(PL) El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el exgobernador de
Massachusetts Mitt Romney, precandidato republicano a las elecciones
generales de noviembre próximo, están hoy virtualmente empatados en
intención de votos, según sondeos.
El estudio, divulgado por el periódico The Washington Post y la cadena televisiva ABC, reveló que Romney cuenta con 48 por ciento de aceptación, mientras el gobernante es respaldado por el 46, lo cual los ubica técnicamente en el mismo nivel.
La pesquisa indica además que si el empresario no fuera el candidato por el Partido Republicano, ninguno de los otros aspirantes podría derrotar a Obama, pues el margen entre el jefe de Estado y sus rivales es considerable. Obama supera a Newt Gingrich (expresidente de la Cámara de Representantes) por 12 puntos, al exsenador Rick Santorum por 11 y al congresita de Texas Ron Paul por siete.
En otro orden, la investigación confirmó que el 51 por ciento de los votantes considera la gestión de la economía y la generación de empleos como las principales prioridades a atender por el futuro presidente, seguidas por transparencia en la gestión, atención a la salud y la familia.
Por otra parte, la administración de Obama cuenta con una aprobación del 48 por ciento, mientras que la labor del Congreso, institución ampliamente criticada por obstaculizar las propuestas del estadista, fue rechazada por el 84 por ciento de los electores.
Sobre la nominación republicana a la Casa Blanca, el 35 por ciento de los votantes estima que debe ser Romney el elegido, a cambio del 17 por ciento que favorece a Gingrich.
Paul cuenta con la simpatía del 16 por ciento, al tiempo que Santorum es respaldado por el 13 y a Rick Perry solo lo sigue el nueve por ciento de la población autorizada a sufragar.
Otra encuesta difundida por el Centro de Políticas Públicas también constató que 52 por ciento de los votantes independientes apoya a Obama, mientras el 38 marcaría la boleta a favor de Romney.
Ese mismo estudio afirmó que si hoy se realizaran las justas, el presidente se alzaría con un segundo mandato con un 49 por ciento de aceptación, a diferencia del 44 por ciento para su principal oponente.
El estudio, divulgado por el periódico The Washington Post y la cadena televisiva ABC, reveló que Romney cuenta con 48 por ciento de aceptación, mientras el gobernante es respaldado por el 46, lo cual los ubica técnicamente en el mismo nivel.
La pesquisa indica además que si el empresario no fuera el candidato por el Partido Republicano, ninguno de los otros aspirantes podría derrotar a Obama, pues el margen entre el jefe de Estado y sus rivales es considerable. Obama supera a Newt Gingrich (expresidente de la Cámara de Representantes) por 12 puntos, al exsenador Rick Santorum por 11 y al congresita de Texas Ron Paul por siete.
En otro orden, la investigación confirmó que el 51 por ciento de los votantes considera la gestión de la economía y la generación de empleos como las principales prioridades a atender por el futuro presidente, seguidas por transparencia en la gestión, atención a la salud y la familia.
Por otra parte, la administración de Obama cuenta con una aprobación del 48 por ciento, mientras que la labor del Congreso, institución ampliamente criticada por obstaculizar las propuestas del estadista, fue rechazada por el 84 por ciento de los electores.
Sobre la nominación republicana a la Casa Blanca, el 35 por ciento de los votantes estima que debe ser Romney el elegido, a cambio del 17 por ciento que favorece a Gingrich.
Paul cuenta con la simpatía del 16 por ciento, al tiempo que Santorum es respaldado por el 13 y a Rick Perry solo lo sigue el nueve por ciento de la población autorizada a sufragar.
Otra encuesta difundida por el Centro de Políticas Públicas también constató que 52 por ciento de los votantes independientes apoya a Obama, mientras el 38 marcaría la boleta a favor de Romney.
Ese mismo estudio afirmó que si hoy se realizaran las justas, el presidente se alzaría con un segundo mandato con un 49 por ciento de aceptación, a diferencia del 44 por ciento para su principal oponente.