Andes – Un guion conocido en Ecuador, implementó en Bolivia el gobierno de los Estados Unidos, a través de la USAID (Agencia de los EE.UU. para el desarrollo Internacional, por sus siglas en ingles), con el financiamiento de programas de monitoreo de la libertad de prensa y formación de periodistas.
Cables diplomáticos filtrados por Wikileaks revelan que bajo el vago titulo de “Democracia”, se permitía a instituciones estatales y privadas de Estados Unidos financiar actividades con partidos políticos y organizaciones no gubernamentales, armar programas de “monitoreo de la libertad de prensa” y de formación de periodistas.
Según el Gobierno del presidente Evo Morales, ese era el puente por el que el departamento de Estado norteamericano fogoneaba campañas de prensa en su contra.
En Ecuador, este rol lo cumple la “Fundación Andina para la observación y el estudio de medios”, Fundamedios. Esta organización cuya cabeza visible, César Ricaurte (foto), fue un tenaz crítico de los excesos de los medios de comunicación, pero, posteriormente, se alineó a los intereses de estos y comparte la misma agenda de los políticos opositores al régimen.
Ricaurte y la organización que dirige recibe financiamiento de la USAID y mantiene programas de monitoreo y observación de medios para generar alertas a organismos internacionales, generalmente, pintando un calamitoso estado de la libertad de expresión.
Otros programas que desarrolla esta ong son de fortalecimiento de la sociedad civil, capacitación de periodistas y “libertades informativas. Entre sus donantes está la National Endowment for Democracy (NED), Grupo Faro, IFEX, el Banco del Pichincha, y la televisora Ecuavisa.
César Ricaurte –ahora convertido por los medios a los que antes criticaba en una especie de adalid de la libertad de expresión-, figuraba junto a otros periodistas de medios privados (Carlos Jijón, Jorge Ortiz, Alfredo Negrete), como informante de la Embajada de Estados Unidos en Quito, según cables de Wikileaks.
Volviendo a Bolivia, el 9 de julio de 2009, el Ministerio de Planificación y Desarrollo informó a la Embajada de Estados Unidos la suspensión de los programas de “Democracia” de la USAID. Según cables diplomáticos, la delegación norteamericana en la Paz recibió la noticia con irritación e incredulidad, puesto que no esperaban que la represalia llegue a tanto.
Pese a su cercanía, la Embajada de Estados Unidos fue bastante crítica con sus aliados mediáticos en Bolivia. “El presidente Morales está en lo cierto cuando dice que las ricas familias son las propietarias de los medios y que generalmente tienen una perspectiva conservadora, pronegocios”, señalaba un cable de diciembre de 2008.