Estados Unidos parece olvidar hoy el proverbio popular de que "no tires piedras a tu vecino, si tienes tejado de cristal", al tratar de dar lecciones de moralidad a Rusia en su venta de armamentos a Siria.
Como lo han aclarado en varias ocasiones funcionarios de esta nación, incluido el ministro del Exterior, Serguei Lavrov, Moscú sólo cumple con obligaciones asumidas en acuerdos firmados con Damasco para la cooperación militar, según normas del derecho internacional.
A diferencia de Libia, donde Occidente logró imponer restricciones, con una clara doble intención, al suministro de armas a todas las partes involucradas en el diferendo, para luego dárselas a grupos armados, Siria se mantiene libre de cualquier limitación al respecto.
Más llama la atención aquí de especialistas la justificación de Washington para presentar demandas a Rusia o cuestionar su venta de técnica militar al estado mesoriental, al que acusa de reprimir a la población.
Sin embargo, periodistas entrevistados por el canal estatal ruso Vesti, que cubren los sucesos en la convulsa ciudad siria de Homs, denunciaron la imposibilidad de ofrecer una versión diferente a la defendida y divulgada por la gran prensa occidental.
"Realmente, si me refiero a otra versión, pierdo mi trabajo", declaró un colega citado por Vesti que prefirió el anonimato.
El referido canal ruso comentó que una de las causas probables de la suspensión por la Liga Árabe (LA) de la labor de la misión de observadores en Siria fue que muchos de ellos estaban dispuestos a hablar de los desmanes cometidos por agrupaciones armadas.
Aquí estamos que no nos atrevemos a salir a las calles, el Ejército se abstiene de entrar con tanques a la ciudad y sólo trata de abatir a los bandidos armados en las calles y durante ese tiempo todo se cierra, declaró a Vesti una doctora rusa, residente en Homs.
Otros ciudadanos de la mencionada región siria señalaron al medio de prensa ruso que, contrario a la propagado por Occidente, los poblares exigían la presencia de tropas gubernamentales para restablecer la tranquilidad en esa zona.
Pero aún así, como afirma la versión en inglés del canal Russsia Today, la embajadora estadounidense en Naciones Unidas, Susan Rice, tras reconocer que cuando se trata del presidente Bashar Al Assad, la ley internacional importa poco, critica el proceder de Moscú.
Rice admite la inexistencia de impedimento alguno para que Rusia suministre armamentos a Siria. "Sin embargo, eso no cambia la inmoralidad de vender pertrechos a un régimen que mata a su pueblo", comenta la funcionaria norteamericana.
Esto constituye una gran hipocresía de Estados Unidos en el aludido asunto, comentó a RT la directora del diario digital warisbusiness.com, Corey Pein.
Washington es el mayor vendedor de armamentos en el mundo y la mayoría de esa técnica militar fue a parar a Oriente Medio, incluido a las monarquías árabes, que pagaron unos 400 mil millones de dólares por ese concepto al país norteño desde la década de 1960, señaló Pein.
Tenemos razones suficientes para poner en duda que Oriente Medio se haya convertido en una región más segura en las últimas cinco décadas, comentó la especialista.
El propio medio de prensa ruso recuerda como hace un año, durante los disturbios contra la monarquía en Bahrein, en la plaza Peral de Manama, quedó grabada la imagen de los tanques norteamericanos comprados por ese país, apostados en las inmediaciones de esa plaza.
La rebelión en Bahrein fue ahogada por la policía de esa nación y el ejército saudita que acudió en ayuda de la monarquía del pequeño estado árabe y las consecuencias de esa represalia desaparecieron casi por completo del espacio de cobertura en la gran prensa occidental.
Muchos de los gobiernos árabes, incluido el de Bahrein, están lejos de poder ser considerados como pilares de la democracia y campeones de los derechos humanos, en medio de denuncias de represiones brutales a la oposición, destaca RT.
Los dobles raseros en estos casos saltan a la vista, estima, por su lado, el escritor y periodista Chris Hedges, citado por la televisora.
De acuerdo con cifras del Congreso norteamericano, el país norteño le vendió armas a Bahrein por valor de mil 400 millones de dólares en los últimos 11 años, destaca la versión en inglés del medio ruso.
