El presidente de Chile, Sebastián Piñera, admitió este miércoles que su Gobierno evalúa aplicar un indulto carcelario que alcanzaría tanto a civiles como a militares condenados por delitos de lesa humanidad cometido durante la dictadura militar (1973-1990).
Las declaraciones del Mandatario fueron realizadas durante su visita oficial a España, reseñó Prensa Latina.
“Cuando se habla de razones humanitarias no se debe hacer ninguna distinción entre civiles o militares”, subrayó Piñera.
El Presidente chileno agregó: “Vamos a conversar y a explorar en el Congreso la posibilidad de otorgar conmutaciones de penas o indultos a personas de edad avanzada, mayores de 80 años, y a personas que estén con enfermedades terminales, de forma tal que puedan pasar sus últimos años o meses en sus domicilios junto a sus familias”.
Las palabras del Jefe se Estado se producen luego de anunciarse el proyecto de reforma del sistema penitenciario chileno.
El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y el titular de la cartera de Justicia, Felipe Bulnes, admitieron que no hay consenso para indultar a ex militares condenados por delitos de lesa humanidad y reconocieron que ello podría reabrir heridas sociales.
Aunque Bulnes afirmó que “no descartamos que ese consenso se llegue a construir”.
El titular del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, indicó que en su agrupación “tenemos un límite ético”, razón por la cual no aceptarán ningún tipo de perdón respecto a violadores de derechos humanos.
Los referentes máximos de los partidos por la Democracia, Carolina Tohán, y del Radical Social Demócrata, José Antonio Gómez, coincidieron que ciertos delitos no pueden se indultados, como es el caso de los de lesa humanidad.
En tanto, el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, se opuso enfáticamente a cualquier beneficio para violadores de derechos humanos.
Frente al argumento del Gobierno Nacional de que las cárceles están superpobladas y por esa razón se podría indultar a los represores, el dirigente comunista advirtió que, por el contrario, aún quedan muchos ex militares que deben ser condenados.
Unas 3.000 personas fueron asesinadas o desaparecidas durante la dictadura militar de Augusto Pinochet y otras 50.000 sufrieron torturas, cárcel o persecución.
