Apretones de manos, besos y abrazos. Ese fue el retorno de Muammar Gaddafi
del 'exilio diplomático'.
El entonces primer ministro británico Tony
Blair jugó un papel importante en la rehabilitación del 'odiado' líder
libio en 2007.
La respuesta no se hizo esperar: el comercio entre las
dos naciones floreció, igual que las cómodas relaciones, que después de
la muerte del coronel generan nuevas sospechas.
“Gaddafi se llevó a la tumba todos los secretos,
pero no desaparecerá la sombra que dejó la cooperación con él en la
reputación de Tony Blair y Nicolas Sarkozy.
Y precisamente por esta
situación incierta, a lo mejor crezca la sospecha hasta que ellos mismos
no puedan probar su inocencia”, opina Marc Almond, profesor de la
Universidad de Bilkent en Ankara.
Después de que Tony Blair dejara su cargo, hubo otras seis reuniones
secretas con el mandatario libio.
Existían teorías, siempre desmentidas
oficialmente, sobre que en esos encuentros se trataba la liberación de Abdel Baset al Megrahi, responsable por el atentado de Lockerbie, para no perder los convenios lucrativos con Libia.
Para algunos, Muammar Gaddafi era una persona que sabía demasiado.
Cuando el coronel exhaló su último suspiro, ellos habrán respirado con
alivio.
“Gaddafi había cerrado todo tipo de acuerdos, en particular con Francia, Inglaterra, Italia y también con EE. UU.
Ellos no querían que compareciera ante un tribunal y no me sorprende
que aunque lo capturaran con vida, resultara muerto enseguida”, confiesa
el columnista de Foreign Policy in Focus, Conn Hallinan.
La lista de los crímenes bajo el régimen del líder libio podría ser
larga, pero el hecho de que nunca compareció ante un juez, evoca un
sinnúmero de cuestiones.
“Lamento mucho que a Gaddafi lo masacraran, debería haber sido llevado a
la Corte Penal Internacional, juzgarle y hacerle contestar las
preguntas sobre todas las cosas terribles que hizo.
Y si esto dañaba a
líderes contemporáneos como Silvio Berlusconi, Nicolas Sarkozy o
regímenes anteriores, pues muy mal.
Pero necesitamos saber qué es lo que
hacen a las malas personas en nuestro nombre”, dice Denis Macshane.
El hijo de Gaddafi podría sacar a la luz todos los secretos
En su tiempo al presidente galo Nicolás Sarkozy nunca le faltaban
gestos para manifestar los nexos amistosos con el líder libio.
Hasta le
permitió poner su tienda de campaña en el Palacio del Elíseo.
Algo que,
según el hijo y mano derecha del coronel, también tuvo su precio.
“Sarkozy debe devolver el dinero que tomó de Libia para su campaña
electoral. La financiamos nosotros y estamos listos para revelarlo
todo”, dijo el primogénito de Gaddafi, Saif al Islam.
Saif al Islam Gaddafi, es uno de los pocos que todavía pueden revelar todos los secretos que parecen haber sido enterrados con el ex líder libio.
“Saif va a tener mucha información. Creo que hasta Tony Blair intervino
para ayudarlo a obtener el título de la Escuela de Economía de Londres,
mientras una buena parte de aquel diploma fue plagiada.
Así que hay
muchas cosas que sabe Saif al Islam Gaddafi”, expresa el periodista
canadiense Stephen Brown.
Mientras las nuevas autoridades libias están buscando a Saif al Islam Gaddafi, según informes, él está dispuesto a entregarse por su voluntad al Tribunal de La Haya.
Los eventuales interrogatorios aún podrían despertar a los fantasmas
del pasado, que tanto asustan a las potencias occidentales.
http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_31755.html
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