Pablo Gonzalez

Nicaragua: Narcos mexicanos eran del cártel «Los Charros»


Con la captura de los 18 mexicanos disfrazados de periodistas de Teleivisa, el Cartel mexicano de Los Charros, del grupo de la Familia Michoacana, que tiene tentáculos en Centroamérica, fracasó en su intento por volver a asentarse en Nicaragua y usarnos como ruta de tránsito de la droga.

Esparcidos en narcoestaciones instaladas en Nicaragua, Costa Rica y Guatemala, y encubiertos como patrocinadores de iglesias evangélicas, ferreteros o transportistas, hombres y mujeres de Los Charros siguieron un libreto diseñado por el mexicano Gabriel Maldonado Siller, ex miembro de la Policía Federal de México, y crearon un estructura que lavó dinero y traficó drogas de Venezuela y Colombia a América del Norte por Centroamérica.

La historia de Los Charros aparece ahora ligada a los líos entre contrabandistas de drogas de Nicaragua y Costa Rica, que provocaron el atentado en el que pereció el cantautor argentino Facundo Cabral, y a la falsificación de documentos de identidad obtenidos por narcotraficantes con supuesto apoyo de un magistrado suplente del poder electoral nicaragüense, Julio Osuna.

Los Charros, cártel del narcotráfico dirigido desde Guatemala y vinculado a la Familia Michoacana, una de las más fuertes narcomafias de México, está integrado por mexicanos, guatemaltecos, salvadoreños, nicaragüenses, costarricenses y colombianos.

En Nicaragua fueron desarticulados y parte de ellos procesados a 27 años de prisión por narcotráfico, blanqueo de capitales y crimen organizado.

El cártel de Los Charros fue dirigido por el guatemalteco Juan Ortiz Chamaliel, capturado en abril de 2011 en Guatemala y extraditado a Estados Unidos, y que las operaciones quedaron a cargo de una mujer, llamada Tana o La Doña cuyo representante en Nicaragua era Maldonado.

El documento añade que Maldonado "fue Policía Federal en México y estuvo detenido seis años en Texas, Estados Unidos, por el delito de tráfico de drogas". 
 
En Nicaragua, el mexicano cumplió "funciones de reclutamiento de nuevos contactos que tengan posibilidades de abrir rutas" del narcotráfico en Costa Rica y en Nicaragua para trasladar estupefacientes a Guatemala.

Maldonado "dirigía en Nicaragua a una expresión fuerte del narcotráfico internacional, para lo cual contaba con el apoyo de una red que fue estructurando con nacionales y extranjeros", aseguró el fiscal nicaragüense Javier Morazán Chavarría en la acusación. Maldonado "es el encargado de dirigir la expresión del cártel guatemalteco conocido como Los Charros", acotó.

El Palidejo y compañía

La narcoestructura, denominada Grupo Fresa y desarticulada por la policía nicaragüense, era dirigida por el costarricense Alejandro Jiménez, alias El Palidejo, preso en Guatemala y acusado de ser autor intelectual de la muerte de Cabral, en julio de 2011.

Los Charros estuvieron relacionados con Osuna y otras 10 personas que, como integrantes del Grupo Fresa, fueron capturadas el 26 de mayo por sospechas de integrar una cadena que traficó cocaína de Colombia a México y EU vía Centroamérica, falsificó documentos y legitimó capitales con empresas fantasmas.

En su exposición de hechos del caso que derivó en la condena a Los Charros, "la nueva modalidad de los narcotraficantes es poner a nombre de iglesias los vehículos y propiedades".
 
 Una fundación religiosa fue identificada por la Fiscalía como parte de las operaciones.

Pero ahora, quieren usar el nombre de medios de comunicación.

¿Querían matar a Fariñas?

El diario costarricense La Extra dijo tener información de que la intención de este grupo era ingresar al juicio para aprovechar el traslado de Henry Fariñas, ejecutarlo y luego escapar.

Antes de que compareciera el primer testigo, los hermanos Henry y Karla Fariñas protestaron a gritos ante la jueza Adela Auxiliadora Cardoza Bravo porque fueron llevados nuevamente esposados a la sala de juicio 2, 3 y 4 del Juzgado II de Distrito Penal de Juicios de Managua.

A la protesta se les unieron otros imputados y la situación obligó a que llamaran y se hicieran presentes más efectivos de Policía Nacional, tanto a lo interno de la sala como a la parte externa del Complejo Judicial donde los francotiradores subidos en los techos tomaron posiciones, por ser considerado por las autoridades judiciales como un intento de fuga.

Fariñas en un momento de frustración la emprendió contra la jueza que no se inmutó antes los gritos... 
 
"Suelten mis manos ya me tienen donde querían no me voy a ir ni van a venir por mí, no sé porque tanto miedo, necesito estar cómodo para poder escuchar lo que dicen. 
 
Es un circo lo que está montando la fiscalía, llamaron a medio mundo para difundir las mentiras que dicen, saldré libre y demostrare que soy inocente", alegó. 
 

Informe Pastrán

 

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