El empleado del consulado de EE UU en Lahore, Raymond Davis, acusado de matar a dos paquistaníes que supuestamente lo perseguían en dos motocicletas, trabajaba como contratista independiente para la Agencia Central de Inteligencia (CIA), informaron este lunes varios medios estadounidenses.
La prensa, que cita a funcionarios de alto rango que hablaron en condición de anonimato por la sensibilidad del caso, señala que Davis, de 36 años y descrito por EE.UU. como un “diplomático” que pertenece al “personal técnico y administrativo de la embajada”, trabajaba en realidad como contratista independiente para la CIA.
El caso ha generado tensiones entre Pakistán y Estados Unidos, que ha defendido en todo momento que cuando se produjeron los hechos, en enero pasado, Davis actuó en defensa propia y debía ser liberado por tener inmunidad diplomática.
Pero ahora el caso puede dar un giro si se confirma que, como señala The Washington Post, Davis durante los últimos dos años ha formado parte de un grupo encubierto de la CIA, cuya misión es vigilar a grupos de insurgentes en varias ciudades paquistaníes, incluida Lahore.
El diario, que cita a un funcionario estadounidense, indica que el impacto de que haya salido esta información a la luz será “muy grave”, ya que a aumentará la tensión con Pakistán, que desconfiaba de que fuera un simple diplomático.
No obstante, Estados Unidos insistió este lunes que Davis goza de inmunidad por ser empleado de la legación diplomática estadounidense, independientemente de para quién trabajara, y volvió a reclamar su liberación sin aclarar si pertenecía o no a la CIA.
“Creemos sinceramente que Davis es miembro del cuerpo técnico administrativo de la Embajada y, por tanto, con derecho a tener completa inmunidad ante una acción judicial criminal y no debería ser arrestado o encarcelado”, indicó a la prensa un funcionario del Departamento de Estado estadounidense.
El funcionario, que pidió el anonimato, señaló que el Gobierno de EE.UU. seguirá trabajando para “resolver las diferencias sobre este asunto” con las autoridades paquistaníes.
Otro funcionario no quiso especificar si el acusado trabajaba para la CIA, ya que consideró que no era relevante puesto que Pakistán fue informado en enero de 2010 en una nota diplomática del estatus de Davis.
Según las autoridades estadounidenses desde ese momento debería gozar de total inmunidad y protección ante cualquier proceso legal en el país, como recoge la Convención de Viena y pidieron que se proteja al acusado y permitan su salida del país.
El Tribunal Superior de Lahore que juzga a Davis pospuso la semana pasada al 14 de marzo sus audiencias sobre el caso hasta que el Ministerio paquistaní de Exteriores se pronuncie sobre si el acusado tiene inmunidad diplomática o no.
La ambigüedad de EE.UU. sobre el puesto del acusado, su complexión fuerte y la precisión de sus disparos alimentaron las sospechas en Islamabad de que fuera un contratista o esté ligado al ámbito de la seguridad.
The Washington Post indica que cuando se produjo el tiroteo el pasado 27 de enero, Davis estaba haciendo lo que los empleados de la CIA llaman “familiarización del área”, es decir identificar el área para detectar objetivos y preparar los operativos de vigilancia.
El estadounidense, que anteriormente había trabajado para la empresa de seguridad Blackwater, se encontraba en Lahore en el marco de un plan mundial de la CIA, por el cual la agencia envía a personal de seguridad privada y guardaespaldas a zonas en conflicto como Afganistán y Pakistán, informó la cadena ABC.
Las personas que forman parte este grupo denominado Personal de Respuesta Global (GRS) suelen ofrecer protección a los agentes de la CIA que se reúnen con fuentes clandestinas.
Davis y un grupo de antiguos empleados de otras empresas de seguridad vivían en piso franco en Lahore, donde la CIA suele alojar a este tipo de colaboradores para mantenerles protegidos.
El Gobierno estadounidense ha mostrado su preocupación por la situación de Davis, que aunque ha sido trasladado a una sección del presidio en el que los funcionarios no llevan armas, está en una cárcel con 4.000 presos y hay reportes de que al menos tres detenidos han sido asesinados por los guardias.
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