Antes de las elecciones de 2010 en Costa Rica, diplomáticos de Estados Unidos tenían a la ahora presidenta Laura Chinchilla como su favorita para ganar los comicios y la consideraban como “un buen contacto de la Embajada”, según se desprende de cables de WikiLeaks divulgados por un diario local.
En una nueva revelación de mensajes filtrados por WikiLeaks hecha por el periódico “La Nación” este martes, se deja entrever el temor y hasta cierta animadversión que funcionarios estadounidenses tenían hacia el principal líder de la oposición costarricense, Ottón Solís, de quien consideraban manejaba un mensaje “añejo”.
Los diplomáticos de Estados Unidos, según se desprende de los mensajes de la embajada, consideraban que un triunfo de Solís en los pasados comicios costarricenses podrían haber puesto en riesgo el tratado de libre comercio (TLC) negociado con Costa Rica.
Según dijo hoy “La Nación”, las autoridades de los Estados Unidos creían que la última elección presidencial celebrada en Costa Rica presentaba para la ciudadanía costarricense la opción de Chinchilla como representante de la “visión hacia el futuro” y a Solís como “la mirada fija en el pasado”.
Indicó que la embajada estadounidense veía a Chinchilla como la mejor opción para su política exterior en Costa Rica, ya que sus metas “coincidían” con las de Estados Unidos y alaba los “fuertes lazos personales” de la ahora mandataria con Estados Unidos.
De los mensajes, según el diario, se desprende que los diplomáticos estadounidenses radicados en San José dieron un seguimiento y estudio a cada uno de los candidatos presidenciales, para determinar cuál era el más afin a los intereses de Washington.
“Sí Solís de algún modo ganara, surgirían grandes interrogantes sobre la forma en que de verdad gobernaría.
Si se toma su palabra, Solís intentaría renegociar o hasta revocar el TLC, lo que podría torpedear el total del acuerdo.
Pero abundan las preguntas respecto a lo que haría en otros sectores, incluyendo su expresada desconfianza hacía la inversión internacional”, según un cable atribuido al entonces encargado de negocios de la embajada, Peter Brennan, del 27 de julio del 2009.