En la noche del 15 de diciembre las dos fracciones del Congreso de Estados Unidos
acordaron aprobar el presupuesto.
La aprobación se llevó a cabo después
de algunos “ajustes” en las cifras propuestas, que como es natural no
afectan los intereses del uno por ciento de la población estadounidense.
Las dos fracciones del mismo partido, el
Partido de la Clase Dominante, que para dar la impresión de que existe
una “democracia” y que en esta hay un “bipartidismo”, para lo cual
una fracción se denomina “Demócrata” y la otra “Republicana”, llegaron
al acuerdo con el fin de poner a la firma del actual máximo defensor de
los intereses del Partido de la Clase Dominante, el Premio Nobel de la Paz y también Premio Bush de Exterminador de Inocentes, Barack Obama, que seguramente firmara la ley sin mayores objeciones.
De lo primero que se asegurará Mr.
President es que el presupuesto de defensa se encuentre casi intacto,
pues eso asegura que las contribuciones a la campaña de reelección de
las Empresas del Complejo Militar Industrial continúen llegando como
hasta ahora.
Seguramente no se interesará, ni
modificará antes de firmar el documento, por algunas “rebajitas” que se
le han efectuado y que en definitiva afectarán a las clases de menos
ingresos, esos que se llaman el 99 por ciento, con cuyas demandas el
artífice del CAMBIO no se encuentra identificado ni obligado a resolver.
El presupuesto para el 2012 excluye los
fondos destinados a las reformas del sistema financiero, que estaban
encaminadas a limitar la capacidad de los bancos de arrebatarle las
casas a los que no podían pagar las hipotecas.
El dinero destinado al
sistema de salud también sufrió disminuciones, prohibiendo entre otros
aspectos el realizar gastos en función de la planificación familiar.
Una
de las pocas partidas del presupuesto de defensa que fue eliminada se
refiere a lo destinado para los gastos que originaran los capellanes
militares al oficiar o legalizar matrimonios entre personas del mismo
sexo.
El Distrito de Columbia, la capital del
país, no podrá utilizar el dinero que recauda para sufragar abortos de
mujeres pobres.
El dinero destinado a garantizar que las perforaciones
del Ártico no afecten el medio ambiente fue totalmente cancelado. No se
aprobó dinero para el programa de ayuda a los drogadictos.
Los programas de asistencia financiera a
familias de bajos ingresos destinados al gasto de calefacción se
redujeron en un 25 por ciento.
Se mantuvo el importe de 5,500 dólares,
como máximo, para el otorgamiento por el estado de las becas Pell, pero se cambiaron los requisitos para recibir estas, lo cual afectará cerca de 100,000 estudiantes.
Realmente tendría que revisar la larga
lista de CAMBIOS que Obama prometió durante su campaña electoral para
conocer si estos cambios estaban incluidos, pero no costaría mucho
conocer cuál es el criterio del 99 por ciento sobre estos. Seguramente
lo dirán en la próxima ocupación.
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