Cuando leo el texto del tema: Imagine -de las más conocidas del
ex Beatles John Lennon- “encuentro todo” lo que necesita el mundo.
Por
supuesto que esta afirmación es una metáfora en torno a un ideal de
sociedad.
Esta visión ética, humanista y filosófica de Lennon se
contrapone contra los que hoy anulan los procesos de cambio a favor del
mejoramiento del ser humano.
Son los que declaran la guerra en nombre de
la seguridad nacional e invocan a la “comunidad internacional” a
participar en escaladas que saben a muerte, que transita por un largo
pasillo que tiene su final inalterable en el principio, como un ciclo
que se repite sin cesar.
Son los autores intelectuales de guerras
fratricidas por la posesión del venerado petróleo, donde centenares,
miles e incluso millones de personas inocentes mueren y que justifican
–de manera cínica- como daños colaterales.
Son los mismos que
hablan de acabar con el terrorismo y se atribuyen el derecho de
conformar una lista de países que “forman parte del eje del mal o países
que apoyan el terrorismo” y en sus trasteros desperdigados por el
mundo, siguen cosechando bases militares que laceran la integridad de
las naciones.
No nos podemos olvidar de los campos de concentración
-públicos o secretos- donde la tortura, la humillación, el encierro
indefinido es la tónica de la “justicia” de los que se creen dueños de
este planeta, como si de la peste se tratara y no de personas con
derechos reconocidos universalmente.
Estos mismos, son los que
“dialogan” exhibiendo lustrosas corbatas de marca en las grandes
convenciones internacionales, brindan por “sus éxitos” con una copa de
cristal edulcorado, se hacen la foto y toman decisiones alejadas de la
realidad social en la que solo salen favorecidas, las grandes empresas
de estatura internacional, -que son los verdaderos presidentes de los
gobiernos imperiales-, solo que prefieren estar tras los telones de este
gran escenario que es el mundo, dejándole el trabajo sucio a los
gobernantes de turno.
Pero el discurso, el argumento, la poética, la historia, la esencia, la estética del documental Los EE.UU. contra John Lennon no van por esos andares.
La
historia nos puede sorprender cuando descubrimos en este filme las
trampas e intimidaciones por las que tuvo que transitar este mítico
músico.
Esta obra fílmica pone al descubierto documentos silenciados en
archivos ultra secretos, esos que “guardan información clasificada sobre
personas y organizaciones que ponen en peligro a la seguridad
nacional”.
Antes de entrar en los avatares de este documental, cito algunos fragmentos del periódico mexicano La Jornada,
con fecha 21 de diciembre de 2006, que con el título “Los archivos
secretos de John Lennon”, comparte algunas interioridades de esta
siniestra agencia del gobierno de los Estados Unidos, en relación con
este gran poeta de estatura universal que supo hacer música desde la
ética y los principios que son propios del ser humano.
"John Lennon es un ciudadano británico y ex miembro del grupo de canto (sic) The Beatles"
.
Así comienza la carta escrita en abril de 1972 por J. Edgar Hoover,
quien durante mucho tiempo encabezó el FBI, dirigida a un miembro del
Departamento de Justicia del gobierno de Richard Nixon.
"Lennon ha alentado la creencia de que él tiene ideas revolucionarias no
sólo mediante sus entrevistas formales con marxistas, sino por el
contenido de algunas de sus canciones y otras publicaciones".
Esta
nota viene en un memorando escrito en febrero de 1972, cuando las
administraciones de Hoover y Nixon luchaban desesperadamente para
revocar la visa de inmigrante de Lennon y poder así deportarlo.
La canción que más parece interesarles es Power to the people, que difícilmente es un documento secreto, dado que es un tema del primer disco como solista de Lennon, titulado Plastic Ono Band (1970), y que fue un sencillo que trasmitieron emisoras radiales de todo el mundo.
Continua Hoover expresando en su carta: "Desde
1972 John Lennon ha seguido, de vez en cuando, prestando su apoyo a
diversas causas extremistas, aunque no parece tener su lealtad
comprometida con ninguna facción".
