Una investigación llevada a cabo por un equipo de biólogos de la Universidad de Barcelona ha confirmado que prácticamente el 100% de los travestis son hombres.
Los resultados van en contra de lo que los investigadores habían intuido en un primer momento: “Pensamos que se trataba de mujeres, mujeres corpulentas y con mucha personalidad” comenta el experto Jordi Bauté.
Los sujetos analizados fueron primero observados de lejos “y en su hábitat”, concretamente en un bar, y se determinó que eran mujeres “aunque era necesaria una prospección más detallada y a fondo” que, finalmente, contradijo la hipótesis inicial.
Los datos empezaron a ser contradictorios nada más iniciar el análisis en el laboratorio:
Los datos empezaron a ser contradictorios nada más iniciar el análisis en el laboratorio:
“Por un lado, estábamos muy excitados con el estudio y, por otro, nos inquietaba que alguna de las supuestas mujeres tuviera la piel de la cara muy áspera, aunque al principio no le dimos importancia”.
Los científicos continuaron adelante sin esperar conclusiones “tan contundentes e incluso, podríamos añadir, con palpitantes venas en algún caso”.
“Ya en el bar alguien insinuó que esas mujeres podían ser hombres en realidad, pero se planteó a modo de broma y se descartó la hipótesis enseguida”, comenta Bauté.
“Ya en el bar alguien insinuó que esas mujeres podían ser hombres en realidad, pero se planteó a modo de broma y se descartó la hipótesis enseguida”, comenta Bauté.
Se partió de la idea de que eran mujeres “especialmente atractivas y altas y de largas piernas” tomando como base “nuestro conocimiento de las características fenotípicas habituales del género femenino, con el que se hallaron numerosas coincidencias en un primer examen visual”.
Posteriormente, los resultados de la investigación que cada científico emprendió con su respectivo objeto de estudio fueron idénticos.
“Se nos mostró con una evidencia abrumadora que, efectivamente, ese grupo de hembras eran en realidad hombres, con su aparato reproductor intacto y, digamos, en pleno funcionamiento”, comenta el jefe científico del equipo.
“Nunca deberíamos haber emprendido este estudio, que encima generó gastos imprevistos para nuestro departamento”, confiesa.
“Hasta que nos dimos cuenta de que eran travestis y por tanto hombres en realidad, cada nuevo dato nos dejaba atónitos”, afirma el biólogo, que tardó casi dos horas en llegar a una conclusión “que ojalá hubiera visto venir”.
“Hasta que nos dimos cuenta de que eran travestis y por tanto hombres en realidad, cada nuevo dato nos dejaba atónitos”, afirma el biólogo, que tardó casi dos horas en llegar a una conclusión “que ojalá hubiera visto venir”.
Se vio que los travestis, por ejemplo, podían alzarse sobre sus patas traseras para orinar, “lo cual es un claro dimorfismo sexual que caracteriza a los varones, no a las hembras, y eso nos hizo sospechar”.
Pese a estas sospechas, continuaron con el examen porque “un buen científico siempre mira hacia adelante y hasta que no comprueba algo de primera mano varias veces no llega a una conclusión”.
Bauté espera que los resultados de su estudio, que se publicarán en la revista “Nature”, sirvan de base para que otros investigadores no cometan el mismo error.
“Este tipo de ‘falsas mujeres’ pueden llegar a disimular sus genitales de manera sorprendentemente buena, usando cinta adhesiva y otros mecanismos”.
Uno de ellos sigue experimentando
“Cuando has avanzado mucho con el objeto de investigación, muchas veces es tal el ansia de conocimiento que no puedes parar y no asumes los costes personales que pueda suponer todo esto.
Es el caso de Jaime, un compañero que no está contento con la conclusión y ha decidido seguir adelante con el estudio”, declara Jordi Bauté.
“No se conforma con que todos hayamos recabado las mismas evidencias y quiere hacer más comprobaciones”, explica.
“De hecho, creo que va a conocer a los padres de ella este domingo”.