Cuatro antiguos miembros de las fuerzas especiales del Ejército de
Colombia entrenan a sus pares de Los Zetas, cartel mexicano de las
drogas que mantiene una cruenta guerra con grupos rivales y los
organismos de seguridad del país norteamericano, según publica este
domingo el diario bogotano El Tiempo.
La versión precisa que los colombianos son dos capitanes y dos suboficiales, todos ellos en condición de retiro y que en el pasado purgaron penas en cuarteles por violación de derechos humanos.
“Las identidades de esos militares se mantienen en reserva, pues aún no hay procesos formales en su contra”, agrega el rotativo, y señala que su rastro es seguido por la Dirección Estadounidense Antidroga (DEA) y las fuerzas policiales de México y Colombia.
Los cuatro viajaron en 2005 a Estados Unidos, previamente contactados por Los Zetas, antiguos militares mexicanos que reciben de ellos “entrenamiento en operaciones de comando e inteligencia”, según la misma fuente.
La publicación asegura que las autoridades que los siguen “tienen claro que los contactos con sus pares mexicanos empezaron en un curso de rangers convocado para oficiales de varios países latinos en los 90″.
“Años después, los colombianos terminaron condenados por la justicia y los mexicanos reclutados por Los Zetas”, continúa el diario, que indica que los dos suboficiales son las “manos derechas” de los capitanes, quienes han sido vinculados con matanzas y atentados realizados por los mexicanos en su país.
Estos suboficiales “registran frecuentes viajes entre México, Estados Unidos y varias ciudades de Colombia”, dice El Tiempo, y apunta que “uno de ellos visita regularmente una reconocida galería de arte del norte de Bogotá”.
La versión precisa que los colombianos son dos capitanes y dos suboficiales, todos ellos en condición de retiro y que en el pasado purgaron penas en cuarteles por violación de derechos humanos.
“Las identidades de esos militares se mantienen en reserva, pues aún no hay procesos formales en su contra”, agrega el rotativo, y señala que su rastro es seguido por la Dirección Estadounidense Antidroga (DEA) y las fuerzas policiales de México y Colombia.
Los cuatro viajaron en 2005 a Estados Unidos, previamente contactados por Los Zetas, antiguos militares mexicanos que reciben de ellos “entrenamiento en operaciones de comando e inteligencia”, según la misma fuente.
La publicación asegura que las autoridades que los siguen “tienen claro que los contactos con sus pares mexicanos empezaron en un curso de rangers convocado para oficiales de varios países latinos en los 90″.
“Años después, los colombianos terminaron condenados por la justicia y los mexicanos reclutados por Los Zetas”, continúa el diario, que indica que los dos suboficiales son las “manos derechas” de los capitanes, quienes han sido vinculados con matanzas y atentados realizados por los mexicanos en su país.
Estos suboficiales “registran frecuentes viajes entre México, Estados Unidos y varias ciudades de Colombia”, dice El Tiempo, y apunta que “uno de ellos visita regularmente una reconocida galería de arte del norte de Bogotá”.