En 2005 MSF vacunó niños en Pakistán.©Ton Koene/MSF |
Ante reportes mediáticos que circularon en los últimos días en la prensa internacional informando que la Agencia Central de Inteligencia [CIA] del Gobierno de los Estados Unidos habría montado una falsa campaña de vacunación en Abbottabad, Pakistán, para recopilar información en la búsqueda de Osama Bin Laden, Médicos Sin Fronteras ha emitido un comunicado denunciando la utilización de la ayuda médica con fines militares, que reproducimos a continuación
[MSF] La utilización de la ayuda médica con fines militares amenaza seriamente la confianza en el personal de salud y humanitario legítimo, crucial para conseguir y mantener el acceso a quienes más necesitan la asistencia.
El presunto montaje, por parte del la Agencia Central de Inteligencia [CIA] del Gobierno de Estados Unidos, de una falsa campaña de vacunación en Pakistán, con el fin de servir a su estrategia antiterrorista, constituye un peligroso abuso de la atención médica, ya que amenaza una confianza en las agencias de salud y los trabajadores humanitarios que es crucial para proporcionar servicios médicos esenciales a la población.
"Sea cierta o no la historia, la mera sugerencia de que se pudiera proporcionar atención médica a la población con un falso pretexto socava la percepción pública de los verdaderos objetivos de la atención médica legítima", señala el Presidente internacional de MSF, el doctor Unni Karunakara.
"Ya es suficientemente complicado de por sí que las agencias médicas y las organizaciones humanitarias accedan a las poblaciones que necesitan ayuda urgente y se ganen su confianza, en especial en el caso de poblaciones ya escépticas sobre los objetivos de cualquier ayuda que les llegue del exterior", añade.
El uso engañoso de la atención médica también pone en peligro a quienes sí proporcionan unos servicios esenciales legítimos.
De hecho, la realización de un acto médico no terapéutico ni preventivo con el único fin de servir a objetivos militares viola la ética médica, que exige actuar únicamente en beneficio de los pacientes y sin perpetrar daños.
La prestación de ayuda humanitaria imparcial requiere de la aceptación de todas las comunidades y partes en conflicto, sean éstas gobiernos nacionales, movimientos armados de oposición, fuerzas internacionales e incluso grupos criminales.
En todo conflicto armado o en contextos altamente politizados, el acceso a la población sólo puede conseguirse mediante acciones que demuestren que los trabajadores humanitarios actúan únicamente en interés de las personas a quienes atienden.
"La falsa campaña de vacunación presuntamente organizada por la CIA constituye una grave manipulación del acto médico", señala el Dr. Karunakara.
"Las comunidades vulnerables que, en cualquier lugar del mundo, necesitan servicios esenciales de salud podrían lógicamente cuestionar ahora la verdadera motivación del personal médico y humanitario.
La consecuencia potencial es que incluso la atención más básica, incluyendo la vacunación, no llegue a quienes más la necesitan".
Médicos Sin Fronteras trabaja en Pakistán desde 1986, prestando asistencia médica gratuita a desplazados internos y refugiados afganos, a víctimas del conflicto y a poblaciones con limitado acceso al sistema de salud.
En la provincia de Khyber Pakhtunkhwa y en la Áreas Tribales bajo Administración Federal [FATA, por sus siglas en inglés], los equipos de MSF están presentes en los distritos de Kurram Agency, Hangu, Lower Dir, Peshawar, Malakand y Swat.
La organización trabaja también en las provincias de Baluchistán y Sindh.
Con el fin de garantizar la independencia de sus actividades en Pakistán, los fondos que financian los proyectos de MSF en este país proceden exclusivamente de donaciones privadas realizadas por socios y colaboradores de todo el mundo; MSF no acepta para los mismos financiación pública de ningún gobierno, agencia donante o de grupos con afiliaciones militares o políticas.
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Nota de la Redacción
Como una Matriuska, se agrega un enigma al caso de Osama Bin Laden
El periódico ingles “The Guardian” ha publicado un informe que revela los resultados de una inquietante investigación periodística que involucra a la CIA [Agencia Central de Inteligencia] de los Estados Unidos en la utilización de falsa “ayuda humanitaria” [programas médicos de vacunación] con fines militares.
El propósito encubierto del falso operativo médico habría sido la obtención de ADN de familiares del presunto fugitivo Osama Bin Laden.
Como parte de los preparativos para el ataque que presuntamente habría matado a Bin Laden en mayo, agentes de la CIA habrían contratado a un médico paquistaní de alto nivel para organizar la campaña de vacunación en Abbottabad. Incluso se habría elegido una parte pobre de la ciudad para dar más veracidad al proyecto.
El médico, Shakil Afridi, ha sido detenido por la agencia Inter-Services Intelligence (ISI) por cooperar con los agentes de inteligencia estadounidenses.
Las relaciones entre Washington e Islamabad, han quedado desgastadas luego de la operación de la extraña captura de Bin Laden
La detención del médico ha exacerbado las tensiones.