Esta frase aparece en un
documento sin marca de archivo ni fecha, pero con el sello
"confidencial", que al parecer pertenece a los servicios secretos
británicos (MI5).
¿Era Lennon un peligro para la seguridad
nacional de los Estados Unidos e Inglaterra?
¿Formaba parte de algún
grupo violento que justificara el acoso y la vigilancia de la que fue
víctima por los servicios secretos de estos dos gobiernos?
Era
una época rica en movimientos políticos y sociales, donde la cultura y
el pensamiento estaban viviendo una efervescencia global.
En paralelo,
el gobierno de los Estados Unidos desarrollaba una guerra genocida
contra Vietnam, que culminó con la muerte más de tres millones de
vietnamitas y más de cincuenta mil soldados norteamericanos.
El Ku Kux Klan
campeaba por su respeto, predicando la supremacía de la raza blanca, el
antisemitismo, el racismo, el anticomunismo, la homofobia; recurriendo
al terrorismo, a la violencia y actos intimidatorios para aniquilar a
sus víctimas.
EL KKK está supuestamente desestructurada en la sociedad
norteamericana de hoy, pero que sigue “ejerciendo sus funciones” con
otras vestiduras demócratas.
John se involucró en estas
campañas, desarrollando una activa y pacífica acción a favor de los más
desfavorecidos de una nación que se vendía –y se sigue vendiendo- como
la más democrática del mundo.
Apoyó de manera explícita al Partido de
los Panteras Negras, que estaban ubicados en el círculo negro de los
servicios secretos del presidente Richard Nixon.
Los EE.UU. contra John Lennon
se estructura en pauta fílmica bajo una clara intencionalidad de
acompañar uno de los períodos más ricos de un hombre que se identificaba
con el pensamiento y el espíritu del pensador y político indio Mahatma
Gandhi y la firmeza del reverendo Martin Luther King Jr.
El ex
Beatles desató un proceso evolutivo de su activismo, en el que no negaba
ni veía contradicción entre su condición de artista y su pensamiento
político.
Esa sinfonía de evoluciones tuve sus cimientos en un
adolescente marcado por el abandono de sus padres y la mirada crítica
hacia el poder, un joven que nació en los suburbios de Liverpool y
absorbió todo lo que de negativo tuvo para él ese hostil entorno.
Esa
realidad social y familiar fue moldeando un John Lennon rebelde,
dispuesto a desentrañar de raíz las injusticias que se agolpaban en su
tránsito por la vida.
Este capítulo inicial de Lennon se
sustenta con el testimonio de Yoko, que no es el único presente en este
material fílmico.
Supo revelar esa parte de su vida en una necesaria
cronología para entender el curso que fue tomando como hombre que ama la
paz, pero que siente la necesidad de “hacer la guerra” al modo de vida
anglosajón que pretende imponer sus sones en tono de prepotencia.
Otros testimonios como el del lingüista, filósofo y analista político
norteamericano Noam Chomsky o la del escritor, periodista, director de
cine e historiador paquistaní Tariq Ali, constituyen un representativo
abanico de puntales que aportan auténticos e irrepetibles discursos,
generados y construidos desde una intimidad para acercarnos a una
convulsa etapa de la vida de este irrepetible hombre.
En este
bregar de palabras se incluyen los apuntes verbales de periodistas,
escritores, fotógrafos, políticos, e incluso ex agentes del FBI que en
aquella etapa participaron o supieron del paranoico juego, que esta
agencia del gobierno de los Estados Unidos estaba dibujando ante un
hombre de singular estatura.
Hago un aparte en la particular
participación en este filme de Robert George “Bobby” Seale, quien fuera
presidente de los Panteras Negras.
Su reflexión contribuye a esclarecer
la relación de Lennon con este grupo afro norteamericano, también se
suma a este filme, los argumentos de la activista afro norteamericana
Ángela Davis. David Leaf y John Scheinfeld ,
-directores de este documental-, utilizan material de archivo donde
Lennon hace pública su comprometida adhesión a esta organización.
