Nicaragua: “Oenegé” de Javier Meléndez Quiñónez facturó C$88 millones anuales

El bloqueo de Cuba: crimen y fracaso

De petróleo, elefantes, súbditos y ciudadanos

Mientras el pueblo español rasca bolsillos intentando sobrevivir inhumanos recortes presupuestarios. Mientras el desempleo roza el 25% y los empleados, para seguir siéndolo, renuncian forzosamente a sus conquistas laborales. 
 
Mientras el gobierno sigue creyendo que el hombre está al servicio de la economía y no lo contrario. Mientras el mismo FMI que nos exprimió en los 90 decide exprimir a los pueblos mediterráneos, ¡ay España! y tú tan frente al mar. 
 
Mientras el estado de bienestar se desdibuja ante los ojos atónitos de una sociedad paralizada. Mientras tantas cosas pasan, Juan Carlos, el rey, se tambalea, cae y rompe su cadera; no sin antes matar a varios “carísimos” animales salvajes, para horror muchos y del World Wildlife Fund que el mismo rey elefanticida preside.

Titulan los grandes medios: “Exitosa cirugía del Rey” y relatan detalles de la cacería, del accidente, de la operación, con picantes chismes de pasillo de este nuevo bochornoso episodio de la bochornosa vida del bribón Borbón. 
 
Más abajo, más atrás, unas letras chiquiticas, desteñidas, susurran que los pensionados tendrán que asumir el co-pago de sus medicinas, hasta ayer gratuitas. Las caderas y huevos rotos de los plebeyos pensionados jamás harán grandes titulares.

Por estos lados, Argentina se levanta. Libres del FMI, la pesadilla neoliberal impuesta a nuestros pueblos empieza a quedar atrás. 
 
Recogiendo pedazos recobramos, entre otras cosas, empresas publicas que nunca debieron dejar de ser nuestras y, de paso, la dignidad política, ayer vendida en el paquete privatizador. Pues, Argentina, peronistamente, decidió recuperar la mayoría accionaria de su empresa petrolera YPF. ¡Ay España! No faltará quien en tu nombre te patee.

Mariano Rajoy, el mismo que saca el pan con tumaca de la boca del pueblo español, asegura que la honra su país reside en Repsol, una empresa privada de capital mayoritariamente extranjero, y denuncia airoso “un ataque a España”, promete represalias, y arenga a su pueblo hambriento y recortado contra el soberano pueblo argentino.

Titulan los grandes medios: “Argentina intenta tapar crisis interna con expropiación de YPF”. Mas las siempre escondidas letras chiquiticas nos dicen: 
 
“Las matrículas universitarias suben el 50%”, “Enésima jornada de volatilidad en la Bolsa, en una semana nefasta”, “Francia y Alemania quieren suspender el Pacto Schengen (la libre circulación de ciudadanos) mientras dure la crisis”… 
 
Curiosamente no hablan del país suramericano, hablan -¡Me cago en diez!- de España.

Hoy, mientras Argentina recibe, oootra vez, a miles de jóvenes españoles que buscan futuro, un sevillano se convierte en titulares colgando en su bar un cartel: “No se aceptan argentinos”. 
 

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