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Londres 2012: una fuente de benificios para las grandes corporaciones



A horas de la apertura de los JJOO de Londres, unos se preparan para celebrar la fiesta del deporte, mientras otros protestan. 
Según estos, las olimpiadas son una feria publicitaria que solo sirve a los intereses de las corporaciones. 
Moscú, Nueva York, Madrid, Londres y París luchaban por albergar los Juegos Olímpicos de 2012 y finalmente ese honor le correspondió a la capital británica.
 Una inmensa ola de felicidad inundó a los que deseaban ver celebrarse las olimpiadas en aquella ciudad, pero no todos sintieron lo mismo. 
“Lo primero que hice cuando oí que Londres acogería los Juegos Olímpicos fue mandar un correo a un buen amigo mío a París felicitándolo”, cuenta un habitante de Londres que se manifiesta en contra de la olimpiada, Albert Beale. 
Esta actitud puede parecer peculiar, pero Bale no es el único que contempla las desventajas que puede acarrear la organización de unas olimpiadas para una ciudad: numerosos londinenses solo contemplan los juegos como un modo de que los ricos ganen aún más dinero.
 “El hecho de que muchas entradas hayan ido no solo a manos de los inversores corporativos, sino también a las grandes cadenas de restauración y hostelería en general, demuestra que los juegos se han hecho para los intereses de los ricos. 
Me temo que las olimpiadas son la imagen de lo peor que está ocurriendo en el mundo: recoger el dinero de los pobres y dárselo a los ricos”, señala Beale. 
Muchos habitantes de la capital británica se han marchado fuera de la ciudad antes de que empezaran los Juegos con la intención de evitar el espectáculo de masas.
 Sin embargo entre los que no pudieron huir se encuentra el sector del pequeño comercio. 
Lejos de sacar gran provecho del flujo turístico, ellos también ven inconvenientes en su negocio por el evento. 
Las grandes corporaciones serán las privilegiadas durante las competiciones, mientras que las pequeñas empresas no han podido obtener los permisos necesarios para conseguir su trozo del "pastel". 
Un botín es solo para 'peces grandes' Hasta en los sitios especializados en vender suvenires no hay ninguno con los símbolos de las olimpiadas. 
Eso se debe a que todos los productos conmemorativos de los juegos tienen que obtener la licencia de la organización, así que las tiendas pequeñas no sacarán provecho de este evento histórico para Gran Bretaña. 
Y mientras la zona se cubre con cada vez más publicidad de las competiciones, los residentes, al salir de sus casas, ya no se encuentran con un barrio que conserva el aspecto al que estaban acostumbrados, sino que todo se parece más a una feria de anuncios de empresas como BMW o Gillette. 
En este caso el 'pez grande' se volvió a comer al 'pequeño'. 
Parece que las mayores pérdidas las van a padecer, entre otros, las agencias de viajes o las joyerías. Las autoridades les han prohibido a estos comercios usar en su publicidad palabras como "verano", "olímpico" u "oro".
 Este evento, que tiene como objetivo tradicional unir a las naciones de todo el planeta bajo el espíritu deportivo, parece que se ha convertido en una mera marioneta de las grandes corporaciones. 
Y mientras los deportistas de diferentes países hacen todo lo posible para ganar una medalla, los ricos trazan su propia carrera hacia el 'Olimpo' de las doradas ganancias.

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