Los
israelíes siguen divididos sobre si Israel debe ir hacia una completa
separación entre el estado y la religión, pero concuerdan en que este
asunto es uno de los más espinosos que les atañe para el futuro y que
causa más tensiones.
Así se deduce de una encuesta realizada por el Instituto Smith para la
asociación "Libertad religiosa e igualdad", y de la que da cuenta hoy la
edición en internet del diario Yediot Aharonot.
Realizada
con motivo del comienzo esta noche del año nuevo hebreo 5772, el Rosh
Hashaná, los encuestadores preguntaron la opinión de los israelíes sobre
todo tipo de cuestiones que afligen a la sociedad de este país en
materia religiosa, y destacaron las "tensiones entre laicos y
religiosos" como el principal problema social (37%).
Un
33% menciona "las tensiones entre la derecha (nacionalista) y la
izquierda (pacifista)", un 14% las que hay "entre ricos y pobres", un 4%
"entre ashkenazíes (judíos de origen centroeuropeo) y mizrahíes (de
origen norteafricano y países árabes)", y un 2% entre "israelíes nativos
e inmigrantes judíos".
Según
el sondeo, realizado entre una muestra de 800 personas mayores de edad,
el 56% de los israelíes creen que habría que separar el estado de la
religión, mientras que el resto se opone a la propuesta.
Por
grupos sociales, un 80% de los israelíes que se definen como "laicos"
aboga por la separación, en tanto que se oponen un 87% de los
"religiosos" y un 54% de los "tradicionalistas".
En
cuestiones más prácticas de la vida cotidiana, la mayoría apoya los
matrimonios civiles (62%), que no existen en el país; los matrimonios
entre homosexuales (52%), que tampoco están permitidos; y la
reactivación de transporte público en la jornada sabática (63%), que
sólo hay en algunas ciudades y de forma muy limitada.
Israel
se rige por un statu quo en materia religiosa alcanzado hace más de
cinco décadas por el primer ministro David Ben Gurión, que, aunque ha
experimentado algunos cambios, mantiene vigentes los principios claves.
Así
por ejemplo la posibilidad de concertar matrimonios es exclusivo
monopolio de la ortodoxia judía (y por derivación de los sacerdotes y
cadís), como también las conversiones al judaísmo, de las que dependen
los registros civiles.
Los
seminarios rabínicos también reciben desde entonces generosas
contribuciones públicas y los estudiantes de la Torá a tiempo completo
están eximidos del servicio militar (2 años para mujeres y 3 para
hombres).
El
sondeo indica sobre estas cuestiones que el 77% de los encuestados
apoya la prestación de algún tipo de servicio a la sociedad, sea militar
o social. Otro 10% pide fijar una cuota de exenciones y al resto
alistarlos, y el 13% restante aboga por preservar el orden actual. EFE
FUENTE: