La Iglesia Católica y la justicia belgas han sancionado muy poco a los sacerdotes pederastas a lo largo de las últimas décadas, revela un informe redactado por la Iglesia a instancias de parlamentarios y desvelado este miércoles por el diario Le Soir.
El informe, elaborado por el canónigo Etienne Quintiens, secretario de la Conferencia Episcopal de Bélgica, y remitido el martes a una comisión especial del Parlamento belga que trata casos de pedofilia en la Iglesia, enumera 134 "abusadores", 90 de ellos aún vivos.
A esta cifra cabe añadir, subraya Le Soir, medio centenar de denuncias puestas tras la dimisión en abril del obispo de Brujas (oeste de Bélgica), que reconoció haber abusado de su sobrino durante años.
De los 134 abusadores citados, solo 22 (16%) tuvieron la máxima sanción que podía infligirles su obispo, la suspensión definitiva y, solo 21 (15%) fueron a la cárcel.
Después de la irlandesa, austriaca y estadounidense, la Iglesia Católica belga está sacudida desde la primavera por repetidos escándalos de pederastia. Cerca de 500 personas denunciaron abusos cometidos por sacerdotes y según los allegados de las víctimas condujeron a 13 suicidios.
Según el informe de la Iglesia, las autoridades judiciales fueron alertadas en un 70% de casos, por los responsables eclesiásticos o bien por las víctimas.
Las sanciones eventuales han variado mucho según las diócesis. En Hasselt (noreste), la policía o la justicia trataron 23 de 26 casos pero ningún sacerdote fue condenado apena de cárcel ni suspendido definitivamente.
En Gante (norte), en cambio, de 15 expedientes conocidos, 11 acabaron en condenas y dos en suspensiones definitivas.
Interrogado a finales de diciembre por los parlamentarios, el cardenal Godfried Danneels, primado de Bélgica de 1979 a 2009, había refutado la existencia entonces de una "voluntad de tapar conscientemente los abusos sexuales".
FUENTE: http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5gqeYrDKXcHO8RaflJDLsFhvLeGnw?docId=CNG.713c46c7c13ee426caebdae8f55a0b30.61