"DEL CACAO AL CORDOBA ORO"
BREVE RESEÑA DE LA HISTORIA DE LA MONEDA EN NICARAGUA
P r e s e n t a c i ó n
Esta publicación ha sido recopilada de las siguientes obras: Dr. Luis Cuadra Cea, "Aspectos Históricos de la Moneda en Nicaragua"; Guillermo de la Rocha, "Breve Ensayo sobre la Numismática Nicaragüense, y Dr. Ildefonso Palma Martínez, "Moneda y Bancos de Nicaragua".
Ella conlleva la finalidad de poner en manos del lector una breve reseña histórica de la Numismática en nuestro país, la que se remonta a nuestro pasado precolombino del Cacao, "Theobroma Cacao", "bebida de los dioses", según el naturalista sueco Linneo, para pasar por los "Tepuztles", los "Tzontles", las "macuquinas", los "tostones" y toda la exótica y variada gama de la Numismática española que sustentó durante siglos la vida económica de la Nicaragua colonial, hasta llegar al "Córdoba" con sus 3 capítulos de historia; el Córdoba desde su aparición hasta 1979.
El Córdoba de la década de los 80 y el Córdoba "ORO" en el contexto del Programa del Gobierno de Salvación Nacional, como redefinición de la estrategia económica de la nación para su reinserción en el sistema económico mundial con miras al siglo XXI y a las futuras generaciones redimidas del pecado original del fraticidio atávico.
Del cacao al Córdoba Oro La moneda al igual que muchísimas cosas e instituciones, es producto de la imaginación de los hombres.
Pedro Gual Vallalbi
I. ANOTACIONES SOBRE NUESTRA PRIMERA MONEDA EL CACAO
Cuando los conquistadores españoles no imaginaban aún la existencia del "Nuevo Mundo", que en realidad era ya un "Mundo Maduro" cargado de sabiduría y de imaginación, nuestros antepasados indígenas utilizaban el cacao como medio de intercambio en la compra-venta de artículos necesarios para su subsistencia.
Como unidad monetaria el cacao se dividía en "Contle" o "Tzontle", equivalente a 400 almendras; 20 "Contles" formaban un "Xiquipil", o sea 8,000 almendras; y una carga la componían 3 "Xiquipiles", o sean 24,000 almendras.
El cacao, que según el cronista Oviedo y Valdés, fue traído a Nicaragua por los niquiranos, fue en un principio patrón monetario monopolizado por los caciques y por los nobles, al extremo de que como alimento en forma de chocolate o como uno de los ingredientes de la bebida nacional "el tiste", era prohibitivo al pueblo por su alto costo y por las dificultades para su obtención.
Desaparecido el monopolio precolombino del cacao por efectos de la conquista española, el uso de este producto se generalizó a todas las clases sociales, especialmente en las españolas que lo estimaban mucho.
Continuó de moneda entre conquistadores y conquistados, aún en las calidades más ínfimas o inútiles para el consumo, por la demanda especial que como alimento tenían las calidades superiores.
Al momento de la colonización española se daban 160 granos de cacao por un real de plata sencillo.
Se sabe también que en el siglo XVIII los indígenas daban 200 almendras de cacao por un real sencillo.
Se tiene información oficial de que en ese mismo siglo se carecía de numerario en varias Provincias centroamericanas, a extremos de que había imposibilidad de recaudar los impuestos porque solamente el cacao circulaba, situación que se prolongó hasta muy avanzado el siglo XVIII.
Durante la Guerra Nacional contra los filibusteros de William Walker (1855 a 1857), se encareció tanto el cacao por el abandono y la destrucción de los cultivos, que diez granos de cacao valían un real de plata o diez centavos.
Su circulación como moneda se prohibió en Nicaragua por Decreto Ejecutivo del 29 de marzo de 1869, en el que se designa ese producto con el nombre popular de "moneda chilacate" y "moneda curra".
