Una vez que parece se ha confirmado que la cantante Shakira y el jugador Gerard Piqué mantienen una relación más allá de la amistad y más después de que se viera la fotografía juntos, con más amigos, incluído el de la camisa a cuadros, en las redes sociales.
Las publicaciones han lanzado su oferta para los paparazzi.
La oferta por lo tanto se cotiza a 100.000 euros por una foto de Shakira y Piqué dándose un beso. Lo que ha dado lugar a que varias decenas de fotógrafos estén constantemente persiguiendo a los supuestos.
Uno de los fotógrafos que está a al caza y captura de la imagen más cotizada en la prensa rosa del momento, ha comentado cómo es un día de persecución y así nos enteramos de las idas y venidas de la parejita, que parece están compartiendo nidito de amor y su relato parece una persecución policial o la carrera del Dakar.
La persecución comienza todas las mañanas en la calle Muntaner donde vive el jugador en un lujoso ático. Shakira algunas veces suele quedarse en el domicilio ya que tiene un ritmo distinto.
A partir de ahí comienza la persecución que al llevar un Porsche Cayenne con los cristales tintados, los fotógrafos no saben si va la cantante o no, con lo cual, tienen que seguirlo y muchas veces aprecian que sí va, pero refugiada en la parte de atrás del 4×4 y, así es imposible tirar una foto.
El fotógrafo que cuenta un día en la búsqueda de la imagen del año, comenta que alguna vez “va a haber un accidente” ya que tanto el jugador como ellos a veces se lían en una guerra de frenadas y acelerones en un intento de despistar.
Por otro lado la cantante está instalada en el ático del futbolista ya que la casa que ha alquilado en Bellaterra a David Meca no le gusta como está.
Y está pensando contratar al arquitecto Joaquín Torres para que se la acondicione más a su estilo.
Y por el momento, seguramente como la parejita ya sabe a lo que se cotiza una fotografía suya, a buen seguro se lo pondrá muy difícil a los paparazzi.
