A PESAR DE TODO EL SIGLO XXI TAMBIÉN SERÁ DE ESTADOS UNIDOS:
La energía será un valor comparativo importante
Mucho se ha hablado y escrito sobre el declive de EEUU y de
su hegemonía global. Sin embargo, el siglo XXI también podría estar
dominado por las barras y las estrellas, ya que el país podría
convertirse en autosuficiente desde el punto de vista energético
mientras China pierde gran parte de su ventaja competitiva y Europa
sigue enfrascada en sus propios problemas.
Ambrose Evans-Pritchard, polémico columnista del diario The Telegraph y furibundo euroescéptico, asegura en un artículo titulado El poder mundial oscila de nuevo hacia América que "el fénix americano está lentamente volviendo a crecer".
Pritchard mantiene que las
actuales teorías del declive de EEUU se parecen mucho a las de los años
80, cuando el ascenso de Japón parecía imparable antes de sumergirse en
una espiral de estancamiento de la que el país del Sol Naciente no ha conseguido salir todavía.
El primero de los puntos a favor de EEUU viene por el lado de la energía. Gracias a los avances del gas pizarra (que también podrían suponer un gran avance para España), el país podría convertirse en el mayor productor de gas natural del mundo, por encima de Rusia.
Además,
la tecnología de fracturación hidráulica (que rompe piedras con agua)
podría incrementar la oferta de petróleo de esquisto bituminoso.
Actualmente, EEUU produce el 72% del petróleo que consume, frente al 50%
de hace tan sólo una década.
"Las implicaciones de este cambio
son muy importantes para la geopolítica, la seguridad energética, las
alianzas militares históricas y la actividad económica. La dependencia
de Oriente Medio va cayendo, mientras Europa es cada vez más
dependiente", según un informe de Bank of America.
Vuelve el Made in America
Otro
aspecto importante es el posible cambio de escenario en las relaciones
de China y EEUU porque la deslocalización hacia el país asiático está
cambiando: cada vez más empresas estadounidenses vuelven a su país ante
el cambio de escenario en el gigante asiático.
Made in America, Again
("Hecho en América, de Nuevo") es el título de un informe realizado
este mes por Boston Consulting Group, en el que resalta que la inflación
de los salarios en China ronda el 16% anual durante la última década,
limando una de las grandes ventajas competitivas del gigante asiático.
"Una sorprendente cantidad de trabajadores que se fue a China en la última década podría comenzar su regreso",
comentaban desde la consultora, que asegura que en algunas industrias
como la de los ordenadores, el equipamiento eléctrico, la maquinaría o
la automoción y sus componentes podrían estar cerca de un punto de
inflexión en este sentido.
Además de los salarios, si se añaden
los incrementos del coste del transporte, las dudas sobre la fiabilidad y
la piratería, la ventaja de tener fábricas en China se esfuma como
demuestra que la lista de empresas que están volviendo a EEUU sigue
creciendo.
Boston Consulting Group cree que hasta 800.000 empleos
manufactureros podrían "repatriarse" con un efecto multiplicador hasta
llegar a los 3,2 millones, lo que supondría salir de la Gran Recesión
actual.
Dólar débil, euro fuerte
Como reconocía la Fed de
Filadelfia hace poco, la industria estadounidense es muy competitiva con
las actuales tasas de cambio del dólar gracias a la política de tipos
al 0% de la Reserva Federal y sus programas de estímulo.
Además, y pese a
que China se ha mostrado reacia a revaluar su moneda, la política de
anclaje del yuanal dólar le ha llevado a una inflación que corroe su
ventaja.
En Europa, la insistencia del BCE en mantener los tipos
de interés más altos que en el resto del mundo desarrollado, recuerda
Pritchard, ha hecho que actualmente su base industrial se esté
"vaciando".
Los países en desarrollo han buscado diversificar sus
reservas de divisas y han elegido el euro, otro factor que ha impulsado
una moneda que ahora mismo es demasiado fuerte para la mitad de la
Eurozona, hecho que se ha agravado por las decisiones del BCE.
Por último, el columnista destaca otras ventajas de EEUU: se trata de la única superpotencia económica con altas tasas de natalidad
frente a la decadencia demográfica de Japón, China, Alemania, Italia o
Rusia.
Además, el culebrón que estamos viviendo en Eurozona muestra por
qué es importante que EEUU sea un país auténtico, con instituciones
auténticas que funcionan y un banco central real.
"El siglo XXI
podría ser estadounidense a pesar de todo, justo como el siglo XX)",
concluye Ambrose Pritchard-Evans. elEconomista/InSurGente