La esposa del exagente el FBI Robert Levinson, desaparecido misteriosamente hace casi seis años en Irán, ha hecho públicas este martes varias fotografías de su esposo recibidas hace dos años que, asegura, son las últimas pruebas de vida que recibió de su marido, reporta AFP.
En las imágenes se ve a Levinson con un uniforme naranja como los usados por los presos de la cárcel de Guantánamo, despeinado y con una poblada barba blanca, sujetando un cartel en el que se lee: «Por qué no pueden ayudarme».
Las fotos fueron enviadas a la emisora Radio Free Europe/Radio Liberty, que a su vez las hizo llegar a Christine Levinson en abril del año 2011.
La mujer decidió en aquel momento no difundirlas: «No eran más que fotos sin ninguna indicación sobre su objetivo, no había razones para hacerlas públicas porque no nos ayudaban en nada», ha explicado.
«Esa fue la última vez que tuvimos datos sobre Bob y pienso que es un momento importante para pensar en lo que hemos tratado de hacer para entender lo que esa gente quiere de nosotros», añadió Christine, convencida de que su marido aún sigue vivo.
El exagente, que cumplirá próximamente 65 años, retirado del FBI hace más de 10 años, desapareció el 9 de marzo de 2007 en la isla de Kish, en Irán, mientras investigaba supuestamente el contrabando de cigarrillos como detective privado para un «grupo importante», según la version ofdicial norteamericana.
El año pasado, el director del FBI había ofrecido una recompensa de un millón de dólares por información que ayudase a localizarlo.
«Esa fue la última vez que tuvimos datos sobre Bob y pienso que es un momento importante para pensar en lo que hemos tratado de hacer para entender lo que esa gente quiere de nosotros», añadió Christine, convencida de que su marido aún sigue vivo.
El exagente, que cumplirá próximamente 65 años, retirado del FBI hace más de 10 años, desapareció el 9 de marzo de 2007 en la isla de Kish, en Irán, mientras investigaba supuestamente el contrabando de cigarrillos como detective privado para un «grupo importante», según la version ofdicial norteamericana.
El año pasado, el director del FBI había ofrecido una recompensa de un millón de dólares por información que ayudase a localizarlo.