Advertencia! Quienes crean que en Libia esta en curso una “revolución socialista árabe joven” o cuando menos una “revolución burguesa contra una dictadura”, absténgase de leer esto; puede afectar su salud.
Aquí les dejamos la entrevista que Ángela Rodicio le hizo al nieto del rey Idris para que vean el carácter feudal de la “revolución Libia” made in Washington.
Por Ángela Rodicio..
Hasta hace pocas semanas, hablar de la Confraternidad Senusita musulmana de Libia hubiera sido extravagante y exótico.
Ahora se trata de una de las vías que las grandes potencias y organizaciones internacionales estudian a fondo. La desesperación por la encrucijada en la que parece hallarse el levantamiento de los libios contra su autócrata, Gadafi, ha llevado, por ejemplo, a la Casa Blanca, a convocar en Washington esta semana a uno de los descendientes del primer rey libio, Idris al Senusi, para que les ilustre sobre su historia.
Entre Roma y Washington vive Idris al Senusi, mismo nombre del fundador de la dinastía, casado con Ana María Quiñones de León. Y en Roma, este 11 de marzo recibió por primera vez a una televisión, al equipo de Informe Semanal.
Idris está en contacto permanente con los rebeldes que ahora, como hace casi un siglo, cuando luchaban contra la ocupación italiana, han convertido la capital de la Cirenaica, Bengasi, en su capital.
Idris está en contacto permanente con los rebeldes que ahora, como hace casi un siglo, cuando luchaban contra la ocupación italiana, han convertido la capital de la Cirenaica, Bengasi, en su capital.
Su madre pertenecía a una de las 140 tribus de Libia, y sus lazos de comunicación con esa red capilar que conforma el tejido social del país es por ello fluida.
-Yo tengo dos primos, Muhamed, que vive en Londres, y otro, Ahmad, que acaba de ser liberado de las cárceles de Gadafi, después de 30 años, en Bengasi.
Yo me pongo al final.
No quiero ser rey, mi verdadero título es seyed, sabio en árabe, líder espiritual, para abreviar.
Ante la misma bandera que izan los rebeldes
Idris tiene tras de sí una bandera de la época constitucional de su país –la Carta Magna fue aprobada por el parlamento que se reunía seis meses al año en Trípoli y otros seis en Bengasi, en 1951.
La misma bandera que empuñan e izan los que se han levantado contra Gadafi, en el poder desde que derrocara a la monarquía en 1969. Idris explica el porqué de las tres franjas.
"La primera es roja por la sangre derramada en la guerra anticolonial contra Italia".
Italia ocupó Libia entre 1911 y 1951. En la década de los 20, el líder Omar Mujtar, de Cirenaica, condujo una campaña de liberación tan sangrienta que se calcula murieron en ella 100.000 de los 800.000 habitantes de entonces.
"La franja central negra, con la media luna y la estrella, es el estandarte senusita" –continúa Idris.
"Y la última, la verde, alude a la riqueza de Libia; recuerda lo ricos que podrían ser los cuatro millones de Libia.
Es el número real de habitantes. La cifra de siete millones incluye a los inmigrantes, y no es correcta".
Hace un día soleado en Roma y los rayos que entran por la ventan rebotan sobre un escudo antiguo de Libia que luce sobre un caballete en el despacho.
Hace un día soleado en Roma y los rayos que entran por la ventan rebotan sobre un escudo antiguo de Libia que luce sobre un caballete en el despacho.
Un ordenador portátil de la última generación, tres teléfonos móviles y una secretaria frenética parecen empeñarse en proporcionar a Idris al Senusi un torrente continuo de datos y seguimientos detallados de lo que está ocurriendo en su país de origen.
Al que espera volver más pronto que tarde para “echar una mano en lo que pueda.
Hacer lo que me pidan.
Ser una referencia para que los apoyos no vayan a parar a las manos equivocadas”.
La confraternidad Senusita
Idris al Senusi, el primer rey libio, era tío abuelo de este Idris al Senusi, nieto aquel a su vez del fundador de la Confraternidad Senusita.
Descendientes directos de Mahoma, por la línea del cuarto Imán de los 12 que se conmemoran en el Islam, la de Hasan, hijo de Fátima, nieto del Profeta.
Equivalente de los hachemitas en Jordania, o los alauitas de Marruecos, los senusitas libios siempre han sido líderes espirituales antes que políticos.
El rey Idris se caracterizaba porque sabía mantener un perfecto equilibrio entre los intereses de los musulmanes, y los occidentales.
En su época, lo mismo hablaba con los Hermanos Musulmanes, que con los oficiales británicos y norteamericanos a quienes permitía tener bases militares en su país.
Fue esto precisamente, y su declaración de neutralidad en los conflictos de Suez en 1956, y la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza en 1967, que dio alas a oficiales como Gadafi, para derrocarle dos años después aprovechando que el rey se hallaba de visita médica en Turquía.
Gadafi accedió al poder cinco días después de que el hombre llegara a la luna, un símbolo adecuado del lunatismo que iba a caracterizar su largísima dictadura. Por cuyo final aboga ahora otro Idris al Senusi.