Los Estados Unidos afirman preocuparse por la seguridad del médico y algunos creen [sin pruebas concretas] que han intervenido en su favor.
La narración de los hechos dada por “The Gardian” sugiere que el plan de vacunación fue concebido después de que agentes de inteligencia estadounidenses detectaran un mensajero de Al-Qaeda, conocido como Abu Ahmad al-Kuwait.
La agencia habría realizado vigilancia satelital por satélite desde un local de la CIA en Abbottabad, pero [según el periódico] quería la confirmación de que Bin Laden estaba allí antes de montar una operación de riesgo dentro de otro país.
El ADN familiar de Bin Laden, proporcionaría evidencia de que la familia estaba presente
Los agentes se acercaron a Shakil Afridi, que era funcionario de salud a cargo de Khyber, que forma parte de la zona tribal que bordea la frontera con Afganistán.
El médico fue a Abbottabad en marzo, diciendo que había conseguido los fondos para dar vacunas gratis contra la hepatitis B.
Se pagaron generosas sumas a los trabajadores de bajo rango del gobierno local de salud, que participaron en la operación, sin saber acerca de la conexión con Bin Laden.
Los visitantes sanitarios en la zona se encuentran entre las pocas personas que habían tenido acceso al recinto de Bin Laden en el pasado para administrar vacunas para prevenir la polio a los niños.
Afridi había colocado carteles para el programa de vacunación alrededor de Abbottabad, con una vacuna hecha por Amson, un laboratorio de medicina radicado en las afueras de Islamabad.
En marzo los trabajadores de la salud administraron la vacuna en un barrio pobre en las afueras de Abbottabad llamado Nawa Sher. La vacuna contra la hepatitis B se administra en tres dosis, la segunda un mes después de la primera.
Pero en abril, en lugar de administrar la segunda dosis en Nawa Sher, el médico volvió a Abbottabad y se trasladó a las enfermeras a Ciudad Bilal, el barrio donde vivía Bin Laden.
No se sabe exactamente cómo el doctor esperaba obtener el ADN de las vacunas, aunque las enfermeras podrían haber sido entrenadas para retirar algo de sangre en la aguja después de la administración la droga.
"Todo el asunto fue totalmente irregular", dijo un funcionario paquistaní.
¿Por qué elegir ese lugar para dar vacunas gratis? ¿El cirujano oficial de Khyber haciendo trabajo en Abbottabad?"
Una enfermera conocida como Bakhto, cuyo nombre completo es Mukhtar Bibi, logró entrar al recinto de Bin Laden para administrar las vacunas.
Según varias fuentes, el médico, que esperaba fuera, le dijo que tomara en un bolso que estaba equipado con un dispositivo electrónico.
No está claro lo que el dispositivo fue, o si lo dejó atrás.
Tampoco se sabe si la CIA logró obtener ADN de Bin Laden, aunque una fuente sugirió que la operación no tuvo éxito.
Mukhtar Bibi, que no tenía conocimiento de la verdadera finalidad de la campaña de vacunación y no quiso hablar sobre el programa.
La inteligencia paquistaní se dio cuenta de las actividades del médico en la investigación sobre el asalto de Estados Unidos en la que sostienen que Bin Laden fue asesinado en el último piso de la casa Abbottabad.
Islamabad negó a comentar oficialmente el arresto Afridi, pero un alto funcionario dijo:
"¿No sería facultad de cualquier país detener a personas para trabajar para un servicio de espionaje extranjero?”
El médico es una de varias personas sospechosas de ayudar a la CIA de haber sido detenido por el ISI, pero se cree que es la única que sigue en custodia. Pakistán está furioso por haber sido mantenidos afuera de la redada y los Estados Unidos se molestan de que la investigación paquistaní parece más centrado en averiguar cómo la CIA fue capaz de seguir organizar un operativo sobre Qaeda de Bin Laden en Abbottabad durante cinco años.
El fin de semana, las relaciones empeoraron aún más, cuando los Estados Unidos anunciaron el recorte de 800 millones de dólares de ayuda militar como castigo por la supuesta poca colaboración de Pakistán de la cooperación en la lucha contra el terrorismo.
La CIA se negó a comentar sobre la trama de vacunación.
El caso se parece a las matriuskas rusas, ya que un enigma encubre otros enigmas y a las dudas sobre la veracidad del operativo de captura y asesinato del líder de Al Qaeda [muchos opinan que Osama Bin Laden ya estaba muerto hace años] se agregan las dudas sobre este nuevo episodio.
¿Será parte de la compleja escenografía que muchos insinúan que se ha montado con el caso Osama Bin Laden?
Cualquiera fuese la realidad de lo sucedido, la utilización de programas de salud como estrategia militar [cualquiera fuere el grado de simulación de la maniobra implementada], provoca un daño irreparable al esfuerzo humanitario de organizaciones cuyo único propósito es la atención médica de personas vulnerables, ya sea por la guerra o la pobreza.