La XXII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno comenzó oficialmente este viernes en la sureña ciudad española de Cádiz, sin la presencia esenciale de seis jefes de Estado: Argentina, Uruguay, Venezuela, Cuba, Paraguay y Guatemala.
Sin embargo, el ex presidente del Gobierno José María Aznar será el único exmandatario español que acuda esta tarde a la ceremonia de inauguración y a la cena que celebrará posteriormente y que estará presidida por el Rey borbón.
Según el diario madrileño ABC, Aznar aprovechará su presencia en los actos institucionales de la Cumbre para mantener citas bilaterales con varios de los jefes de Estado iberoamericanos que también asistirán a la cita, aunque estas reuniones no obedecen a contenido de actualidad política “sino a los especiales lazos de amistad que Aznar mantiene con algunos de estos líderes”.
El expresidente del Partido Popular neo-franquista, además, ha llegado a Cádiz en el avión presidencial del líder colombiano, Juan Manuel Santos. Ambos han llegado a la Cumbre provenientes de Valencia donde Santos fue galardonado con el XX Premio de Convivencia de la Fundación Manuel Broseta en reconocimiento a su «incesante labor en la lucha contra el terrorismo de las FARC, para conseguir la paz y la reparación de las víctimas».
Por otro lado, participarán como invitados espaciales la representante de la Unión Europea para la política exterior, Catherine Ashton, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
El encuentro se extenderá hasta el día sábado, marcado por la debacle financiera que afecta con severidad las economías de España y Portugal, los dos miembros europeos de esta comunidad que nació hace más de dos décadas.
Por tercera ocasión, el rey Juan Carlos de Borbón será el anfitrión de una cita iberoamericana, mientras el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, lo será por primera vez.
El uruguayo José Mujica y la argentina Cristina Fernández excusaron su ausencia debido a motivos de salud, mientras Hugo Chávez, de Venezuela, y Raúl Castro, de Cuba, no podrán asistir por compromisos gubernamentales.
Por su parte, el presidente paraguayo, Federico Franco, no acudirá para no entorpecer la presencia de otros países que le han vetado en organizaciones latinoamericanas, tras la destitución de su predecesor, Fernando Lugo.
Finalmente, el jefe de Estado guatemalteco, Otto Pérez Molina, manifestó que no puede asistir para poder atender la emergencia de su país, recientemente afectado por un terremoto de magnitud 7.4 en la escala de Richter.
Los temas de todas las naciones abarcan desde el impacto de las políticas de crecimiento aplicadas en la reducción de la pobreza, la creación de oportunidades para las poblaciones vulnerables, la generación de empleo, el impulso del desarrollo de infraestructuras y el fomento a la expansión internacional de las pequeñas y medianas industrias como motor de crecimiento.
Algunos de los mandatarios latinoamericanos comenzaron a llegar el jueves a Cádiz, mientras el resto lo hará este viernes. Todos estarán presentes en la inauguración oficial que se realizará en el Gran Teatro Falla.
Esta cita de 2012 pretende dar un “nuevo impulso” al foro iberoamericano, creado a iniciativa de España y México en 1991, y que ha ido perdiendo interés entre sus miembros, como refleja el alto nivel de ausencias registrado en algunas de sus últimas ediciones.
Desde la creación de estas Cumbres, las realidades de ambas regiones han cambiado, ya que hace 20 años América Latina miraba a sus socios europeos como un ejemplo de integración y pujanza, mientras que actualmente los roles se han invertido, y la primera región está más unida y en pleno auge económico.
Según el diario madrileño ABC, Aznar aprovechará su presencia en los actos institucionales de la Cumbre para mantener citas bilaterales con varios de los jefes de Estado iberoamericanos que también asistirán a la cita, aunque estas reuniones no obedecen a contenido de actualidad política “sino a los especiales lazos de amistad que Aznar mantiene con algunos de estos líderes”.
El expresidente del Partido Popular neo-franquista, además, ha llegado a Cádiz en el avión presidencial del líder colombiano, Juan Manuel Santos. Ambos han llegado a la Cumbre provenientes de Valencia donde Santos fue galardonado con el XX Premio de Convivencia de la Fundación Manuel Broseta en reconocimiento a su «incesante labor en la lucha contra el terrorismo de las FARC, para conseguir la paz y la reparación de las víctimas».
Por otro lado, participarán como invitados espaciales la representante de la Unión Europea para la política exterior, Catherine Ashton, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
El encuentro se extenderá hasta el día sábado, marcado por la debacle financiera que afecta con severidad las economías de España y Portugal, los dos miembros europeos de esta comunidad que nació hace más de dos décadas.
Por tercera ocasión, el rey Juan Carlos de Borbón será el anfitrión de una cita iberoamericana, mientras el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, lo será por primera vez.
El uruguayo José Mujica y la argentina Cristina Fernández excusaron su ausencia debido a motivos de salud, mientras Hugo Chávez, de Venezuela, y Raúl Castro, de Cuba, no podrán asistir por compromisos gubernamentales.
Por su parte, el presidente paraguayo, Federico Franco, no acudirá para no entorpecer la presencia de otros países que le han vetado en organizaciones latinoamericanas, tras la destitución de su predecesor, Fernando Lugo.
Finalmente, el jefe de Estado guatemalteco, Otto Pérez Molina, manifestó que no puede asistir para poder atender la emergencia de su país, recientemente afectado por un terremoto de magnitud 7.4 en la escala de Richter.
Los temas de todas las naciones abarcan desde el impacto de las políticas de crecimiento aplicadas en la reducción de la pobreza, la creación de oportunidades para las poblaciones vulnerables, la generación de empleo, el impulso del desarrollo de infraestructuras y el fomento a la expansión internacional de las pequeñas y medianas industrias como motor de crecimiento.
Algunos de los mandatarios latinoamericanos comenzaron a llegar el jueves a Cádiz, mientras el resto lo hará este viernes. Todos estarán presentes en la inauguración oficial que se realizará en el Gran Teatro Falla.
Esta cita de 2012 pretende dar un “nuevo impulso” al foro iberoamericano, creado a iniciativa de España y México en 1991, y que ha ido perdiendo interés entre sus miembros, como refleja el alto nivel de ausencias registrado en algunas de sus últimas ediciones.
Desde la creación de estas Cumbres, las realidades de ambas regiones han cambiado, ya que hace 20 años América Latina miraba a sus socios europeos como un ejemplo de integración y pujanza, mientras que actualmente los roles se han invertido, y la primera región está más unida y en pleno auge económico.