Sin embargo, se hizo imposible evitar su circulación por la falta de moneda acuñada aún cuando desde 1840 se había iniciado en Nicaragua la circulación de los centavos de los Estados Unidos de América, los que eran importados a cambio de cueros de res y de añil.
II. ASIMILACION DE LA MONEDA ESPAñOLA
Después del descubrimiento y la conquista, se inicia en América la vida civil y la administración colonial. Entonces es cuando los indígenas conocieron las monedas españolas, pero como éstas eran escasas al principio, procedieron los comerciantes de México a la factura de pequeños discos de oro o de plata marcados con el peso del ducado, osea el "real de a ocho español".
Como tal signo carecía de la pureza metálica necesaria, se falsificaron muy pronto y tanto legítimos como falsificados fueron popularmente llamados "pesos" y por su igualdad de pesantez con el ducado, se hizo también extensivo a éste el distintivo de "peso", con cuyo nombre pasó a ser después unidad monetaria en las Repúblicas Americanas.
Conforme los Españoles iban ocupando territorio americano, hacían venir monedas de España, las que les servían para las transacciones entre ellos mismos.
Las bases eran, primero el maravedí, luego el real; el castellano, el ducado y la dobla o doblón.
BREVE RESEÑA DE LA HISTORIA DE LA MONEDA EN NICARAGUA
P r e s e n t a c i ó n
Esta publicación ha sido recopilada de las siguientes obras: Dr. Luis Cuadra Cea, "Aspectos Históricos de la Moneda en Nicaragua"; Guillermo de la Rocha, "Breve Ensayo sobre la Numismática Nicaragüense, y Dr. Ildefonso Palma Martínez, "Moneda y Bancos de Nicaragua".
Ella conlleva la finalidad de poner en manos del lector una breve reseña histórica de la Numismática en nuestro país, la que se remonta a nuestro pasado precolombino del Cacao, "Theobroma Cacao", "bebida de los dioses", según el naturalista sueco Linneo, para pasar por los "Tepuztles", los "Tzontles", las "macuquinas", los "tostones" y toda la exótica y variada gama de la Numismática española que sustentó durante siglos la vida económica de la Nicaragua colonial, hasta llegar al "Córdoba" con sus 3 capítulos de historia; el Córdoba desde su aparición hasta 1979.
El Córdoba de la década de los 80 y el Córdoba "ORO" en el contexto del Programa del Gobierno de Salvación Nacional, como redefinición de la estrategia económica de la nación para su reinserción en el sistema económico mundial con miras al siglo XXI y a las futuras generaciones redimidas del pecado original del fraticidio atávico.
Del cacao al Córdoba Oro La moneda al igual que muchísimas cosas e instituciones, es producto de la imaginación de los hombres.
Pedro Gual Vallalbi
I. ANOTACIONES SOBRE NUESTRA PRIMERA MONEDA EL CACAO
Cuando los conquistadores españoles no imaginaban aún la existencia del "Nuevo Mundo", que en realidad era ya un "Mundo Maduro" cargado de sabiduría y de imaginación, nuestros antepasados indígenas utilizaban el cacao como medio de intercambio en la compra-venta de artículos necesarios para su subsistencia.
Como unidad monetaria el cacao se dividía en "Contle" o "Tzontle", equivalente a 400 almendras; 20 "Contles" formaban un "Xiquipil", o sea 8,000 almendras; y una carga la componían 3 "Xiquipiles", o sean 24,000 almendras.
El cacao, que según el cronista Oviedo y Valdés, fue traído a Nicaragua por los niquiranos, fue en un principio patrón monetario monopolizado por los caciques y por los nobles, al extremo de que como alimento en forma de chocolate o como uno de los ingredientes de la bebida nacional "el tiste", era prohibitivo al pueblo por su alto costo y por las dificultades para su obtención.
Desaparecido el monopolio precolombino del cacao por efectos de la conquista española, el uso de este producto se generalizó a todas las clases sociales, especialmente en las españolas que lo estimaban mucho.
Continuó de moneda entre conquistadores y conquistados, aún en las calidades más ínfimas o inútiles para el consumo, por la demanda especial que como alimento tenían las calidades superiores.
