Pablo Gonzalez

¿Un papa a favor o en contra de América Latina?



ALBA TV / APORREA – La designación del cardenal argentino Jorge Bergoglio como papa Francisco continúa levantando polémica. 
 
Mientras casi todos los gobiernos de la región lo han considerado una noticia muy positiva, en su propio país no son pocas las opiniones críticas hacia el primer papa latinoamericano. 
 
También se plantean diferentes visiones ante el significado de este hecho histórico.

El próximo martes a la mañana, Francisco dará la misa inaugural de su pontificado, lo que constituye un acontecimiento excepcional, considerando que es el primer Papa -entre 266- nacido en el continente americano.
 
 Y el primero en más de mil trescientos años que no es europeo.

Apenas conocida la noticia, varios jefes de Estado y ministros de gobiernos de América latina, de distintos signo político, señalaron que se trataba de una buena noticia para la región. 
 
Además de la condición de latinoamericano, se destacó ampliamente su sencillez y la expectativa que el nombramiento genera con relación a un acercamiento de la Iglesia al pueblo.

Al mismo tiempo, circularon diversas opiniones sobre el pasado del Papa, y su eventual vinculación con la dictadura militar.

Sobre este tema, desde el campo progresista, el nuevo Papa ha sido respaldado por los brasileños Frei Betto y Leonardo Boff, quienes se mostraron esperanzados por su designación y alabaron elección del nombre, inspirado en San Francisco de Asís, que indicaría una mayor afinidad con los pobres. Boff además citó las declaraciones del respetado defensor de los derechos humanos Adolfo Pérez Esquivel, quien negó que Bergoglio haya estado involucrado con la dictadura.

De todas maneras, el periodista Horacio Verbitsky, columnista del diario argentino Página/12, viene argumentando con documentos su denuncia sobre la complicidad de Bergoglio con el gobierno militar. En el período 1976-1983, el saldo de la represión dejó alrededor de 30 mil secuestrados y asesinados, cuyos cuerpos fueron “desaparecidos”.

La Iglesia vuelve a mirar a América Latina

Pero no son sólo los cuestionamientos por un pasado -cuanto menos- poco crítico ante la dictadura los que enfrenta Francisco. 
 
También se señalan sus posiciones conservadoras en materia de derechos civiles, en particular de oposición al matrimonio igualitario y a la despenalización del aborto. Además de un interrogante general en cuanto a por qué la Iglesia, institución poco proclive al cambio si las hay, decide virar su mirada hacia América Latina.

Antonio Fenoy, profesor de Teología, ex sacerdote y coordinador del Seminario de Teología de la Liberación en la Universidad Nacional de La Plata, expresó a ALBA TV que “la Iglesia católica, después de la apertura que significó el Concilio Vaticano II, se sintió desbordada por distintas situaciones como por ejemplo, el encuentro entre el cristianismo y los procesos revolucionarios en América Latina, expresados en la Teología de la Liberación. 
 
Eso trajo como respuesta, a partir de la elección de Juan Pablo II, un proyecto restauracionista, primero acompañado por alguien profundamente carismático y de gestos cercanos como Woyjtila y luego profundizado definitivamente por Benedicto XVI, ya con un carácter de cruzado en busca de cerrar filas al interior de la institución”.

Esta estrategia, según Fenoy, no tuvo resultado, “porque tanto los problemas financieros y de cercanía a la mafia, como los escándalos por la pedofilia, hicieron que los fieles se alejaran lentamente. La renuncia de Ratzinger marca el fracaso de ese proyecto”.
 
 Ante esta situación, “necesitaban alguien hábil, que sepa manejar el poder, alejado de las roscas vaticanas y con un perfil más popular, pero sin dejar la matriz conservadora.
 
 Ese es Bergoglio, un tipo que ya con dos o tres gestos de austeridad y cercanía se metió en el bolsillo a todo el mundo. Pero la cabeza es la misma, y eso es muy peligroso”.

Fenoy considera que “van a existir muchos cambios en las formas, ya los está haciendo con su manera austera y sencilla de presentarse. 
 
Seguramente meterá mano en la curia romana y enfrentará los grandes problemas internos, pero no se pueden esperar cambios de fondo. Está formado en la misma matriz doctrinal que sus antecesores”.

El profesor, que en agosto de 2012 participó en Caracas del Encuentro Internacional sobre Espiritualidad liberadora, sostuvo que la designación de Bergoglio implica una disputa de la Iglesia conservadora por las conciencias.
 
