Ayer,
una televisora española (da igual el nombre) resaltaba el papel
protagonista de las mujeres musulmanas en el derrumbe de los regímenes
de Túnez, Egipto y Libia.
Que recordemos, las que vimos en Libia a favor
de los bandidos han sido pocas.
Quizás por eso echaron mano de aquella
señora que decía haber sido violada por soldados gadafistas, algo que
nunca se demostró y que olía a montaje.
Esta historia
es de las "otras".
Ella era una partidaria de la Jamahiriya, una figura
pública que la convirtió en blanco fácil para los criminales.
Fue
detenida y torturada hasta la muerte por mercenarios al servicio del
"civilizado" Occidente, con el beneplácito de la OTAN.
Ella era
antiimperialista, por eso no existe para la televisión de la burguesía.
Órdenes del amo.
Atención, imágenes muy fuertes