Al momento de la colonización española se daban 160 granos de cacao por un real de plata sencillo.
Se sabe también que en el siglo XVIII los indígenas daban 200 almendras de cacao por un real sencillo.
Se tiene información oficial de que en ese mismo siglo se carecía de numerario en varias Provincias centroamericanas, a extremos de que había imposibilidad de recaudar los impuestos porque solamente el cacao circulaba, situación que se prolongó hasta muy avanzado el siglo XVIII.
Durante la Guerra Nacional contra los filibusteros de William Walker (1855 a 1857), se encareció tanto el cacao por el abandono y la destrucción de los cultivos, que diez granos de cacao valían un real de plata o diez centavos.
Su circulación como moneda se prohibió en Nicaragua por Decreto Ejecutivo del 29 de marzo de 1869, en el que se designa ese producto con el nombre popular de "moneda chilacate" y "moneda curra".
Sin embargo, se hizo imposible evitar su circulación por la falta de moneda acuñada aún cuando desde 1840 se había iniciado en Nicaragua la circulación de los centavos de los Estados Unidos de América, los que eran importados a cambio de cueros de res y de añil.
II. ASIMILACION DE LA MONEDA ESPAñOLA
Después del descubrimiento y la conquista, se inicia en América la vida civil y la administración colonial. Entonces es cuando los indígenas conocieron las monedas españolas, pero como éstas eran escasas al principio, procedieron los comerciantes de México a la factura de pequeños discos de oro o de plata marcados con el peso del ducado, osea el "real de a ocho español".
Como tal signo carecía de la pureza metálica necesaria, se falsificaron muy pronto y tanto legítimos como falsificados fueron popularmente llamados "pesos" y por su igualdad de pesantez con el ducado, se hizo también extensivo a éste el distintivo de "peso", con cuyo nombre pasó a ser después unidad monetaria en las Repúblicas Americanas.
Conforme los Españoles iban ocupando territorio americano, hacían venir monedas de España, las que les servían para las transacciones entre ellos mismos.
Las bases eran, primero el maravedí, luego el real; el castellano, el ducado y la dobla o doblón.
Cuadros de Equivalencias
I.
EQUIVALENCIAS
|
GRANOS DE CACAO
|
Una Mano | 5 |
Un Quinque | 15 |
Un Tzontly | 40 |
Un Xiquipili | 8000 |
Una Carga | 24000 |
DENOMINACIóN ESPAñOLA
|
EXPRESIóN NUMéRICA
|
GRANOS DE CACAO
|
Real | 1 | 160 |
Medio | ½ | 80 |
Cuartillo | ¼ | 40 |
Maravedí | 1/36 | 5 |
Blanca | 1/68 | 2 |
III. SE FUNDA PRIMERA CASA DE MONEDA EN MEXICO
Por cédula Real del 11 de mayo de 1535 se creó la primera Casa de Moneda en Ciudad México y se acuñaron allí en 1536 las primeras monedas del tipo "Carolus et Johanna", de un cuartillo, un medio, 1, 2 y 3 reales.
Para proveer de medios de cambio a las crecientes necesidades de estos países, España además de establecer Fundiciones y Casas de Moneda, prohibió que en los tratos se usase el oro en polvo, en placas y en lingotes, y orientó que se les sustituyera por monedas acuñadas, entre las que se popularizó el "tostón", o sea la moneda del tipo "Carolus et Johanna" de 4 reales.
En Nicaragua abundan las escrituras de compras de terrenos y de medidas de tierras estatales de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX que expresan los valores en "tostones".
Así se lee en el Libro de Tributos que Nicaragua pagaba a la Corona de Castilla en el siglo XVII, donde se hace constar que los contribuyentes pagaron "el tostón al Rey".
El "tostón" era una moneda redonda de peso irregular, con el canto liso.
