La arremetida en las preferencias electorales del líder nacionalista Ollanta Humala, que pasó a encabezar los sondeos, aunque por estrecho margen, ha polarizado la campaña electoral en Perú, con un proyecto que algunos consideran extremista y otros necesario para un reforma social del Estado, lo dice la agencia española EFE en este analisis.
Un sondeo de opinión señaló hoy que Humala, candidato de la alianza Gana Perú, desplazó al expresidente Alejandro Toledo del primer lugar de las preferencias previas a las elecciones del próximo 10 de abril.
Humala aparece con un 21,2 % de intención de voto, por encima de la legisladora Keiko Fujimori, que tiene un 19 %, y Toledo, que recibe un 18,6 %, según la encuesta de la empresa CPI publicada hoy por varios medios locales.
Este avance se ha producido a pesar de la intensa campaña en su contra planteada abiertamente por la mayoría de medios locales, que no han dudado en remarcar que su plan de Gobierno es “estatista y autoritario” y lo han presentado con la imagen de un lobo disfrazado con una piel de cordero.
Lo que es innegable es que la arremetida de Humala en las últimas semanas le ha dado un nuevo cariz a una campaña que el presidente peruano, Alan García, había calificado de “aburrida” y en la que los favoritos coincidían en que se debía mantener el modelo económico de libre mercado vigente.
Humala propone realizar profundas reformas en ese modelo, para darle un matiz más distributivo y mayor control al Estado, que incluirá derogar la Constitución de 1993 y regresar a la de 1979, renegociar los contratos con las grandes empresas multinacionales y aumentar los impuestos sobre ganancias mineras.
Ante su exitosa campaña, que implica moderar su discurso ante la ciudadanía e incluso cambiar su tradicional camisa roja por una blanca, sus rivales han salido a señalar que solo está disfrazando sus verdaderas intenciones que, para candidatos como el exministro Pedro Pablo Kuczynski, buscarían seguir un modelo similar al de Hugo Chávez en Venezuela y “perpetuarlo en el poder”.
“Los desastres que hay en varios de los países que han tomado esta ruta es porque se están atrasando a una velocidad galopante. Entonces, para mí, no es un buen plan, pero, claro, está escondido en un disfraz no de cuy (conejillo de indias), sino de cordero”, señaló Kuczynski en declaraciones citadas hoy por la prensa peruana.
El expresidente Toledo tampoco ha dejado de intervenir en esta oleada de críticas a Humala y pidió a los peruanos reflexionar porque su país “no puede dar un salto al vacío”.
“A los indecisos les digo: mediten su voto, el Perú está creciendo. Necesitamos estabilidad para distribuir los beneficios del crecimiento, no de un salto al vacío”, remarcó en clara alusión al repunte del excomandante.
Keiko Fujimori también salió al paso para afirmar que el nacionalista “solo se quitó el polo (camisa) rojo” y manifestar sus dudas sobre sus verdaderas intenciones.
En respuesta a esto, y tras revelarse las cifras de los sondeos, Humala pidió hoy a la población ir a votar “sin miedo” y aseguró que representa un proyecto “preparado para gobernar”.
“Nosotros nos estamos esforzando en llevar propuestas que resuelvan los problemas del pueblo peruano. El pueblo necesita tener confianza, credibilidad. Creo que este 10 de abril, cada ciudadano, cada ciudadana, debe ir sin miedo”, declaró a la emisora Radio Programas del Perú (RPP).
Humala también afirmó que el pueblo peruano “está cansado de los políticos que tienen un doble discurso”.
En medio de esta agitación, el analista Augusto Álvarez Rodrich comentó hoy que Humala produce “reacciones comprensibles -y otras no tanto- por la eventualidad de que sea el próximo presidente de Perú”.
“Creerle o no creerle, es el dilema”, señaló en su columna en el diario La República, para luego decir que las reacciones de sus rivales “solo constatan que Humala está subiendo” en las preferencias.
Álvarez Rodrich remarcó que el candidato ha respondido “con un mensaje renovado” que los cambios que propone “se harían siguiendo lo establecido en las normas, sin violentarlas”.
Añadió, sin embargo, que entre los argumentos para dudar de esto está su propio plan de Gobierno, “el cual propone postulados que van en la dirección contraria”, y sus socios políticos, entre los que figuran personajes de la izquierda radical que aparecen “en el camino inverso al que ahora destaca” el candidato.
En todo caso, las cifras de los sondeos ratifican un virtual empate técnico entre cuatro candidatos (Humala, Toledo, Fujimori y Kuczynski) y demuestran que en esta etapa final se afianzará la batalla, incluida la “guerra sucia”, por ganar la preferencia de los electores que aún no han decidido su voto y los que mantienen dudas.