Washington insiste en arrojar piedras al tejado ruso, sin cuidar para nada la fragilidad del suyo a la hora de dar lecciones de moralidad en el orbe sobre la venta de armamentos.
Como lo han aclarado en varias ocasiones funcionarios de esta nación, incluido el ministro del Exterior, Serguei Lavrov, Moscú sólo cumple con obligaciones asumidas en acuerdos firmados con Damasco para la cooperación militar, según normas del derecho internacional.
A diferencia de Libia, donde Occidente logró imponer restricciones, con una clara doble intención, al suministro de armas a todas las partes involucradas en el diferendo, para luego dárselas a grupos armados, Siria se mantiene libre de cualquier limitación al respecto.
Más llama la atención aquí de especialistas la justificación de Washington para presentar demandas a Rusia o cuestionar su venta de técnica militar al estado mesoriental, al que acusa de reprimir a la población.
Sin embargo, periodistas entrevistados por el canal estatal ruso Vesti, que cubren los sucesos en la convulsa ciudad siria de Homs, denunciaron la imposibilidad de ofrecer una versión diferente a la defendida y divulgada por la gran prensa occidental.
"Realmente, si me refiero a otra versión, pierdo mi trabajo", declaró un colega citado por Vesti que prefirió el anonimato.
El referido canal ruso comentó que una de las causas probables de la suspensión por la Liga Árabe (LA) de la labor de la misión de observadores en Siria fue que muchos de ellos estaban dispuestos a hablar de los desmanes cometidos por agrupaciones armadas.
Aquí estamos que no nos atrevemos a salir a las calles, el Ejército se abstiene de entrar con tanques a la ciudad y sólo trata de abatir a los bandidos armados en las calles y durante ese tiempo todo se cierra, declaró a Vesti una doctora rusa, residente en Homs.
Otros ciudadanos de la mencionada región siria señalaron al medio de prensa ruso que, contrario a la propagado por Occidente, los poblares exigían la presencia de tropas gubernamentales para restablecer la tranquilidad en esa zona.
Pero aún así, como afirma la versión en inglés del canal Russsia Today, la embajadora estadounidense en Naciones Unidas, Susan Rice, tras reconocer que cuando se trata del presidente Bashar Al Assad, la ley internacional importa poco, critica el proceder de Moscú.
Rice admite la inexistencia de impedimento alguno para que Rusia suministre armamentos a Siria. "Sin embargo, eso no cambia la inmoralidad de vender pertrechos a un régimen que mata a su pueblo", comenta la funcionaria norteamericana.
Esto constituye una gran hipocresía de Estados Unidos en el aludido asunto, comentó a RT la directora del diario digital warisbusiness.com, Corey Pein.
Washington es el mayor vendedor de armamentos en el mundo y la mayoría de esa técnica militar fue a parar a Oriente Medio, incluido a las monarquías árabes, que pagaron unos 400 mil millones de dólares por ese concepto al país norteño desde la década de 1960, señaló Pein.
Tenemos razones suficientes para poner en duda que Oriente Medio se haya convertido en una región más segura en las últimas cinco décadas, comentó la especialista.
El propio medio de prensa ruso recuerda como hace un año, durante los disturbios contra la monarquía en Bahrein, en la plaza Peral de Manama, quedó grabada la imagen de los tanques norteamericanos comprados por ese país, apostados en las inmediaciones de esa plaza.
La rebelión en Bahrein fue ahogada por la policía de esa nación y el ejército saudita que acudió en ayuda de la monarquía del pequeño estado árabe y las consecuencias de esa represalia desaparecieron casi por completo del espacio de cobertura en la gran prensa occidental.
Muchos de los gobiernos árabes, incluido el de Bahrein, están lejos de poder ser considerados como pilares de la democracia y campeones de los derechos humanos, en medio de denuncias de represiones brutales a la oposición, destaca RT.
Los dobles raseros en estos casos saltan a la vista, estima, por su lado, el escritor y periodista Chris Hedges, citado por la televisora.
De acuerdo con cifras del Congreso norteamericano, el país norteño le vendió armas a Bahrein por valor de mil 400 millones de dólares en los últimos 11 años, destaca la versión en inglés del medio ruso.
Washington insiste en arrojar piedras al tejado ruso, sin cuidar para nada la fragilidad del suyo a la hora de dar lecciones de moralidad en el orbe sobre la venta de armamentos.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=14446