Tenía en el anverso el escudo de armas de Castilla y León, con la corona real en la parte superior y abajo la inscripción: "Carolus et Johanna Reyes Hispanorum et Indiorum" y en el anverso, una alegoría de dos columnas puestas sobre las olas del mar, cada una con una corona real y la divisa del Rey "Plus Ultra", repartida de tres en tres.
A partir de la primera emisión de monedas americanas de "Corte español", como es la de "Carolus et Johanna", comienza realmente la producción masiva de las monedas llamadas "Macuquinas" o "Macacos", que significa fea o deforme, pero los fraudes y falsificaciones contínuas de esta moneda dieron como resultado se prohibiera su circulación, mediante Real Cédula expedida el 1 de Octubre de 1650, que disponía se recogiesen y se enviasen a la Península para reacuñarlas en moneda de buena ley.
En 1663 otra Real Providencia prohibió la circulación de las monedas ''macuquinas" de dos reales (de a doce), lo que obligó a la población a regresar al primitivo sistema de trueque.
Esta situación fue agravada por Real Providencia de 1678, que recordaba que no solamente la moneda de 2 reales, sino también las de 1 real debían ser enviadas a México para sustituirlas por otras.
A consecuencia de esto, en 1680 el talón-cacao se encontraba en todo su vigor en muchas partes de Centroamérica.
IV. SE FUNDA CASA DE MONEDA EN GUATEMALA
El 20 de septiembre de 1714, el Presidente de la Real Audiencia, Don Toribio Cosío, Marqués de Torre Campo, convocó a una sesión de notables con el fin de proponer a su Majestad, el Rey Don Felipe V, el Animoso, la creación de una Casa de Moneda en Guatemala.
Esta concesión fue otorgada en 1731, pero no fue sino hasta 1773 que se acuñó la primera moneda que fue de cinco doblones de a diez y seis escudos cada una.
Estas monedas tenían en el anverso el busto de Felipe V, por orla "PHILIPVS V. DEI GRATIA. HISPANIARVM ET INDIARVM ET REX", y en el reverso las armas de los Reyes de España.
Por una Ordenanza del 9 de Junio de 1728, se permitió a las colonias que no dispusiesen del equipo necesario, acuñar las "Macuquinas", que eran monedas trabajadas a martillo sobre una cinta de plata que luego se cortaba en pedazos cuadrados.
Al principio esta moneda se llamó moneda de cruz y también fue conocida con el nombre de "vellón", posiblemente por haber sido inventada por el Dr. Vellerino en el año 1598.
Dicha moneda no tenía cordoncillo ni orla y por haber sido desplazada por las monedas circulares posteriores, quedó solamente para el uso de los indígenas, quienes pagaban con ellas el tributo.
Como ya se dijo anteriormente, la moneda "Macuquina" se prestaba con frecuencia al fraude, ya que era cercenada por los maestros plateros.
Por ello aparecen actualmente muchos ejemplares con esa irregularidad que el Rey quiso remediar mediante la disposición de que se acuñase sólo moneda circular, pero aún ésta fue objeto de cortes irregulares, por lo que se llama también moneda trozada o cortada.
Estas monedas dejaron de fabricarse en 1731 y quedaron sirviendo únicamente para el pago de impuestos a la corona.
Por Real Cédula de 1751, se mandó a acuñar en Guatemala la moneda circular conocida con el nombre de "columnaria", nombre derivado de las dos columnas de Hércules que figuraban en estas monedas.
El 25 de Julio de 1760 se da la proclamación de Carlos 111, obsequiándose al público por tal suceso, monedas conmemorativas.
Luego, por Real Ordenanza del 18 de Marzo de 1771 se dispone la acuñación de monedas con el busto del Monarca, conocidas como "peluconas" o de "busto", y que sustituían en la moneda "columnaria" las dos columnas de Hércules por el busto de Carlos III.
Según Kurt Prober, autor de la Historia de la Numismática de Guatemala, el cambio se originó con el objeto de diferenciar la nueva moneda con la "columnaria", en vista de que ésta última había sido "secretamente" devaluada por el Monarca.
