Nicaragua
vive los tres días del ‘silencio electoral’ previos a los comicios
generales del 6 de noviembre. Después de que la capital del país,
Managua, entrara en esta fase de reflexión, en sus calles no hay mucho
fervor y la propaganda política escasea.
Los nicaragüenses son conscientes de la importancia de las elecciones
presidenciales y legislativas y esperan que la jornada electoral se
desarrolle tranquilamente.
“Lo que esperamos, el pueblo, es paz y que
gane el mejor”, asegura una votante.
En los comicios de este domingo el actual mandatario Daniel Ortega, del
Frente Sandinista de Liberación Nacional, se perfila vencedor.
El líder
de partido izquierdista no sólo aspira a obtener su tercer mandato presidencial.
Casi tan importante como la elección presidencial será la de diputados.
Los 92 escaños de la Asamblea Nacional se renovarán y el sandinismo de
Daniel Ortega aspira no sólo a una mayoría simple, sino a una que le
permitiría incluso reformar la Constitución.
La tarea no será fácil. La oposición liberal se presenta en dos grandes
bloques que lideran los más fuertes rivales de Ortega: el empresario
Fabio Gadea, del Partido Liberal Independiente, y el ex presidente Arnoldo Alemán,
representante del Partido Liberal Constitucionalista.
Sin embargo, el
actual mandatario apuesta que la continuidad y profundización de las
políticas sociales de su gobierno le dará el triunfo este domingo.
La división del bloque opositor liberal contrasta con la unidad que
presenta el Sandinismo apoyando la candidatura del actual presidente,
algo que muchos expertos indican como uno de los puntos fuertes de la
candidatura de Ortega.
“Él ha logrado sobrevivir a las pugnas internas”,
dice un editor del diario La Prensa, César Úbeda.
“Ha logrado controlar
las estructuras del partido pese a perder tres elecciones, y con ayuda
de Venezuela se han logrado progresos”.
Tras las urnas
Nicaragua tiene enormes desafíos por delante. Casi la mitad de sus 5,5
millones de habitantes vive en situación de pobreza.
Temas como el
empleo, acceso a salud y educación pública han sido los ejes de la
campaña. La seguridad alimentaria no ha sido lograda por completo.
Solo la asistencia de Venezuela
y otros países ha permitido evitar el desarrollo de la desnutrición en
varias localidades más afectadas por los temporales y las consecuentes
inundaciones de este año y los anteriores.
Aunque la deuda externa nicaragüense se redujo un poco a principios de
este año, todavía equivale al 133% de las exportaciones anuales del
país: cerca de 3.700 millones de dólares estadounidenses.
Con todo y
eso, en los últimos años el país ha entrado en una etapa de crecimiento
económico.
De acuerdo a la Ley Electoral vigente, el ganador de los comicios será
el que obtenga como mínimo el 40% de los votos válidos o al menos el 35%
con una diferencia de como mínimo cinco puntos porcentuales respecto al
candidato que quede en segundo lugar.
Los comicios contarán con
observadores internacionales pertenecientes a la Unión Europea y la
Organización de Estados Americanos.
Si todo ocurre según las previsiones, la mayor parte de los
nicaragüenses brindará otra vez su apoyo a Daniel Ortega, que buscaría
en su tercer mandato que su país no interrumpa el desarrollo financiero y
social.