Es muy singular cómo se resuelve el escenario-telón de cada uno de los
entrevistados.
Desde una pretensión artística testimonial el fondo va
desde el “tradicional negro”, a fotos de músicos que han compartido
escenario con Lennon y personalidades, que juegan el papel de
contraponer o fortalecer una mirada fílmica muy personal sobre este gran
músico para los espectadores.
John, con esa peculiar pose de
hombre fotogénico y mirada de “niño-hombre”, entra en escena alentando
la palabra, justificando cada uno de sus actos, comprometiéndose con
cada argumento.
Es una manera onírica de hacernos ver que no solo están
los testimonios de estos actores testigos de epopeyas pasadas; es una
perspectiva que busca acentuar -desde el lenguaje cinematográfico- su
inconfundible presencia.
Los realizadores Leaf y Scheinfeld
apuntan hacia otros dos momentos singulares de la vida de Lennon.
Una
inusitada manera de hacer su luna de miel junta a su esposa Yoko Ono,
fue manipulada y roseada por los medios de comunicación en aquellos
convulsos tiempos.
Un retiro espiritual, un recogimiento en su
habitación del hotel rodeados de carteles que invocaban a la paz, junto a
periodistas que buscaban en ese acontecimiento el morbo noticioso, el
debate insulso, la noticia rosa que Lennon y Yoko no estaban dispuestos a
dar.
La labor esclarecedora de esta pieza fílmica aporta
perspectivas, ángulos, datos con los que en aquel momento era impensable
contar para una mejor visión de lo que de cara a la galería podría
parecer un show mediático.
Era la manera que tenían estos artistas de
pronunciarse contra la barbarie de la guerra, conscientes de que eran
centro de atención de portadas de periódicos, minutos de telediarios y
emisoras radiales.
Un elemento policial y de suspenso fortalece
esta obra.
La permanencia de Lennon y Yoko en los Estados Unidos estaba
condicionada por un tiempo límite de su permiso de residencia en este
país.
Era el ardid perfecto que tenía Nixon para quitarse “del medio” a
un hombre que le estorbaba.
Una escalada de presiones “legales” se
fueron sumando a la vida del artista, era “un peligro para la seguridad
nacional de ese país”.
La cronología de esta contienda está
matizada y estructurada no solo por las revelaciones de Yoko Ono y el
abogado que asumió este caso.
Documentos desclasificados en los últimos
años revelan la persecución a la que fue sometido este excepcional
artista que reconstruyen, la paranoia de un sistema político en el que
podemos estar clasificados como “políticamente incorrectos”.
Lennon nos descubre sus miedos, su conciencia de estar vigilado por
algún servicio secreto de ese país, pero no deja de ser un hombre
consecuente con los ideales de paz.
La música que compuso en
esta etapa es la mejor expresión de un sólido intelectual que apuesta
por otro mundo ante una realidad que le desborda, pero que ha querido
cambiar con canciones.
Temas como Give peace a chance, Revolution, Power to the people, son verdades en tiempo de rock multiplicado en multitudes.
La poesía y la fina voz textual de Love e Imagine, es esa dama que sabe encendernos los sueños.
Para el cierre de estos apuntes les dejo con el video del “peligroso” tema compuesto por John Lennon: Power to the people.
Sinopsis
Ante la guerra de Vietnam y una administración presidencial involucrada
en vigilancia y escuchas telefónicas secretas, el idolatrado músico
John Lennon usó su fama y su fortuna para movilizar a la opinión pública
contra el gobierno norteamericano.
A través de exhaustivas entrevistas
con las personas de su círculo más íntimo, se nos ofrece una poderosa
visión de los ideales por los que luchó y de cómo y por qué el gobierno
de EEUU trató de silenciarle.
Ficha técnica
Título original: The U.S. vs. John Lennon
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 2006
Duración: 90 minutos
Productora : LSL Productions Authorized Pictures Lions Gate Films VH1 Rock Docs
Dirección, producción y guión: David Leaf y John Scheinfeld
Fotografía: James Mathers
Montaje: Peter S. Lynch II