En América estas monedas se dejaron de acuñar oficialmente hasta la fecha de nuestra Independencia en 1821, en tiempos de Fernando VII.
INDEPENDENCIA DE CENTROAMERICA - PRIMERAS MONEDAS DE LA REPUBLICA FEDERAL
Fue durante el reinado de Fernando VII que se cristaliza el 15 de septiembre de 1821, uno de los acontecimientos políticos más importantes de nuestra historia: La Independencia.
El Acta de Independencia en uno de sus considerandos acuerda emitir una moneda conmemorativa en cuyo anverso aparece una matrona que simboliza la Historia y en el reverso, entre otras alegorías, la leyenda: "E1 libre ofrece paz, pero el siervo jamás".
De la independencia del reino español pasamos a la dependencia del régimen mexicano de Iturbide, período en el que se acuñan en Guatemala y en Honduras, monedas imperiales sumamente interesantes para la Numismática centroamericana.
No es sino el 1 de Julio de 1824 en que se proclama la República Federal con el nombre de "Provincias Unidas del Centro de América".
Se dispone entonces rehabilitar la Casa de Moneda en Guatemala, con lo que se inicia un nuevo período monetario con las monedas de la Federación, "las más bellas y significativas de todas las que fueron acuñadas en América".
El 19 de marzo de 1824, la Asamblea Nacional Constituyente promulga un Decreto Legislativo para la emisión del primer ejemplar Numismático de la Centroamérica Republicana, en cuyo primer considerando se prohibe en adelante la acuñación de monedas "con el busto, escudo de armas o cualesquiera otros emblemas que sean propios y distintivos de la monarquía española".
El Decreto en cuestión señala que en el anverso de la nueva moneda "aparecerá una cordillera de cinco volcanes y al lado derecho un sol comenzando a descubrirse", como símbolo del inicio de la emancipación completa. Para el reverso señala que "presentará un árbol como emblema de la libertad".
El grabado del árbol con la leyenda "Libre Crezca Fecundo" que figura en estas primeras monedas republicanas, representa la ceiba, árbol sagrado y cosmogónico de la teología indígena, dedicado al Dios Quetzalcoatl, y sostenedor de los cuatro ángulos del mundo, con su follaje del poder y de la ciencia aborígenes.
Cuando los países integrantes de la República Centroamericana decidieron por su cuenta independizarse en el año 1839, algunos de ellos iniciaron la emisión de monedas llamadas "provisionales", que tenían las mismas características de la moneda "Centroamericana".
VI. LA PRIMERA MONEDA NACIONAL: EL CENTAVO
El 16 de Noviembre de 1878 el gobierno de Don Pedro Joaquín Chamorro decreta la emisión de la primera moneda nacional: "El Centavo", aunque a ésta le antecede el centavo de cobre del Mercado de León emitido en 1859, pero que era de carácter local.
Este centavo de 1878 se componía de tres cuartas partes de cobre y una cuarta parte de níquel.
Su acuñación fue confiada al Sr. Alejandro Cotheal, Cónsul de Nicaragua en Nueva York, y en su reverso se notan las mismas características del centavo americano.
Como monedas de importancia posteriores a la emitida en 1878, vale la pena mencionar las monedas de plata de 20, 10 y 5 centavos acuñadas en 1880 con "un cañón" debajo del escudo y las de 1887 con "dos cañones" debajo del escudo.
VII. LOS PRIMEROS BILLETES NACIONALES
El 2 de Abril de 1879 se emite un Decreto Ejecutivo que marca una nueva etapa en la historia de las finanzas y de la Numismática en nuestro país, al decretarse la emisión de los primeros billetes nacionales con el nombre de BILLETES DEL TESORO, hecho acaecido por disposición del Presidente General Joaquín Zavala y que un año después serían cambiados por los primeros billetes litografiados.
A propósito de los billetes, el Dr. Luis Cuadra Cea en su libro Aspectos Históricos de la Moneda en Nicaragua, refiere que: "Marco Polo en su libro de viajes conocido como El Millón por las numerosas maravillas que relata, refiere que en la China se usaban los billetes desde centenares de años antes de Cristo".
