
Estados Unidos «continúa comprometido» con su intención de
que israelíes y palestinos reanuden las negociaciones, en palabras del
portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Mark Toner, a tenor
de la comparecencia del presidente de Autoridad Palestina, Mahmud Abbas,
que ha aseverado su firme propósito de que un Estado palestino
independiente sea miembro de la ONU.
Toner
ha subrayado que el objetivo de Washington es que el diálogo de paz
entre ambas partes conduzcan a «un acuerdo de paz completo que resulte
en dos Estados que convivan uno al lado del otro».
La Administración presidida por Barack Obama ha insistido en que vetará
en el Consejo de Seguridad de la ONU cualquier intento por parte de un
Estado palestino de adherirse a Naciones Unidas como miembro permanente.
Ello
le otorgaría facultades suficientes como para denunciar a Israel ante
la Corte Internacional de Justicia o a miembros del Ejecutivo hebreo
ante el Tribunal Penal Internacional por la ocupación israelí de
Cisjordania.
Las principales
grietas entre palestinos y hebreos son los asentamientos israelíes en
Cisjordania y Jerusalén Este y la exigencia de Autoridad Palestina de
que las fronteras del hipotético Estado independiente estén trazadas
conforme a las delimitaciones anteriores a la Guerra de los Seis Días de
1967.
Sin embargo, las últimas negociaciones entre
palestinos, israelíes y el Cuarteto para Oriente Próximo (UE, Estados
Unidos, Rusia y ONU), que permanecen congeladas desde hace más de un
año, concluyeron con propuestas basadas en términos 'quid pro quo' que
siempre contaban con la oposición de Israel o con la de los palestinos.
Para ser un Estado miembro de pleno derecho de la ONU, los Territorios Palestinos necesitan el respaldo del Consejo, pero también pueden optar por recurrir a la Asamblea General,
donde accederían a la consideración de Estado no miembro.
En la
Asamblea, compuesta por 193 miembros, los palestinos solo necesitarían
el apoyo de la mayoría simple.