Pablo Gonzalez

Guerra de EEUU contra Irak dejó más de cien mil víctimas

ANDES – Este miércoles 20 de marzo se cumplen 10 años de la guerra emprendida por Estados Unidos (EE.UU.) contra Irak, durante la gestión del entonces presidente George W. Bush (2000-2008). Una década después, han sido reveladas numerosas pruebas de la manipulación y el engaño utilizados por Washington para invadir este país.

En el año 2003, las Fuerzas Armadas de EE.UU. -junto a otros países aliados- atacaron Irak y derrocaron al Gobierno de Saddam Hussein, con el pretexto de buscar unas “armas de destrucción masiva” que jamás fueron encontradas, y también “liberar” al pueblo iraquí.

Durante la acción militar murieron más de cien mil iraquíes (134 mil), incluyendo civiles, mujeres y niños. En 2010, la página WikiLeaks hizo públicos documentos del Departamento de Defensa sobre esta guerra y la ocupación estadounidense que se extendió hasta diciembre de 2009.

Los documentos revelan, entre otros asuntos, el uso sistemático de torturas, la cifra de 109 mil 032 muertos en Irak -de los que 66 mil 081 fueron civiles, 23 mil 984 “enemigos“ etiquetados como “insurgentes”; 15 mil 196 agentes de las fuerzas del gobierno iraquí y tres mil 771 “amigos” de las fuerzas de la coalición.

Días atrás, un reportaje documental de la cadena británica BBC reveló que las agencias de inteligencia británica (MI6) y estadounidense (CIA) sabían que Irak no contaba con un programa activo de armas de destrucción masiva.

En 2003, tanto Bush como el entonces primer ministro británico, Tony Blair, aseguraron al mundo que, de acuerdo con datos de la inteligencia, “el programa de armas nucleares, químicas y biológicas iraquí se encontraba operativo y en expansión”.

El reportaje confirma, asimismo, que tres meses antes de la guerra un agente del MI6 se reunió con el jefe de inteligencia de Hussein, Tahir Jalil Habbush Al-Tikriti, y tras el encuentro afirmó que “Irak no alberga ese tipo de armamento (nuclear)”.

Por otro lado, el secretario general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) para esa fecha, el egipcio Mohamed El Baradei, defendió este martes que el organismo que presidía “nunca declaró que Irak poseyera armas de destrucción masiva”.

“Diez años después, la guerra de Irak sigue siendo un acto de engaño”, afirmó El Baradei en su cuenta Twitter, responsabilizado en su momento por haber apoyado la invasión de ese país árabe.

Para el egipcio, la acción fue un indicio de un “sistema de seguridad global disfuncional, un sistema de justicia criminal inconsistente y un colosal irrespeto por las víctimas civiles”.

¿Fin de la guerra?

Una década después de la invasión, tanto Washington como Londres aseguran que liberaron al pueblo iraquí del “régimen criminal” de Hussein. Sin embargo, fue tras la guerra que Irak ha devenido uno de los países más violentos e inseguros del mundo y es escenario cotidiano de cruentos atentados por pugnas confesionales, regionales, étnicas y políticas.

Este martes, en un acto frente a la Casa Blanca, cientos de miembros de organizaciones defensoras de los derechos humanos condenaron las acciones de guerra de Washington y exigieron una restitución de daños para todas las víctimas y afectados.

La presidenta y fundadora de la Fundación de Mujeres por la Libertad de Irak (OWFI, por su sigla en inglés), Yanar Mohammed, denunció que “el gobierno estadounidense trató de justificar la guerra diciendo que podían traer la democracia a nuestro país. En vez de eso, trajeron violencia y una división más sectaria”.

Además de los probados casos de torturas y abusos en cárceles iraquíes y de las muertes de miles de civiles como “daño colateral”, la Casa Blanca también carga con masacres, abusos y torturas cometidas por miembros de las empresas de seguridad privadas, contratadas por el Pentágono, que aún hoy están exentas de cualquier responsabilidad penal.

Doble rasero de Obama

El actual presidente estadounidense, Barack Obama, hizo de su oposición a la invasión una de las fortalezas durante la campaña electoral de 2008, enfrentándose a su rival demócrata, Hillary Clinton, quien había votado a favor de la guerra como senadora.

Su doble rasero quedó demostrado este martes, cuando públicamente reivindicó la invasión y saludó a los estadounidenses que pelearon en Irak, argumentando que su sacrificio permitió a los iraquíes “forjar su propio futuro”.

“Honramos la memoria de los cerca de cuatro mil 500 estadounidenses que realizaron el máximo sacrificio al dar al pueblo iraquí la oportunidad de forjar su propio futuro, después de tantos años de dificultades”, aseguró Obama en un comunicado.

Oposición pública

Una década después de la operación “Libertad iraquí”, un sondeo de opinión de la encuestadora Gallup reveló que 53 por ciento de los estadounidenses cree que su país “cometió un error enviando tropas a luchar en Irak”, mientras que el 42 por ciento considera que no lo fue.

Esta cifra es menor que el 63 por ciento alcanzado en 2008, que marca la máxima oposición expresada por los participantes desde que Gallup comenzó a realizar esta consulta en 2003.

Aunque los estadounidenses se mostraron a favor de la guerra inicialmente, con un apoyo superior al 70 por ciento en los primeros meses, la tendencia cambió a partir de 2004. Mientras que desde 2005 la mayoría considera que el conflicto fue un error.

La encuesta, realizada entre el 7 y el 10 de marzo a una muestra de más de mil adultos elegidos al azar, tiene un margen de error de cuatro puntos porcentuales.

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