VIII. 1888: ABREN SUS PUERTAS LOS DOS PRIMEROS BANCOS DEL PAIS
El 23 de Febrero de 1888 abre sus puertas el primer Banco Comercial del País con el nombre de Banco de Nicaragua. En Noviembre de ese mismo año se funda en la ciudad de León el Banco Agrícola Mercantil, el segundo que operaba en Nicaragua con capital privado y que quebró un año después por la falta de pago de sus deudores.
Al quebrar el Banco Agrícola Mercantil quedó una regular cantidad de billetes nuevos sin circular, los que fueron incautados por la Junta de Gobierno al estallar la Revolución en León el 24 de Febrero de 1896 contra el gobierno del General José Santos Zelaya, por lo que son los primeros billetes obsidionales -moneda de plaza sitiada- de Nicaragua.
A su vez, el gobierno de Zelaya desconoció tales billetes -apodados "chancheros" o "guacamoles"por Decreto Ejecutivo del 26 de marzo de 1896.
Los siguientes acontecimientos políticos originados por la Revolución estallada el 11 de octubre de 1909, obligaron al General Zelaya a deponer el Mando Presidencial de la República en el Dr. José Madriz bajo cuyo gobierno se reconoció la validez de los billetes "chancheros", sobrenombre con que el ingenio popular designa en nuestros días a los billetes con poco valor adquisitivo.
Las "Contraseñas" o monedas particulares
Un dato interesante y sumamente revelador es que aparte de las monedas que circulaban en Nicaragua emitidas mediante Leyes o Decretos oficiales, a fines del siglo XIX y comienzos del XX, circularon también en nuestro país las "contraseñas", que no eran sino monedas particulares que los hacendados mandaban acuñar con el objeto de pagar con ellas a sus jornaleros.
Los trabajadores a su vez no podían hacer uso de esta moneda fuera de los límites de la hacienda, pues sólo eran válidas para comprar en el Comisariato de la propiedad.
En la Colección Numismática del Banco Central de Nicaragua se pueden apreciar diferentes "contraseñas" por diversos valores, como las de José Vita de Matagalpa, Desiderio Román de Jinotepe, la de H - Prado y Maliaños que vale por un celemín de café, las de Clemente Cabezas, David Morice e Ingenio Dolores, entre otras.
IX. LA CONVERSION MONETARIA DE 1912 - NACE "EL CORDOBA"
El 20 de marzo de 1912, siendo Adolfo Díaz Presidente, se opera en Nicaragua la Conversión Monetaria que adopta como unidad de cambio el "CORDOBA". Promulgada la Ley de Conversión Monetaria, los Billetes del Tesoro fueron cambiados gradualmente por la nueva moneda que tenía un tipo de cambio igual al del dólar americano.
El Córdoba fue llamado así en recuerdo del segundo apellido del Conquistador español, natural de Córdoba, Capitán Francisco Hernández de Córdoba, fundador de las ciudades de Santiago de Granada y de Santiago de León de los Caballeros, capital de la naciente Provincia de Nicaragua.
Este Decreto del 20 de marzo de 1912, señalaba que se emitirían monedas de Diez Córdobas conteniendo un gramo y seiscientos setenta y dos miligramos de oro de nueve décimos de ley y monedas de Un Córdoba que contendrían veinticinco gramos de plata.
El Córdoba-oro no fue acuñado porque se hizo la observación de que su emisión sería costosa al erario nicaragüense, además de que su circulación se vería reducida porque el pueblo prefería usarlo en forma de alhajas o atesorarlo sin ninguna inversión económica.
Se acuñó sí el Córdoba de plata de 25 gramos.
Con la no emisión del Córdoba-oro, el sistema quedaba reducido al monometalismo de plata, pero con la facilidad de convertirlo en "oro", por medio de un sistema que estaba ya preestablecido.
