El presidente de Estados Unidos (EEUU), Barack Obama, calificó como un
"logro extraordinario" la invasión militar a Irak, iniciada en 2003,
bajo argumentos falsos de que el gobierno de esa nación construía armas
de destrucción masiva.
En su habitual discurso radial de los sábados, el mandatario indicó que las tropas que se retiraron formalmente del país ahora podrán participar en la reconstrucción de Estados Unidos.
Aunque los soldados estadounidenses terminarán de salir de Irak antes de fin de año, en la nación permanecerán miles de contratistas del Pentágono y del Departamento de Estado, principalmente para el entrenamiento del Ejército y la policía locales, y la administración de la venta de armas y equipamientos.
"No importa cuáles son nuestras diferencias y desacuerdos, ellos (los militares) nos recuerdan que somos todos parte de algo más importante, que somos una nación y un pueblo", sentenció Obama.
Durante la invasión a territorio iraquí, informes oficiales indicaron que 100 mil civiles han muerto, aunque investigaciones independientes señalan que esa cifra podría alcanzar el millón de personas.
La guerra desatada por EEUU y sus aliados le costó al Ejército norteamericano 4.500 soldados muertos y 32 mil heridos, además de un gasto millonario.
Un ejemplo del desempeño de Washington en Irak fue revelado por el diario The New York Times, que divulgó una investigación sobre la masacre de civiles iraquíes en la ciudad de Haditha, cometida en 2005 por los soldados extranjeros.
Documentos confidenciales e interrogatorios realizados a los uniformados que participaron de la matanza, que se creían destruidos, fueron publicados por el rotativo y confirman que las tropas mataron en esa ciudad a 24 personas, incluidos un anciano de 76 años en silla de ruedas, mujeres y niños.
El informe publicado documenta el carácter deshumanizante de la guerra, en la que los soldados extranjeros llegaron a ver a veinte civiles muertos no como algo "notable" sino de rutina.
En Haditha, en las cercanías de Bagdad, infantes de marina en cuatro vehículos ingresaron a la localidad y fueron blanco de una bomba colocada en la carretera, por lo cual iniciaron la matanza de civiles.
En su habitual discurso radial de los sábados, el mandatario indicó que las tropas que se retiraron formalmente del país ahora podrán participar en la reconstrucción de Estados Unidos.
Aunque los soldados estadounidenses terminarán de salir de Irak antes de fin de año, en la nación permanecerán miles de contratistas del Pentágono y del Departamento de Estado, principalmente para el entrenamiento del Ejército y la policía locales, y la administración de la venta de armas y equipamientos.
"No importa cuáles son nuestras diferencias y desacuerdos, ellos (los militares) nos recuerdan que somos todos parte de algo más importante, que somos una nación y un pueblo", sentenció Obama.
Durante la invasión a territorio iraquí, informes oficiales indicaron que 100 mil civiles han muerto, aunque investigaciones independientes señalan que esa cifra podría alcanzar el millón de personas.
La guerra desatada por EEUU y sus aliados le costó al Ejército norteamericano 4.500 soldados muertos y 32 mil heridos, además de un gasto millonario.
Un ejemplo del desempeño de Washington en Irak fue revelado por el diario The New York Times, que divulgó una investigación sobre la masacre de civiles iraquíes en la ciudad de Haditha, cometida en 2005 por los soldados extranjeros.
Documentos confidenciales e interrogatorios realizados a los uniformados que participaron de la matanza, que se creían destruidos, fueron publicados por el rotativo y confirman que las tropas mataron en esa ciudad a 24 personas, incluidos un anciano de 76 años en silla de ruedas, mujeres y niños.
El informe publicado documenta el carácter deshumanizante de la guerra, en la que los soldados extranjeros llegaron a ver a veinte civiles muertos no como algo "notable" sino de rutina.
En Haditha, en las cercanías de Bagdad, infantes de marina en cuatro vehículos ingresaron a la localidad y fueron blanco de una bomba colocada en la carretera, por lo cual iniciaron la matanza de civiles.