Pablo Gonzalez

Familia cubanoamericana estafa por 60 millones a Medicare


Eran las 6 de la mañana del 9 de septiembre del 2011 cuando tres agentes de un equipo especial del Buró Federal de Investigaciones (FBI) realizó un operativo simultáneo en dos suntuosas mansiones del sur de la Florida.
 
 El propósito: arrestar a los esposos cubanoamericanos Roberto y Olga Esther González, y al hijo de ambos, Fabián, por estafar al Medicare, el programa para ancianos y discapacitados financiado por los contribuyentes, señala un articulo del Miami Herald.

La redada contra los González fue el primer golpe certero de las autoridades para llevar ante la justicia a un clan familiar que hizo pagar $60 millones al programa gubernamental de salud por servicios innecesarios o tratamientos que nunca se brindaron.

Mediante una red de especialistas y reclutadores de beneficiarios del Medicare, la clínica de los González, Nany Home Health Inc., en el suroeste de Miami-Dade, falsificó registros médicos para apoyar la presentación de cuentas falsas y fraudulentas. 
 
También emitió recetas, planes de servicios y certificaciones para terapia a domicilio que sólo quedaban en el papel.

Según la Fiscalía, el fraude se inició en enero del 2006 y se prolongó hasta mediados de noviembre del 2009. 
 
El Medicare, que por aquellos años era conocido por aprobar rápidamente y con pocas verificaciones las cuentas de sus proveedores, cubrió supuestas atenciones y tratamientos de aproximadamente 1,500 pacientes registrados por Nany Home Health.

Las pruebas reunidas por la Fiscalía no dejaron muchas opciones para que los González pudieran evitar el peso de la justicia. Roberto, de 61 años, Olga Esther, de 57, y Fabián, de 38, fueron acusados de confabularse para estafar al Medicare. 
 
El clan se declaró culpable de los cargos en un intento desesperado para que la jueza Ursula Ungaro mostrara misericordia y compasión en su veredicto.

Sus cálculos no dieron resultados. 
 
En una audiencia realizada en abril pasado el matrimonio fue sentenciado a 120 y 87 meses de prisión, respectivamente. 
 
Asimismo se les ordenó el pago de una reparación de $40 millones y tres años de libertad supervisada tras sus condenas de prisión.

Fabián, quien dirigía un departamento de “Control de Calidad” que, a su vez, prestaba servicios a la clínica de sus padres, recibió una sentencia de 87 meses de cárcel.

Los fiscales dijeron que el complejo esquema de los González les permitió amasar grandes recursos de manera eficaz e inmediata a través de la supuesta atención de pacientes con problemas de diabetes y otras complicaciones. 
 
Según un informe conjunto del FBI, el Departamento de Justicia y el Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS), los González incluso adecuaron un programa de cómputo para inflar cuentas fraudulentas al programa de salud federal.

“Otra parte única y sorprendente de este fraude es que tenían un sistema basado en computadora que genera y rellena las hojas de enfermería que se utilizan para facturar al Medicare”, indicó la Fiscalía.

Las condenas contra los González también pusieron fin a una vida llena de excentricidades, lujos y diversiones que la familia cubría sin mayores problemas y hacía extensivo a familiares y amigos cercanos.

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