El 28 de febrero de 1913 se acuerda la emisión de billetes de varias denominaciones con las efigies de Manuel Antonio de la Cerda, Miguel Larreynaga, General Fernando Chamorro, General Tomás Martínez y General José Dolores Estrada, entre otros.
A esta fecha el Banco Nacional era ya Banco Nacional de Nicaragua Incorporado, hecho ocurrido en 1911.
El 21 de Junio de 1926 el Presidente de la República Emiliano Chamorro, decreta que la palabra "peso" empleada por el pueblo para denominar la unidad monetaria básica del país, se tendrá como término equivalente al Córdoba.
De 1912 a 1931 el Córdoba se mantuvo en paridad con el dólar americano, exceptuando ciertos períodos de fluctuación relativamente cortos.
De 1931 a 1935 subió gradualmente el tipo de cambio del Córdoba, siendo ésta alza gradualmente acelerada durante 1936.
La moneda nacional de hecho había sido demeritada, a pesar de que la Ley Monetaria de 1912, que estableció la paridad del Córdoba con el dólar de los Estados Unidos, no había sido modificada.
LA REFORMA MONETARIA DE 1940
El 26 de Octubre de 1940, siendo Presidente de Nicaragua, Anastasio Somoza García, se acuerda otra Reforma Monetaria que deroga la de 1912.
El Córdoba deja su paridad con el dólar americano para tener relación de cambio con el oro físico y sólo equivalencia con el dólar americano.
Se toma asimismo el régimen de papel moneda respaldado.
Además de los billetes, se acuñan monedas de níquel y de cobre con el busto de Francisco Hernández de Córdoba en el anverso y en el reverso el escudo de la antigua Federación rodeado de la frase "En Dios Confiamos".
Por Decreto del 8 de Mayo de 1946 se ponen en circulación billetes de quinientos Córdobas, por primera vez con la efigie de nuestro máximo poeta, Rubén Darío.
En Enero de 1961 abre sus puertas el Banco Central de Nicaragua, asumiendo las funciones de banco emisor que había venido desempeñando hasta la fecha el Banco Nacional de Nicaragua, y en Abril de 1962 se autoriza la primera impresión de billetes del Banco Central por medio del American Bank Note Company.
XI. LA LEY DE CONVERSION MONETARIA DE 1988
Desde 1979 en que arribó al poder el F.S.L.N. el Córdoba comenzó a sufrir un deterioro paulatino sostenido.
La historia de la inflación moderna alcanzó niveles de récord mundial y el CORDOBA pasó a ser la muestra por excelencia de cómo una moneda supera el récord de inflación internacional.
Desde Abril de 1979 se produjo la primera devaluación oficial después de un largo período de estabilización y libertad cambiaria.
XII. EN LA APERTURA DEL 90: EL CORDOBA "ORO"
Nicaragua abre la década del 90 bajo la Administración Presidencial de Doña Violeta Barrios de Chamorro, y el Plan del Gobierno de Salvación Nacional dentro de la estabilización y ajuste estructural, incluye la emisión del Córdoba "ORO" que a partir del 13 de agosto de 1990, pasa a convertirse en un nuevo medio circulante, expresado en la misma moneda Córdoba, con paridad igualitaria al dólar estadounidense, su aparición en el escenario nacional, pasa a darle continuidad a la intensa y en muchos aspectos, excepcional historia de la Numismática Nicaragüense.
BIBLIOGRAFIA
CUADRA CEA, Luis. Aspectos históricos de la moneda en Nicaragua Managua, BANCO CENTRAL DE NICARAGUA, 2 v. empastados en un sólo tomo. ilus.
PALMA MARTINEZ, Ildefonso. Moneda y Bancos en Nicaragua. Managua, Imprenta Nacional, 1975. 84p.
ROCHA, Guillermo de la. Breve ensayo sobre la Numismática de Nicaragua. (En cuadernos Universitarios, Segunda Serie, No. 18, Septiembre de 1976, p. 93-117)
--
Publicado por Carlos Alberto Salgado Gomez para Carlos Alberto Salgado Gomez el 9/13/2012 12:57:00 p.m.