe ser castigada con la cárcel por nuestras autoridades”, insistió Estrada al ser consultado vía telefónica.
Los obreros nicas explotados por finqueros costarricenses son contactados en Nicaragua por intermediarios o subcontratistas, quienes pagan anuncios en radios locales ofreciéndoles buen salario y buenas condiciones de trabajo, denunciaron las autoridades laborales de la nación vecina.
El promotor de los derechos de los migrantes señaló que situaciones dolorosas como la vivida por los compatriotas podría ser superada con la creación de más empleos en el país, pero también con salarios dignos.
Estrada dijo que independientemente de la ilegalidad migratoria en que se encuentran los trabajadores nicas en Costa Rica, las autoridades de la embajada nicaragüense a través del consulado en esa nación, están en la obligación de asistirlos para que se les respeten sus derechos laborales.
Obispo pendiente
Monseñor Leopoldo Brenes reveló a los periodistas que él se mantiene en comunicación con sus colegas de Costa Rica sobre este tema, es decir, sobre la situación de los nicaragüenses que laboran en aquel país.
El Arzobispo capitalino aseguró que cuando tengan una nueva oportunidad volverá a hablar con los obispos costarricenses para que estos exhorten a quienes cometen abuso laboral contra los nicaragüenses, a que desistan de esa práctica anticristiana.
Trata de mano de obra
Explotar a trabajadores es trata de mano de obra en la modalidad de explotación, y debe ser castigada con la cárcel, dijo Jorge Estrada, de la Red para Migrantes.