TRIPOLI — Desde el complejo de su padre, que fue atacado por bombas estadounidenses hace exactamente 25 años, la hija de Moamar Gadafi envió el viernes un mensaje desafiante.
“Libia no fue derrotada por los ataques aéreos entonces y no será derrotada ahora”, dijo Aisha ante una multitud que la ovacionaba.
La hija alzó su puño derecho mientras se dirigió a la audiencia desde el balcón de un segundo piso en el severamente dañado complejo de Bab Aziziyah, que fue atacado por aviones de guerra estadounidenses en 1986.
“Dejen nuestros cielos con sus bombas”, dijo, refriéndose a los ataques aéreos lanzados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Trípoli horas antes.
En su discurso, Aisha Gaddafi recordó el 25 aniversario del ataque aéreo ordenado por el entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, contra Trípoli: “Cuando yo era una niña de solo nueve años en esta casa de paciencia y valentía, ellos dispararon misiles contra nosotros y trataron de matarme”.
“Entonces”, prosiguió la hija del líder libio, “ellos mataron en Libia a decenas de niños, y ahora, un cuarto de siglo después, son los mismos misiles y las mismas bombas los que caen como una lluvia sobre las cabezas de mis hijos y de los hijos de ustedes, como si quisieran castigar una generación tras otra”.
El gobierno de Reagan juistificó en su momento el ataque a Libia como represalia por el supuesto apoyo del régimen de Gaddafi al terrorismo internacional.