Siria acusó a Estados Unidos e Israel de haber participado en los dos
atentados con coche bomba registrados este viernes en Damasco y que
costaron la vida de 55 personas e hirieron a más de 100.
El Gobierno dijo este sábado que el ataque fue un complot para
desestabilizar Siria.
El partido agregó que el plan fue dirigido también
a socavar la unidad nacional de los sirios, y su confianza en el
liderazgo del país.
Los atentados en el barrio de Kfar Suseh fueron contra el complejo de
la Seguridad del Estado y frente a un edificio de los servicios de
seguridad militar.
La televisión mostró imágenes de suma crudeza, de evacuación de
cadáveres calcinados o mutilados, con la calzada llena de sangre y de
escombros y un cráter largo y profundo dejado por la detonación.
Centenares de miles de sirios han rendido homenaje a las víctimas de
los ataques y han participado en manifestaciones pùblicas en respaldo al
gobierno de Bashar Al Assad.
Siria ha sido escenario de disturbios desde mediados de marzo, con
manifestaciones que se celebran tanto en contra como a favor del
presidente. Cientos de personas, incluidos policías y militares, han
muerto en los disturbios.
El gobierno sirio ha responsabilizado de los hechos violentos a saboteadores y grupos armados por potencias extranjeras.
En entrevistas con medios de prensa israelíes en los últimos meses,
los miembros de la oposición siria han expresado su interés en
establecer lazos con el gobierno de Tel Aviv.
Las cifras muestran que durante las últimas semanas, unos 12 millones de personas se manifestaron en apoyo a Al Assad.
LibreRed.net / Press Tv