
JEAN-GUY ALLARD – La Universidad Pública de Navarra (UPN) ha
otorgado su premio “de los Derechos Humanos”, de unos 36 000 euros (50
000 dólares), a la “bloguera” cubana Yoani Sánchez lo que hará de ella
la “disidente” más rica jamás visto en la Isla.
Gracias a este galardón de sus amistades falangistas, la cantidad de
euros recibidos por Sánchez hasta ahora alcanza los 300 000 euros es
decir 400 000 dólares.
Esa “mujer de éxito”, consiguió un Premio de Periodismo Ortega y Gasset, dotado con 15.000 euros, otorgados por el diario español El País, al empezar su colección de diplomas retribuidos.
La Universidad de Columbia (USA) siguió con el Premio Maria Moors
Cabot de 5 000 dólares, la misma cantidad que le otorgo TV Azteca de
México, propiedad del multimillonario y muy “democrata” Ricardo Salinas
Pliego.
El ultraderechista Salinas ha estado involucrado en diversos escándalos políticos y financieros tanto en México como en EEUU.
El CEPOS (Centro Danés de Investigación Independiente), vinculado a
la Heritage Foundation, unos de los think tanks más reaccionarios de
EEUU, vinculado a la CIA, le regaló 300.000 coronas danesas, unos 40
000 dólares.
La muy democrçatica Premio Príncipe Claus de Periodismo, le
puso 25.000 euros en la cuenta, y así sin contar quienes no revelan el
valor en moneda dura de sus “recompensas” a la desestabilización.
Promocionada por el Departamento de Estado, Sánchez se beneficia de
campañas de imagen en cada revista derechista del mundo, parte de la
estrategia de difamación de Cuba en el exterior.
ELa revista Foreign
Policy, vinculada a la comunidad de inteligencia, hizo su apología en
varias oportunidades.
Mientras la agencia Associated Press en un texto publicado en los
últimos días reconoce que la bloguera es prácticamente desconocida en
la Isla.
Recordaba la agencia que, según un cable de Wikileaks, la
llamada disidencia cubana tiene tan poco prestigio que representantes de
la diplomacia estadounidense presentes en Cuba la califican de “anticuada, dividida e ignorante del sentir popular”.
Se ha señalado en enero pasado, cuando la institución universitaria
anunció una primera vez su decisión de otorgar este premio “Brunet” a la
cubana, que este campus era precisamente donde había estudiado el
canadiense Robert Guerra quién había visitado a Sánchez unos meses
antes, para regalarle programas de encriptación de datos.
Hoy, este mismo Guerra es nada menos que el jefe del plan de agresión
cibernética de Freedom House, la misma organización CIA que desde hace
décadas sirve de tapadera para operaciones de inteligencia contra Cuba,
financiadas por la USAID y la NED.
Un detalle que la bloguera anorexica, desde entonces, finge ignorar en sus aburridísimas crónicas.
En un encuentro con la subsecretaria de Estado estadounidense Bisa
Williams, durante su visita a Cuba en septiembre de 2010, Yoani
Sánchez, conciente de sus intereses, expresó su deseo de beneficiarse de
los servicios de la empresa estadounidense de transferencia de dinero
Paypal –que los cubanos no pueden usar a causa de las sanciones
norteamericanas para “luchar más eficazmente a favor de un cambio de
régimen”.