Decir que el Washington Times publica disparates es redundar.
La sola existencia de este periódico es el resultado de una cadena de cosas que, si no fuera porque ocurren en los Estados Unidos, uno creyera que son disparates sobreviniéndose uno tras otro.
El más reciente, de toda una premiada colección de locuras, dice que guerrilleras colombianas de las FARC pelean para Muamar Gaddafi.
Alguien que firma como Ashish Kumar Sen dice, que un “rebelde” libio le dijo, que guerrilleras colombianas los estaban matando a tiros.
Según Kumar, estos rebeldes, que son el cuerpo de insurrectos más cobarde y loco que se haya visto, han observado a las guerrilleras colombianas apostadas como francotiradoras en las cornisas de los edificios públicos libios, acabando con ellos y toda su locura insurreccional.
Parece un bonito sueño revolucionario: mujeres valientes que hacen correr a tiros a unos farsantes que son la grosera fachada de las multinacionales petroleras, que esta vez ensayan una forma muy poco elaborada de invasión a Libia.
Pero la cosa va más allá. Según el W. Times cada guerrillera recibe de Gaddafi mil dólares diarios por matar “rebeldes”.
¡Vaya salario para una francotiradora tolimense!
Mucho más de lo que comenzarán a ganar los ex marines recontraentrenados de Black Water, que si es cierto que ya están el Libia, armados hasta los dientes, como parte de la ayuda humanitaria que requieren estos pobres “rebeldes”, que no han podido sacudirse de encima a Gaddafi
Y en el artículo de Kumar, después de leerse todo esto, al final el hombre admite que todo puede ser falso. Qué desilusión.
No hay derecho a levantarle a uno la colombianidad de esa manera, para luego salir con que “según un alto oficial de los Estados Unidos consultado por el Washington Times, todo esto podría ser una mentira” de estos “rebeldes” libios que avanzan cien metros y retroceden un kilómetro.
El colega Ashish Kumar tiene una extraordinaria vocación cinematográfica.
Cuando vi el titular del W. Times me quedó sonando en la cabeza el “sólo en cines” que sigue a semejantes argumentos.
Pero al margen de la hilaridad, lo cierto es que este diario, fundado por Sung Myung Moon, otro loco que dice ser el segundo mesías, un surcoreano multimillonario y reclutado por la CIA al final de la Segunda Guerra Mundial, está comprometido seriamente con atropellar a mentiras la realidad revolucionaria de América Latina.
Esta gente ha dicho que Hezbolá está en Venezuela y Bolivia; han comparado a Hugo Chávez con Franco, Kim Jong Il e Idi Amín; y que lo ocurrido en Caracas hace 9 años, y que comenzó el 11 de abril de 2002, había sido un autogolpe.
Con gente así ¿para qué discutir?
La única oposición coherente que se me ocurre es dejar el teclado, y meterme a la marcha que bajo la lluvia, se ha vuelto a concentrar alrededor del Palacio de Miraflores, en el centro de Caracas, para ver si ya Chávez se repuso de su gripe, y nos devuelve a la realidad con otro de sus discursos.