“Bergoglio es a los procesos latinoamericanos lo que fue Woyjtila al bloque socialista. La disputa en este continente será por las conciencias, para quebrar todo lo que huela a socialismo. Y Bergoglio tiene capacidad para llevarlo adelante”, señaló.

Martín Obregón, historiador argentino y autor de la investigación “Entre la cruz y la espada. La Iglesia Católica durante los primeros años del Proceso”, coincide con esta mirada. Consultado por ALBA TV, Obregón sostiene que “Bergoglio es, ante todo, un político muy hábil, un gran negociador, esperó este momento muy pacientemente y trabajó para eso. 
 
Aparece claramente como una figura de consenso, alejada de los sectores más tradicionalistas -que en la Iglesia argentina de hoy están expresados por el arzobispo Héctor Aguer-, aunque es claramente un conservador. 
 
Creo que la definición que ha circulado acerca de él como un ’conservador populista’ es bastante adecuada”.

“Si lo que la jerarquía eclesiástica pretendía con la elección del nuevo Papa era dar una señal de renovación, qué mejor candidato que uno que proviniera de América Latina, que fuera jesuita y que tuviera un perfil y un estilo de conducción absolutamente diferente al de Benedicto XVI”.

“Seguramente en el Vaticano han tomado nota de su capacidad para conducir a los diferentes sectores de la Iglesia argentina”, apuntó Obregón. “La elección no es para nada casual, apunta a revitalizar a la Iglesia en una región muy politizada y donde el catolicismo está perdiendo mucho terreno. 
 
Creo también que las muestras de religiosidad popular que se manifiestan por fuera de la institución (muy claras en ocasión de los funerales de Chávez) también son tenidas en cuenta en la elección de Bergoglio”.

“En la actualidad, América Latina constituye una región de fundamental importancia para la jerarquía de la Iglesia”, expresa Obregón en un escrito reciente”. 
 
No sólo por el hecho -para nada menor por otra parte- de aglutinar a más del 40% de la población católica a nivel mundial, sino debido a la importancia política y social que adquirió el subcontinente en la última década, a partir de la emergencia de formidables procesos de movilización de masas que pusieron en jaque a los regímenes neoliberales y sentaron las bases de proyectos populares y antiimperialistas como los que tienen lugar en la actualidad en Venezuela, Bolivia y Ecuador.
 
 En la mayor parte de los países latinoamericanos, una Iglesia tradicionalmente vinculada a las clases dominantes locales y al poder económico y financiero se opuso a estos procesos de movilización popular, profundizando su pérdida de arraigo social y resistiendo mal el avance de las religiones no católicas”.

A pesar de mostrarse esperanzado en que Bergoglio “será coherente con la inspiración de San Francisco de Asís”, Frei Betto también se refirió a este tema: “Espero que no sea una nueva estrategia del neoliberalismo para América del Sur, con los procesos de Chávez, Cristina, Correa, Evo, Lula y otros”, señaló, destacando que “ahora, América Latina es un problema para el sistema y para la Casa Blanca con todos sus gobiernos progresistas”.

Primeros pasos

Un día después de su elección, Bergoglio dio una misa en la que hizo una convocatoria al pueblo católico a fortalecer su fe. “Si no profesamos a Jesucristo nos convertiremos en una ONG compasiva”, señaló.

En segundo día como Papa, se reunió con los 114 cardenales presentes en el cónclave que lo eligió como líder de la Iglesia Católica. Allí elogió a Ratzinger, su predecesor, porque “revigorizó la Iglesia con su fe, sus conocimientos y su humildad» y volvió a expresar su preocupación porque la institución recupere terreno en la consideración pública. 
 
“Todos nosotros vamos a tratar de responder con fe para llevar a Jesucristo a la humanidad y para traer a la humanidad a regresar a Cristo, a la Iglesia”, expresó.

Según trascendió en las últimas horas, Francisco fue electo por amplia mayoría: de los 115 cardenales, en el quinto intento habría obtenido más de 90% votos, luego de cuatro votaciones en las que ningún cardenal logró alcanzar los dos tercios necesarios. 
 
De esta manera se concretó el primer nombramiento que involucra a un hombre nacido en nuestra región, quien pronto comenzará a responder con hechos políticos los interrogantes surgidos desde el 13 de marzo de 2013.

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