Los ‘indignados’ de ‘Ocupa Wall Street’ aprovecharon el Día Internacional del Trabajo para ‘tomar’ todo Estados Unidos, a pesar de la fuerte resistencia policial en busca de recuperar su presencia en el debate público y marcar lo que los simpatizantes del movimiento definen como el inicio histórico de una nueva ‘primavera para el 99%’.
"Hoy es el comienzo de algo muy grande, y no sólo aquí. En París, en Madrid... alrededor del mundo. Hoy empieza la primavera del 99%.
Es mi día, el día de todos", proclamó Ed Burns, uno de los miles de ‘indignados’ que invadieron este martes las ciudades clave del país para lanzar su voz "en un acto de solidaridad del 99% de la población global en su lucha contra el 1%: los más ricos y poderosos".
“Que se preparen los políticos y la policía porque están siendo protagonistas del renacimiento de ‘Ocupa Wall Street’. Seguimos vivos y estamos aquí para quedarnos", sostuvo, por su parte, Mark Bray, un portavoz del movimiento que nació el pasado 17 de septiembre en el corazón del distrito financiero de Nueva York.
Brutalidad policial, que nunca falta
Bajo todas las miradas puestas en la gran manifestación que ha recorrido EE. UU., las fuerzas de seguridad estadounidenses no dudaron en llevar a cabo decenas de arrestos en las ciudades de Nueva York, Seattle, Washington, Oakland, San Francisco, Chicago, Los Ángeles aplicando sus "habituales" medios violentos para "calmar" a los que se oponen al sistema "corrompido hasta la médula" y la injusticia económico-social que vive el país norteamericano.
Gases lacrimógenos, granadas aturdidoras, porras: "todo valía" para dispersar a los trabajadores, estudiantes y desempleados que salieron pacíficamente a las calles para expresar su intolerancia del abuso del poder y de la desigual distribución de la riqueza.
Los inmigrantes se suman al 99%
Además de las reivindicaciones laborales, la jornada movilizó a numerosos inmigrantes que reclamaron al presidente Barack Obama una reforma migratoria que regularice su estatus en el país. Mediante la huelga los inmigrantes pretenden enviar un mensaje claro al Gobierno estadounidense de la necesidad aguda de poner fin al maltrato que, según afirman, están sufriendo en el país.
"Ya llevo tres años marchando porque si no nos hacemos sentir van a seguir persiguiéndonos", afirmó Armando, un indocumentado que junto a miles de otros descontentos con lo que está sucediendo, no piensan parar y prometen seguir paralizando el país hasta conseguir que se haga justicia.
“Que se preparen los políticos y la policía porque están siendo protagonistas del renacimiento de ‘Ocupa Wall Street’. Seguimos vivos y estamos aquí para quedarnos", sostuvo, por su parte, Mark Bray, un portavoz del movimiento que nació el pasado 17 de septiembre en el corazón del distrito financiero de Nueva York.
Brutalidad policial, que nunca falta
Bajo todas las miradas puestas en la gran manifestación que ha recorrido EE. UU., las fuerzas de seguridad estadounidenses no dudaron en llevar a cabo decenas de arrestos en las ciudades de Nueva York, Seattle, Washington, Oakland, San Francisco, Chicago, Los Ángeles aplicando sus "habituales" medios violentos para "calmar" a los que se oponen al sistema "corrompido hasta la médula" y la injusticia económico-social que vive el país norteamericano.
Gases lacrimógenos, granadas aturdidoras, porras: "todo valía" para dispersar a los trabajadores, estudiantes y desempleados que salieron pacíficamente a las calles para expresar su intolerancia del abuso del poder y de la desigual distribución de la riqueza.
Los inmigrantes se suman al 99%
Además de las reivindicaciones laborales, la jornada movilizó a numerosos inmigrantes que reclamaron al presidente Barack Obama una reforma migratoria que regularice su estatus en el país. Mediante la huelga los inmigrantes pretenden enviar un mensaje claro al Gobierno estadounidense de la necesidad aguda de poner fin al maltrato que, según afirman, están sufriendo en el país.
"Ya llevo tres años marchando porque si no nos hacemos sentir van a seguir persiguiéndonos", afirmó Armando, un indocumentado que junto a miles de otros descontentos con lo que está sucediendo, no piensan parar y prometen seguir paralizando el país hasta conseguir que se haga justicia.