
CIUDAD CCS – El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo ayer que podría vetar el nombramiento de un obispo católico por considerar que representa a una “secta fundamentalista” que pone en riesgo el trabajo social de la iglesia en la Amazonía.
Correa dijo que aplicará, de ser necesario y contra su voluntad, las atribuciones que le dan los tratados internacionales para impedir que el Vicariato de los Heraldos del Evangelio, al que pertenece el prelado argentino Rafael Ibarguren, reemplace a los Carmelitas Descalzos en la provincia de Sucumbíos.
Aseguró que la congregación propuesta por el Vaticano es una “secta poco menos que fundamentalista” integrada por “tipos que se visten al estilo medieval, con sotana en plena selva amazónica y que quieren borrar del mapa toda la acción pastoral y social de la iglesia de Sucumbíos”.
Los Heraldos del Evangelio constituyen una organización ultraconservadora, cuyo fundador fue militante y secretario de la ultraderechista Tradición, Familia y Propiedad, nacida para oponerse a los procesos revolucionarios y para defender la propiedad frente a la reforma agraria que se llevaba adelante desde la década de los 60 en toda América Latina.
“La gente tiene un gran rechazo contra esa imposición y esta comunidad ultraconservadora de la Iglesia Católica”. Agregó que podría apelar al Modus Vivendi, el tratado que regula las relaciones del Estado con el Vaticano y que lo faculta para “vetar a los obispos”.